Su departamento no estaba muy lejos del mío. Imaginaba que debió costarle una fortuna de sólo verle la fachada al edificio. Y lo confirme al notar que íbamos hasta el último piso.
Lo que encontré allí, era lo que menos me esperaba: Mi hermana. Tuve que fingir estar feliz de verla, cuando en realidad lo único que quería era que no estuviera aquí. En cierto momento ella lo noto pero le dije que todo estaba bien. Luego se distrajo fácilmente al conocer a Tofy.
Derek era un amor con ella. Había sido él quien convenció a mi padre de sacarla unos días del internado para que viniera a verme. Este hombre me da asco.
Renata seguía hablando de la fiesta sin parar, yo realmente no la escuchaba. Hasta que pregunto:
-¿Que fue de Emilio?
Mis manos se detuvieron, estaba trenzándole el cabello antes de salir a dar una vuelta con ella a la ciudad de Nueva York.
-Ya no trabaja como mi guardaespaldas- dije quitándole importancia, no quería recordar.
-Yo creo que estaba loco por ti- comentó Renata.
-Cualquiera estaría loco por tu hermano, Renata. Eso no es ninguna sorpresa- dijo la voz de Derek a nuestra espalda.
Me tensé y mi hermana lo noto por la forma en que me vio.
-Yo siempre le dije que debería ser modelo, pero prefirió estudiar.
-Aunque tampoco estudiar le hará falta ahora que esta conmigo- dijo Derek.
-Joaquín no estudia simplemente por dinero. Lo hace porque le gusta ¿no es así, Joaco?- asentí mirando a Derek- Y aunque esté contigo, seguro querrá tener su propio trabajo e independencia.
Puedo decir por su mirada, que a Derek no le gustaba lo que oía.
-Bueno... lo decidiremos juntos.
Cerré los ojos, conocía a mi hermana. No estaba satisfecha.
-No es algo que decidas tú...
-Renata...- empecé a decir pero Derek me callo.
-Todo lo que tenga que ver con tu hermano lo decido yo.
Renta me vio con incredulidad.
-¿Desde cuando dejas que un tipo decida por ti?
Mierda Renata, cállate.
-Derek, no quiso decir eso...
-Es exactamente lo que he querido decir- replicó.
Así fue se como se consiguió un ambiente tenso entre ellos.
Luego Derek tuvo que salir. No sin antes decirme que si quería salir, debía llevar a Castro y a Roy conmigo.
Mi hermana quería ir a tiendas de ropa, y así lo hicimos. Había perdido la cuenta de cuántos pare de zapatos llevaba ya.
-Me sorprende el nuevo tu- dijo mi hermana viéndome el reloj de oro puro en mi mano- Siempre odiaste las joyas.
-No tiene nada de malo cambiar de opinión ¿verdad?
Renata me miro con el ceño fruncido.
-Si cambias por otra persona que no eres tú, si tiene mucho de malo.
-Oye, Tranquila ¿si?- dije pasándole un brazo por los hombros- Nadie va a cambiarme, lo prometo.
Que mal me sentía.
Pasamos el resto de la tarde paseando por la ciudad y en más de una ocasión tuve la sensación de que alguien me observaba.
La sensación se repitió tanto, que me sentí en la necesidad de volver. Por suerte, Renata también quería volver.
Cuando llegamos, Derek ya nos estaba esperando.
Se me acercó, me tomó por la cintura y me beso frente a mi hermana.
Con lengua.
Me aparte y vi como Renata se reía mientras se iba hasta su habitación.
-Oye, córtate un poco- dije liberándome de él.
-¿Que me corte has dicho?- dijo volviéndome a tomar- No hagas que me enoje, Joaquín- me volvió a besar y esta vez intente corresponder.
Luego se giró y comenzó a servir Whisky.
-Ten, te noto estresado ¿ocurre algo? - dijo tendiéndomelo. Lo bebí de un solo trago.
-Nada- pero recordé la sensación que sentí en el parque. Una pregunta se me vino a la cabeza- El tipo que quería matarme... ¿Te explicó porque me secuestro y luego me libero?
Derek se puso serio.
-No, no me explico... porque él no fue quien te secuestró.
Me quede quieto.
-¿Cómo que él no lo hizo?
-No tenía idea de lo que le estaba hablando. Sin embargo, tomando en cuenta cómo han aumentado los enemigos de tu padre en los últimos tiempos... cualquiera pudo haberlo hecho.
-¿Significa que siempre tendré que llevar...?
-¿Guardaespaldas? Por supuesto que si.
Negué con la cabeza. Esta pesadilla no tenía fin.
Suspire... tenía que decírselo.
-Hoy sentí... como si alguien estuviera siguiéndome, observándome.
Derek escuchó atentamente y asintió en silencio.
-Con Roy y Castro estarás a salvo. Mientras tanto, se acabaron las salidas.
Asentí y dejé el vaso sobre la mesa del centro.
-Mi hermana quiere que duerma con ella esta noche- Mentí, Derek apretó los labios con fuerza- Solo será esta noche, hace mucho que no la veo- me apresure a decir.
Derek se acercó a mi y me tomó de la cintura.
-Pero mañana serás todo mío- dijo reclamando mi boca- se acabaron las excusas. Quiero volver a sentirte.
Mi vigésimo primer aniversario iba a ser una pesadilla.
No elegí mi traje de cumpleaños. Ni siquiera los zapatos.
Me forcé a mostrarme alegre. No quería una fiesta, pero sobre todo, no quería tener que fingir estar enamorado de la persona que más odiaba.
-Déjenme a solas con él- dijo Derek y el estilista y mi hermana se miraron antes de salir y dejarnos solos.
-¿Estás nervioso?- me pregunto.
-¿Por qué?
-¿Anunciar nuestro compromiso no significa nada para ti?
Me encogí de hombros.
-No soy mucho de ponerme nervioso- mentí.
Me tomo de la quijada y me obligó a mirarlo.
-Pórtate bien. No hagas que me arrepienta de haber invitado a todos tus amigos.
-No entiendo a que viene ese comentario.
-Soy un hombre muy celoso. Lo mío es solo mío.
¿De eso se trataba?
Iba a darle la espalda pero me tomó con fuerza del brazo.
-Responde. ¿Eres mío?
Tome aire y asentí.
-Lo soy.
Odiaba su maldita sonrisa.
~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Será? 🤔
