Seguí a Emilio y lo alcancé en la orilla. Lo abrace por detrás y recargue mi cabeza en su hombro. Él se quedó quieto un momento pero luego me tomó de las manos y las entrelazó con las mías.
-Nunca en mi vida he tenido tanto miedo como ahora- me confesó viendo hacia el mar. Me solté y lo rodeé para verlo a la cara.
-Todo estará bien- dije aunque en el fondo no estaba tan seguro.
-No puedo perderte- Me dijo con tanta intensidad en la mirada que la piel se me puso chinita- Solo quiero que sepas que nunca he sentido algo tan fuerte por nadie.
Lo abrace rodeando por el cuello.
-Te quiero- dije casi en un susurro. Luego lo mire a los ojos y repetí- Te quiero demasiado y quiero que cuando esto acabe nos vayamos lejos y dejemos esto atrás.
-Cuando esto acabe, te prometo que tendrás la vida que mereces.
Entonces pegó sus labios a los míos y primero me beso con dulzura y luego con desesperación. Me levanto y enrede mis piernas en su cintura. Fue el primer beso que se sintió real. Sin rencores de por medio. Solo sentimiento puro.
Y la noche llegó. Y con ella el inicio del operativo y la responsabilidad sobre mi.
Y aunque hubiera preferido que Emilio me acompañara, una parte de mí estaba tranquilo porque él estaba a salvo.
Tenía que llevar un aspecto provocativo pero manteniendo el papel de dominante, ya que era yo quien tenía la base para entrar.
A Ander y a mi nos metieron en una habitación durante dos horas para lograr cierta complicidad y que fuera creíble el que éramos amantes.
Ambos llevaríamos cámaras ocultas; yo en los anteojos y él en un broche. Cuando finalmente estuve listo, salí al encuentro de los demás.
Había un completo silencio de parte de todos. A los primeros que vi fue a Baker y García y por primera vez, me vieron con una expresión humana: Pena.
-¿Pasa algo?- pregunté.
Emilio me miro pero no dijo nada.
-El agente Royer ha sido encontrado muerto esta mañana junto a un casino- me aclaró García.
Abrí los ojos y volteé a ver hacia Emilio.
-Aparentemente fue una sobredosis...
-Pero todos sabemos que no es la verdadera razón- dijo Emmanuel.
Me deje caer sobre una silla.
-No puedo creerlo...
-Eso significa que saben que estábamos detrás- dijo Emilio mirándome- Esto no es seguro, tenemos que cancelarlo.
-La muerte de un agente no es motivo suficiente para detener el operativo- Dijo Adriana recuperando su frialdad- Todo sigue según lo planeado.
-¿¡Y si lo torturaron!? ¿¡Como sabemos que no dijo nada!?
-La autopsia determinará eso, pero no podemos esperar. Ahora mismo debemos acabar con esto, por lo que todo sigue en pie- Ordenó García y me dirigió una mirada- Veo que ya estas listo- Lo dijo como si ya hubiéramos hablado suficiente de la muerte de Roy.
Intento no echarme a llorar.
Otra muerte que se sumaba a la lista en mi cabeza.-Hay un coche esperándolos afuera- dijo García arrojándole unas llaves a Anderson.
Emilio vino hacia mi y me tomó de la mano para llevarme a una esquina. Vi a García rodar los ojos.
-No tienes que hacerlo... si dices que no, nos iremos ahora mismo- insistió con desesperación.
