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Sum: Imagina el mayor de los sufrimientos... ahora multiplícalo por cien.

T/N giró la cabeza para mirarla con una mezcla de pena y fascinación.

-Cuéntame cómo es.

Sum: Cuando un vampiro te muerde, te infecta con una especie de virus. Ese virus se alimenta de sangre por lo que, poco a poco, comienza a deshacerse de todo aquello que también la necesita. Sientes cómo uno a uno van muriendo todos tus órganos: los riñones dejan de funcionar, tus pulmones de respirar y, por último, tu corazón deja de latir.

T/N se estremeció, sobrecogida, tratando de imaginarse cómo sería sentir la muerte dentro de tu cuerpo, mientras sigues vivo.

-Por eso os alimentáis de sangre, para continuar vivos.

Sum: Sí, si ese pequeño miserable muere, nosotros también, no tenemos alternativa. Pero no te preocupes por eso -susurró rápidamente al ver el miedo en los ojos de T/N-, tú jamás lo experimentarás, nunca lo permitiremos. -Se incorporó con un suspiro-. Será mejor que vuelva a la casa. Tanto hablar de sangre está despertando mis apetitos y... tú hueles demasiado bien.

-¿Yo?

Sumny asintió.

Sum: La sangre es para nosotros como para ti la comida. Unas cosas están más ricas o huelen mejor que otras. Hay humanos que son coles, pero tú eres como un pastel de cerezas maduras. -Sonrió al ver la cara de susto de T/N-. No te preocupes, nunca he mordido a un humano, y a ti jamás te haría daño.

Se acercó a T/N y le dio un suave beso en la mejilla, cuando se separó de ella, sus ojos eran como dos rubíes centelleantes. Esbozó una tímida sonrisa y regresó a la casa con paso rápido. T/N la observó alejarse, se llevó una mano al pecho, como si así pudiera contener a su corazón, que latía desbocado.

Un estremecimiento le recorrió la columna. La puerta de la casa se abrió y Yoongi salió a través de ella, cruzó unas pocas palabras con Sumny y la despidió con un beso en la frente. Lo contempló mientras venía hacia ella con paso seguro. Los anchos hombros erguidos y la mandíbula ligeramente levantada, con una actitud desafiante, nada premeditada, innata en él.

Se sorprendió a sí misma observándolo sin ningún pudor, entreteniéndose en la forma de sus caderas bajo el ancho pantalón, en las curvas que dibujaban los músculos de su torso y sus brazos bajo la camiseta. Y en sus ojos, de un negro tan oscuro que apenas se distinguían sus pupilas; le fascinaba la cantidad de tonalidades que podían adquirir. Yoongi se paró frente a ella con una ceja levantada. Empezó a preocuparse.

Sg: ¿Va todo bien? -preguntó al ver cómo ella lo miraba tan fijamente.

-Sí -contestó enrojeciendo, preguntándose si él se habría dado cuenta de que era una obsesa del erotismo cuando se trataba de él. Tuvo que tragar para deshacer el nudo de su garganta.

Sg: ¿Sumny te ha dicho algo inoportuno? -insistió él.

-¡No! Tu hermana es... es maravillosa. No deja de preocuparse por mí, incluso me ha traído ropa de casa. Le dije que no tenía que haberse molestado -hablaba muy rápido por culpa de los nervios-, pero ella parece tan contenta haciendo todo eso por mí...

Yoongi dibujó en su cara una sonrisa de alivio.

Sg: Por un momento creí que... -dijo él. Sacudió la cabeza y se pasó la mano por el pelo, despeinándolo.

-¿Qué?

Sg: Que lo habías pensado mejor e ibas a decirme que te marchabas -respondió. Inspiró hondo y su olfato se llenó con una abundancia de olores a cuál más apetecible. Podía paladear el aroma de su sangre, sentir la calidez que exhalaba su piel, la dulzura de sus labios. Una punzada de deseo atravesó su pecho y tuvo que bajar la mirada para que sus ojos no revelaran lo que su mente imaginaba. Alargó su brazo hacia ella-. Ven, demos un paseo alrededor de la casa.

Estaré A Tu Lado ( Yoongi Y Tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora