Narra la escritora
Faltaba poco para el amanecer cuando el auto se detuvo en la entrada. Yoongi, tumbado a oscuras sobre la cama, escuchó el ruido de las llaves al abrir la puerta, y el paso lento y suave de Lee encaminándose a la cocina. Se incorporó un poco, entrelazando las manos bajo la nuca, adivinando por el sonido cada uno de los movimientos de la mujer. El grifo abierto, el agua llenando la tetera, el chasquido del fogón al encenderse, todo llegaba nítidamente a sus oídos. Se levantó y fue a su encuentro sin hacer ruido, el resto de la familia aún dormía.
Sg: ¿Puedo acompañarte? —preguntó desde la puerta.
Lee: ¡Claro, me apetece compañía! —respondió ella mientras colocaba un par de bolsitas de té en una taza—. ¿Qué tal ha ido?
Sg: Bien, o al menos eso creo. Dentro de unos días esa chica dejará de ser humana y lo hará con nuestra bendición —dijo en tono sarcástico.
Lee: No pareces contento.
Sg: Me alegro por ellos, si es lo que desean. Pero no entiendo cómo alguien puede querer esta vida —repuso, que parecía encontrarse en uno de esos estados de ánimo sombríos que solían embargarlo—. Los humanos que conocen nuestra existencia, tienden a dotarnos de un romanticismo que únicamente existe en los libros, se engañan a sí mismos. La realidad no es tan hermosa. Deberíamos protegerlos de esta vida, no invitarlos a que formen parte de ella —dijo con creciente malestar.
Lee guardó silencio unos segundos, contemplando el rostro del vampiro oscurecido por las sombras.
Lee: Esa vida de la que hablas, también es la mía y la de mi clan, la de tu familia, la de todos los que nos acogemos al pacto. Personas buenas que solo quieren vivir en paz y tener un lugar en este mundo. No creo que esa vida sea tan mala. Temes por los humanos y por el peligro que puedan correr, y no te das cuenta de lo inútil que es ese sentimiento. Los humanos, desde que nacen, están en peligro, en peligro por su propia mortalidad. Enfermedades, accidentes, asesinatos, ¿quién puede protegerlos de eso?
Sg: Una vida eterna en tinieblas, alimentarse de sangre, el deseo continuo de arrebatarle la vida a cualquier ser vivo; de eso sí podemos protegerlos.
La tetera silbó y Lee la apartó del fuego, sirviendo a continuación un poco de agua en la taza. No dejaba de lanzar miradas preocupadas al vampiro.
Yoongi alzó la cabeza hacia el techo con un suspiro y transcurrieron unos segundos antes de que volviera a hablar.
Sg: ¿Cómo está T/N? —preguntó al fin. No pudo reprimir la preocupación que lo mantenía en tensión toda la noche.
Lee: Bien, el médico dice que solo es agotamiento. No puedo decir lo mismo de su abuela.
Sg: ¿Por qué dices eso? —preguntó con un estremecimiento.
Lee: Esa mujer está enferma, muy enferma —recalcó—. Pude oler su mal, no superará el invierno —señaló, esbozando una triste sonrisa—. ¿T/N tiene más familia?
Sg: No, bueno, sí, una hermana… pero creo que no se llevan muy bien.
Lee: Al menos tiene a Rose, que la adora, y a nosotros mientras estemos aquí —dijo —. Es una chica encantadora, es muy fácil cogerle cariño.
Sg: Sí, muy fácil —contestó con la mirada perdida.
Lee dio un paso atrás y apoyó la cadera contra uno de los armarios. Dio un sorbo a su té.
Lee: Parece que os lleváis bien, quiero decir que… es el primer humano en mucho tiempo…
Sg: ¿Tan transparente soy? —preguntó él en tono amargo, interrumpiendo el torpe intento de Lee.
Lee: Lo siento, no pretendía meterme —se disculpó—, pero ya que lo dices, sí, tanto como un cristal. Te conozco desde hace muchos años y nunca te había visto mostrar interés por un humano, una humana para ser más exactos.
Yoongi no hizo ningún comentario, sentía la garganta ardiente e inflamada y se dirigió nervioso a la puerta que daba paso al porche trasero. La abrió y salió fuera, respirando el aire cálido de la noche a pesar de que no lo necesitaba; simular aquel acto reflejo lo calmaba.
Lee dejó la taza sobre la mesa y salió tras él.
Lee: ¿Qué te reprime, Suga?
Sg: Es humana —contestó fríamente.
Lee: Sé que lo que te voy a decir no te va gustar, pero no sería tu amiga si no lo hiciera. —Hizo una pausa buscando las palabras adecuadas—. Creo que tus razones son en realidad excusas, y que lo único que de verdad te da miedo… es que ella te tema, te odie o te desprecie por lo que eres. Al igual que lo hizo esa esposa de la que no quieres renegar.
Sg: No es un detalle que deba olvidar, aún estoy casado con ella. —Sus ojos oscuros y dilatados la miraron con dureza— Algo que solo me concierne a mí.
Lee: ¿Qué? —En ese momento, Lee deseó golpearlo para que reaccionara— ¡Estás casado con un fantasma y eso es lo mismo que nada! No le debes ninguna lealtad a esa mujer —le espetó, dando media vuelta dispuesta a marcharse. Yoongi la la miraba con su indiferencia ante su propia vida. Mostrando de forma evidente lo poco que le importaba vivir o morir—. ¡Tú y tu estúpida moralidad! —murmuró.
Sg: ¡Lee! —exclamó tras ella—. Lo siento, no te marches. No quiero estar solo.
Lee volvió junto a él sin ningún signo de enfado y apoyó una mano afectuosa sobre su brazo. Yoongi se la estrechó con fuerza, necesitado de ese contacto.
Lee: Estas perdido, inmerso en un mar de dudas que te está consumiendo, ¿me equivoco?
Sg: No tengo dudas respecto a T/N —respondió al cabo de un rato y su voz sonó fría como el filo de un puñal—. Ella está mejor sin mí.
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Estaré A Tu Lado ( Yoongi Y Tu )
Vampire. . . Min Yoongi el unico vampiro que camina bajo el sol . Frío como el invierno , misterioso , pero algo lo hará cambiar , mas bien alguien . Park T/N una humana que amenaza con cambiar todo su mundo. . . .