Temblando tome la pistola que Derek me extendía.
Conocía todo sobre armas; como cargarla, cómo desarmarla, el nombre exacto de cada parte que la conformaba... pero nunca me prepare para este momento.Él no debió estar aquí.
Nos engañaron y ahora todo se estaba yendo a la mierda.
Le había dicho a Emilio que estaba listo para morir, que no me importaba perder la vida si al hacerlo conseguíamos nuestro objetivo. Pero ahora tenía un arma un arma en mis manos... y no tenía miedo por mi, si no por él.
-Vamos a jugar un juego ¿Les parece?- dijo Derek, sonriendo de aquella manera que me causaba escalofríos.
Mis ojos se apartaron del arma y se levantaron hasta encontrarse con los de Emilio.
Todavía no entendía como demonios había conseguido llegar hasta allí, aún las heridas en su rostro y en su abdomen dejaban claro que había tenido que pasar un infierno hasta encontrarme.
¿Por qué me sorprendía? Prometió que lo haría... que si las cosas se desmadraban, entraría en persona a sacarme de allí.
Y lo había hecho.
-¿Quien quiere empezar?- pregunto Derek quitándome la pistola y colocándola en el centro de la mesa. Hizo girar el arma, cuando esta se detuvo me apuntaba a mi. Su sonrisa le cubrió todo el rostro- Los príncipes van primero- dijo.
Negué con la cabeza.
-Por favor...- suplique.
-Hazlo o seré yo quien le pegue un tiro, y no será directamente en la cabeza; sino que empezaré por la pierna e iré subiendo lentamente hasta que me suplique que lo mate de una vez.
Conteniendo las lágrimas, tome la pistola y la levante con las manos temblorosas.
-A la cuenta de tres ¿De acuerdo?
Nuestras miradas se encontraron... la mía aterrorizada, la de Emilio calmada como un océano en un día de verano.
-Uno- dijo aquel hijo de puta.
Emilio asintió dándome ánimos.
-Dos.
-¡No puedo!- dije llorando, mientras bajaba la pistola.
Pero Derek me levanto el brazo con fuerza. Me apretujó los dedos y me obligó a apuntarle en la cabeza a la persona que más amaba.
-Vamos, elefante...
Negué con vehemencia y los dedos de Derek me lastimaron al hacerme apretar con fuerza contra el hierro del arma.
-Tres.
El estruendo del disparo me hizo cerrar los ojos y gritar.
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Nos volvemos a ver 👀
Solo quería decirles, que por si no lo entendieron, estará será una escena que tendrá contexto más adelante )))):