T/N levantó el rostro del lavabo con el agua fría resbalando por la piel y contempló su imagen en el espejo. Tenía los ojos hinchados y enrojecidos, y un aspecto enfermizo poco favorecedor. Le dolía mucho la cabeza y trató de aliviarse masajeándose las sienes con suavidad, pero solo consiguió que le palpitara de una forma más dolorosa que le provocó nauseas.
Escuchó la voz de su abuela ascendiendo a través de la escalera y corrió a la cama. Se tapó con el edredón y cerró los ojos tratando de que su respiración pareciera lenta y acompasada, como si en realidad durmiera. La puerta de la habitación se abrió y escuchó los pasos de su abuela acercándose a la cama. Notó los labios de la mujer sobre su rostro y, a continuación, un profundo suspiro seguido de los pasos que se dirigían de nuevo fuera de la habitación.
Se levantó, buscó una chaqueta entre el montón de ropa que tenía apilada encima del sillón, y se la puso sobre la camiseta de tirantes y el pantalón que usaba para dormir. Descendió la escalera sin hacer ruido y salió a la calle. Caminó durante un rato bordeando el lago. Un par de pescadores remaban en su dirección, las voces parecían conocidas y lo último que deseaba era una charla sobre el mal tiempo de los últimos días. Cambió de rumbo y ascendió por uno de los senderos que se adentraban en el bosque.
Los ojos volvían a escocerle y notó las lágrimas resbalando por sus mejillas. Las secó con la manga de su chaqueta, frotando con fuerza, enfadada consigo misma por el sufrimiento y la tristeza que sentía. Las palabras de Yoongi seguían atormentándola como una pesadilla. Se sentó sobre un tronco caído y escondió el rostro entre las manos, dando rienda suelta al dolor que sentía en lo más profundo de su pecho.
Un crujido la sobresaltó, se secó las lágrimas con rapidez y miró a su alrededor, pero allí no había nadie. Se arrebujó bajo la chaqueta y siguió buscando con los ojos, algo inquieta. Su corazón se detuvo. Allí, frente a ella, surgido de la nada, estaba el lobo más grande que jamás había visto, tan grande que parecía sobrenatural. La miraba fijamente con unos ojos amarillos que reflejaban una inteligencia impropia de un animal. Su pelo era blanco como la nieve y estaba cubierto por un manto de pequeñas gotas de rocío que lo hacían brillar con miles de destellos.
Intentó ponerse en pie, pero sus piernas no respondieron y cayó de espaldas sobre la hierba. El nudo que le oprimía la garganta no dejaba pasar el aire hacia sus pulmones, y mucho menos gritar. Comenzó a arrastrarse hacia atrás, y su espalda chocó contra el tronco de un árbol que detuvo su accidentada huida. Se quedó inmóvil con la vista clavada en la bestia.
El animal avanzó hacia ella. T/N palpó con la mano el suelo, en busca de algo con lo que pudiera defenderse. Encontró una piedra algo más grande que su mano y la aferró, apretándola hasta que los nudillos se le pusieron blancos. El lobo se detuvo y se sentó sobre sus patas traseras sin apartar la vista de ella. T/N observó al animal muerta de miedo, el corazón le palpitaba tan fuerte que temió que estallara, y su respiración se convirtió en un jadeo.
—Mar… márchate —dijo con un hilo de voz, empuñando la piedra. El lobo hizo una mueca que dejó al descubierto sus dientes y, por un instante, a T/N le pareció que sonreía—. Por favor, márchate —gimoteó, y las lágrimas volvieron a su rostro. Soltó la piedra y dejó caer los brazos—Adelante, machácame, me da igual —susurró temblando de pies a cabeza— Me harás un favor.
Se limpió las lágrimas con el dorso de la mano y se manchó la mejilla de tierra. Un grito ahogado escapó de sus labios cuando el lobo se levantó y comenzó a caminar hacia ella. La bestia se detuvo a solo unos centímetros de su rostro, le olisqueó la mano y, con mucha suavidad, la empujó con el hocico. De repente el animal se tumbó en el suelo, junto a ella, y apoyó la cabeza sobre sus piernas ocultándolas casi del todo, aplastándolas con su peso.
T/N lo observaba con los ojos muy abiertos, sin dar crédito a lo que estaba ocurriendo. Lentamente levantó una mano sobre la cabeza del animal y, aún más despacio, la bajó hasta que las yemas de sus dedos le rozaron el pelo del cuello tras las orejas. Se quedó quieta, esperando alguna reacción. Nada. Una sonrisa le iluminó el rostro y con el corazón latiéndole a mil por hora enredó sus dedos en la piel del lobo. Una suave risa, mezcla de nerviosismo e incredulidad, apareció en sus labios.
El timbre de su móvil la sobresaltó, se llevó la mano al pecho y sintió latir su corazón con tanta fuerza como si lo sostuviera entre los dedos. Miró al lobo temerosa de que pudiera reaccionar mal ante el insistente sonido, pero la bestia se limitó a cerrar los ojos y acomodar la cabeza en su regazo.
—¿Sí? —la palabra se atragantó en su garganta—. ¿Sí?… Hola, tío… Claro, estaré ahí en un rato. —Colgó el teléfono y enredó de nuevo los dedos en la espesa piel del lobo—. ¿Te apetece dar un paseo?
El lobo se puso en pie como si hubiera entendido la pregunta. T/N lo imitó sin apartar los ojos de él. Era evidente que no pensaba hacerle daño, si esa hubiera sido su intención, ya no quedarían de ella ni los huesos. Comenzó a andar muy despacio y el animal la siguió adaptando su paso al de ella. No podía dejar de sonreír.
—No creo que mi abuela me deje quedarme contigo —dijo cuando estaba a punto de salir del bosque, para adentrarse en el claro donde se levantaba la casa—. Seguro que comes muchísimo. Aunque creo que pode… mos…
Giró a su alrededor buscando con la mirada, el lobo ya no estaba, se había ido sin que ella se diera cuenta.
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Estaré A Tu Lado ( Yoongi Y Tu )
Vampiros. . . Min Yoongi el unico vampiro que camina bajo el sol . Frío como el invierno , misterioso , pero algo lo hará cambiar , mas bien alguien . Park T/N una humana que amenaza con cambiar todo su mundo. . . .