♡16♡

4.5K 340 38
                                    

Narra Yoongi

Más rápidos que el viento saltamos la valla que marcaba el perímetro de la fábrica, deslizándonos entre las sombras como fantasmas. Encontramos las puertas y ventanas tapiadas, incluso los muelles de carga y descarga estaban ocultos tras muros de ladrillo.

Crucé mi mirada con la de Mino y con un gesto señalé el tejado. El muchacho esbozó una leve sonrisa, dio unos pasos atrás y, con un ligero impulso, saltó hasta agarrarse al escaso centímetro de alfeizar que sobresalía de la ventana tabicada. De un vistazo calculó el espacio que había hasta el siguiente, y sin ningún esfuerzo se impulsó con los brazos; hizo lo mismo con el trecho que quedaba hasta el tejado, pero la distancia era mucho mayor y le faltó un palmo para aferrarse al alero. Chocó contra la pared, y habría caído si mi mano dura y fría como el hielo no lo hubiera sujetado por la muñeca, elevándolo en el aire.

Había trepado por la pared de ladrillo con la destreza sobrenatural propia de mi especie. Solo que en mi, todas las habilidades de los vampiros estaban aumentando en fuerza y poder con el paso de los años, convirtiéndome en un ser especial, incluso para mi propia gente. Y puede que la palabra especial ya no fuera suficiente para describirmr. Levitaba, movía objetos con la mente, la forma tan clara y nítida en la que ahora mis sentidos percibían el mundo que me rodeaba; quizá la palabra adecuada fuera: único.

Recorrimos la mediana del tejado hasta llegar al otro lado. Con una precaución extrema ojeamos el fondo de la calle.

El vampiro que se había llevado a la mujer estaba sentado en el suelo, sobre un trozo de escalera de incendios que se había desprendido de la pared. Una suave risa surgió de su garganta, mientras contemplaba cómo otro vampiro sujetaba a la chica rubia entre los brazos, obligándola a bailar una melodía que tarareaba entre dientes.

El aspecto de la joven era lamentable, apenas se mantenía en pie, con un tono ceniciento en su piel que resaltaba las heridas con forma de media luna que había en su cuello y en las muñecas. Sus ojos vacíos lo miraban con espanto, y un gemido escapó de sus labios cuando aquel hombre de piel negra y ojos rojos acercó de nuevo su boca a ella para lamer el hilillo de sangre que le resbalaba por la garganta.

No había rastro del tercer vampiro.

X: Es guapa —dijo el vampiro que sujetaba a la chica—. He de reconocer que tienes un gusto exquisito.

X2: No está mal, pero después de tanto tiempo a mí me parecen todas iguales. Me interesa lo que contienen, nada más, Miles —comentó con desinterés.

Mil: ¡Venga ya, Russ! A ti lo que te pasa es que solo tienes ojos para ella —replicó con resentimiento. Dejó caer a la chica, su cuerpo golpeó el suelo con un sonido sordo, y la miró desde arriba—. Está casi muerta.

Rus: Drake se va a enfadar, prometiste dejarle un poco.

Mil: ¡Que se vaya al infierno, ya estoy cansando de él! —dijo con acritud. Se agachó junto a la joven y le acarició el rostro, después los labios y por último el hueco del cuello.

Rus: Deberías tener más cuidado con lo que dices, te arrancará el corazón con los dientes si te coge hablando así.

Mil: Que lo intente si se atreve —advirtió con un bufido—. A mí no me impresiona que se haya convertido en uno de los preferidos de esa arpía.

Rus: No te pases, Miles —replicó ofendido.

Mil: ¡Oh, perdona, olvidaba que tu devoción por ella te nubla el juicio!

El joven moreno resopló y se levantó de su improvisado asiento para acercarse a la chica.

Rus: ¿Qué hacemos con ella? ¿Dejamos que se transforme? —preguntó.

Estaré A Tu Lado ( Yoongi Y Tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora