007

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Mire el reloj en mi mesita de noche. Eran las seis de la mañana y entonces oí un revuelo proveniente del primer piso.

Me puse una bata de prisa y me asomé por el pasillo.

-¡Esto no es contigo, Kozel!- grito un hombre, que después lo que pareció ser un golpe, tosió de forma desgarradora.

Sabía lo que estaba pasando, Derek me dijo que hoy sería el día que acabaría con la persona que me ha estado asechando. Así que se me fue imposible no asomarme para ver la cara del tipo.

-¡Es mío!- grito Derek.

Era un hombre rubio de unos cincuenta años, estaba de rodillas en el suelo.

-¿Moriras por él?

Derek pareció sorprendido por la pregunta.

-Nada vale más que mi vida.

El hombre sonrió de lado.

-No sabes a quien te enfrentas, Kozel.

El hombre escupía sangre, otros dos hombres lo sostenían para que no cayera.

Me fijé en Roy, estaba apoyado contra una puerta, atento a lo que estaba pasando.

-Nadie en el puto país se atreve a enfrentarme- Derek le acercó más la pistola- Tu lo hiciste y mira donde estas. ¿Cuáles son tus últimas palabras?

El mafioso levanto la barbilla y lo miro con un brillo en los ojos.

-Emilio Osorio.

Abrí los ojos sorprendido y luego se me escapó un grito cuando apretó el gatillo.

Al parecer me escucho porque su cabeza se giró hacia donde yo estaba.

-¡Ven aquí!- me ordenó y no tuve más remedio que obedecer.

-¿Has vuelto a hablar con ese maldito de mierda?- Me pregunto acercándoseme, con la pistola en la mano derecha.

Negué con la cabeza.

-Sabré si me mientes- parecía totalmente desquiciado- ¿¡Has vuelto a hablar con él!?

-¡Dije que no!- dije totalmente serio y sin quitarle la mirada.

Le sostuve la mirada con determinación todos los segundos que me examino.

-Castro- dijo entonces bajándome la mirada- Que limpien este desastre- le ordenó.

Me sorprendió entender que el tipo que me asecho estos meses, el mismo que estaba muerto ahora, no era mi verdadero enemigo; mi verdadero enemigo es quien lo mato. Seguía sin sentir alivio.

Subí a mi habitación y me encerré dentro, intentando que lo que llevaba presenciando los últimos días no me afectara.

Emilio Osorio, había dicho aquel hombre. La única persona capaz de hacerle frente a Derek Kozel ¿Que significaba aquello?

¿Sería ahora Emilio quien ocuparía el lugar de aquel hombre que había muerto?

No tenía idea de cómo lo averiguaría. El muy desgraciado me había abandonado a mi suerte.

A no ser que supiera que nos estaban escuchando...

Mi mayor miedo no tardo en llegar. Esa noche cuando baje a cenar, Derek me lanzo aquella mirada lujoriosa.

-Hoy estoy de buen humor- dijo- Tanto que he decidido creerte sobre qué no te metiste con Osorio. Y por lo tanto, he decidido quedarme contigo.

Lo mire con desagrado, como si aquello fuera un favor para mi.

Vendetta- Emiliaco. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora