EMILIO
El día martes apenas tuvimos tiempo de estar juntos. Yo tuve que salir a reunirme con unos agentes, tenía que firmar cierto papeleo y cuando volví al edificio, me encontré con una noticia que cambiaría el operativo por completo.
-Logre que tuviera acceso de nivel tres- dijo Marín orgulloso.
-¿Eso que significa?- pregunté.
Seguí a Marín hasta la sala donde todos estaban. Incluido Joaquín.
-Eso quiere decir que su huella puede abrir cualquier puerta. No me preguntes como lo he hecho, ni siquiera yo lo sé pero ¡está dentro!- Joaquín parecía contento pero nervioso- Y no solo eso, él ser nivel tres le permite llevar a alguien con él. Es lo que hizo Derek cuando lo llevó, puede llevar un acompañante.
-¿Y a quien proponen para que entre con él?- pregunto Emmanuel.
-¿Yo?- me ofrecí a pesar de que sabía lo que pensaban- Se que tengo que lidera... pero todo está listo. Emmanuel se que eres capaz de hacerlo, no me importa cederlo si eso significa entrar con Joaquín.
Lo haría sin pensarlo.
-Sabemos que todo está planeado, Emilio. ¿Pero se han visto juntos? En cuanto pongan un pie dentro les lloverán ofertas de orgías- dijo Marín.
Joaquín me miro con duda.
-Derek me está buscando...- pensé en voz alta. Eso quizá significaría que no podría entrar con él.
-A mi también- replicó Joaquin.
-Es un riesgo que no me importa tomar- dije.
-¿Y en qué papel entraría?- pregunto Marín.
-En el de sumiso- dijo Emmanuel y Joaquín soltó una carcajada.
-Eso te encantaría ¿verdad?- le dije devolviéndole la sonrisa.
-Me excitó solo de pensarlo- dijo levantándome una ceja.
-Bueno, Bueno... demasiado información- intervino López.
Me acerque hasta Joaquín y le di un beso en los labios, luego saqué mi teléfono.
-Déjame hablar con los jefes...
Hablé con García.
No le pareció mala idea, creía que Joaquín solo llamaría demasiado la atención y parecería sospechoso.
Del que no sabíamos nada era de Roy.
-¿Nada?- me pregunto Marín durante la cena.
-Sigue sin dar señales de vida...
Esperaba que no le hubiera pasado nada, Joder. Era mi colega de años... como un hermano. Él me había comentado que Derek ya no confiaba en nadie de su seguridad y los tenía a todos en la mira.
Solo esperaba que se tratara de un mal entendido y que por alguna razón Roy se había tenido que limitar a usar el teléfono por su propia seguridad.
La mañana del miércoles había un ambiente pasante tenso y serio. Todos estaban muy callados en alguna ocupación.
Me disponía a buscar a Joaquín para aclarar alguna duda cuando llamaron a la puerta.
Abrí y eran García con un agente que no conocía.
-Cambio de planes- dijo García entrando sin más.
-Este es el agente Anderson y hemos llegado a la conclusión de que es más seguro de que sea él quien se infiltre con Joaquín.
-¿De mierda dices?- pregunté fulminando a García, ese chico debía tener unos 23 años máximo- Hemos hablado con Karen, esta de acuerdo. Son órdenes de arriba.
-¡No pienso dejar la vida de Joaquín en manos de este crío por ningún motivo!
-Este crió es de los mejores...
-¡Me importa una mierda que sea el mejor de entre un grupo de críos!
-¿Que pasa?- escuché la voz de Joaquín a mis espaldas.
Note como mi cuerpo se encendía en rabia.
-El agente Anderson será quien se infiltre contigo esta noche.
Voltee hacia Joaquín y vi su expresión de sorpresa, luego de miedo y decepción.
-Eso no va a pasar. Seré yo quien vaya contigo.
-Eso no lo decides tú...
-¡Nadie puede protegerlo como yo!
García me lanzo una mirada llena de veneno.
-Demasiado te han permitido hacer ya, sabiendo la relación sentimental que tienen ustedes dos. Deja de jugar con fuego si no quieres que te destituyan por no saber pensar con la cabeza y solo hacerlo con el pene...
Iba a partirle la cara pero Joaquín me tomó del brazo y me detuve.
-No tenemos tiempo para tonterías- dijo- Joaquín y Anderson deben conocerse para que se note confianza entre ellos, y tú vuelves a tu puesto- me dijo mirándome fijamente- pero no dudes que seré el primero en llamar a los jefes si vuelves a comportarte así.
Sabía que hablaba en serio. Y no podía arriesgarme a que me destituyeran y ahora si, dejar completamente solo a Joaquin.
Mire al maldito rubio y me acerque a él hasta que nuestras narices chocaron.
-Si le pasa algo mientras está contigo- lo amenace- Juro por Dios que no vuelves a ver la luz del sol.
Trago saliva y me largue de ahí molesto.