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Narra la escritora

La cara de T/N se iluminó al ver a Yoongi cruzando la puerta, ya había perdido toda esperanza de que apareciera esa noche. Estaba empapado y su cabello oscuro se le pegaba a la cara dándole un aspecto muy atractivo. Su voz jugueteaba sobre su piel con un ligero cosquilleo. Podría haber recitado el manual de instrucciones de una lavadora, que a ella le habría sonado igual de seductora. Él la miró, la saludó con una inclinación de cabeza y una sonrisa torcida, y sus ojos se deslizaron sobre ella como una caricia. T/N se ruborizó. Podría pasar toda la vida observándole, pero con tanta gente alrededor no se atrevía a sostenerle la mirada; estaba deseando revelar el carrete con las instantáneas de esa misma mañana y tener una foto suya. De repente, su semblante cambió y una expresión de horror se dibujó en su cara.

—¡Mi cámara! —exclamó.

Unos minutos antes, había estado tomando unas instantáneas de Lia vestida con su pequeño disfraz de hada, y con el revuelo de la lluvia había olvidado la cámara sobre la mesa. Pasó como una exhalación en dirección a la puerta, sin que nadie tuviera tiempo de detenerla.

Ros: ¡No, está diluviando! —gritó tras ella.

T/N corrió hasta la mesa, y antes de alcanzarla sus ropas ya estaban empapadas por el agua que caía de forma torrencial. Cogió la cámara y giró muy rápido, de vuelta a la casa. Un grito escapó de su garganta cuando resbaló sobre la hierba, iba a darse de bruces contra el suelo. Cayó de rodillas, con las palmas de las manos sobre el césped. La cámara salió despedida y tuvo que gatear para recuperarla.

Llegó hasta ella sin que lo hubiera sentido moverse, la sujetó por los brazos y la ayudó a levantarse. T/N alzó los ojos y vio a Yoongi mirándola a través de la cortina de agua que caía por su rostro. Al ponerse en pie volvió a resbalar. Con aquellos zapatos era imposible caminar sobre el suelo mojado. Se estremeció cuando él la sujetó con más fuerza y la estrechó contra su cuerpo. Apoyó las manos en su pecho, la ropa se le pegaba a la piel marcando cada línea, cada contorno del torso, y tuvo la sensación de estar tocando una escultura de mármol, la de un hermoso dios griego. Apretó los párpados con fuerza un instante.

—Lo siento, son estos malditos zapatos —dijo algo agitada. Se sentía ridícula teniendo tales pensamientos en aquella situación, pero se las arregló para sonreír.

Yoongi mantuvo la vista clavada en su rostro, sin aflojar las manos de sus brazos, haciendo caso omiso al comentario. Notó el cálido aliento de T/N sobre la piel y eso bastó para encenderlo, el fuego corrió por sus venas y por un momento temió volver a perder el control. Respiró hondo, tratando de calmarse, la apartó un poco y, con un movimiento elegante, la tomó en brazos.

Sg: Esto empieza a convertirse en una costumbre —dijo con una sonrisa, y se encaminó a la casa apretando el paso.

T/N enrojeció de nuevo. Tenía la piel erizada, sobre todo en los brazos, con los que rodeaba el cuello de Yoongi. Se estaba acostumbrando a aquel tacto frío, tanto que incluso le resultaba placentero. Desvió la mirada a la casa y la magia se desvaneció. Todos les observaban a través de las ventanas, excepto Mino, que se encontraba en el exterior, bajo el porche, con una postura demasiado tensa.

Sg: Creía que confiabas en mí —dijo al pasar por su lado.

Min: Y confío —corroboró—. Era solo por si acaso —aclaró tras él.

T/N no entendió ni una sola palabra, pero tampoco dijo nada.

Yoongi no soltó a T/N hasta que estuvo dentro de la casa. Con cuidado la dejó en el suelo y, de forma espontánea, le quitó de la mejilla una gota de barro, entreteniéndose en el gesto.

Lee: ¡Dios mío, eso ha sido una locura! —dijo mientras se acercaba a ella con una toalla en las manos. Se la colocó sobre los hombros y comenzó a frotarlos con energía—. Podías haberte hecho daño.

—Lo siento mucho. No lo pensé —se disculpó, enrojeciendo hasta las orejas, convencida de que toda la sangre de su cuerpo se concentraba en ese momento en su rostro.

Ros: Era de su madre —explicó, tomando la cámara de las manos de su amiga, y le dedicó una sonrisa comprensiva—. Yo hubiera hecho lo mismo.

Jg: Si quieres puedo echarle un vistazo, no se me dan mal esos trastos —se ofreció, algo cortado.

T/N asintió, dándole las gracias con la mirada. Cogió la cámara de las manos de su amiga y se la entregó a Jungkook , que desapareció con ella inmediatamente.

Lee: Rose, acompaña a T/N arriba para que se quite esas ropas mojadas, antes de que pille un resfriado —dijo —. Y vosotros deberíais hacer lo mismo, estáis empapando el suelo de mi cocina —les hizo notar a los chicos.

Sg: Vamos, tengo algo de ropa que puede servirte —dijo a Mino, y ambos abandonaron la cocina bajo la atenta mirada del resto de la familia.

Todos guardaron silencio unos segundos, cruzando miradas interrogantes los unos con los otros. Afuera seguía lloviendo de forma torrencial y los truenos retumbaban en la cocina como si la tormenta tuviera lugar dentro de la casa. Lee salió un momento y regresó con una manta con la que tapó a Lia, acababa de quedarse dormida en uno de los sillones.

Lee: Bueno, está siendo una noche de lo más reveladora —dijo, sentándose a la mesa junto a RM y Jin.

—Sí —respondieron los dos hombres a la vez.

Lee: Me sorprende que no nos haya contado algo así —repuso ella en voz baja.

Tae: ¡Es que no hay nada que contar, mamá! —intervino, no había que ser un lince para saber a qué se refería su madre—. Tan solo son amigos, te lo aseguro. Bueno… amigos sería exagerar.

Lee: Pero es evidente que se gustan —comentó ella de forma casi inaudible.

Nam: Hablaré con él —dijo sin poder disimular su preocupación.

Jim: Esto no es asunto nuestro —medió muy serio—. Que Yoongi sea nuestro amigo no nos da derecho a inmiscuirnos en su vida.

Jin: Nunca pensé que diría esto, pero Jimin tiene razón —declaró dando una palmada en la mesa—. No tenemos ningún derecho a entrometernos.

Nam: Me preocupan las consecuencias que esta historia pueda acarrear —admitió, mirando a los ojos de su esposa—. No quiero que la historia se vuelva a repetir, no quiero que sufra.

Lee: Ni yo, pero no está en nuestras manos.

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Estaré A Tu Lado ( Yoongi Y Tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora