Salimos de aquella habitación como si nada hubiera pasado. Pero cualquiera que me viera, sabría que estoy a punto de desmayarme.
Había sido tan idiota como para creer que el hecho que sintiera algo por mi me mantendría con vida.
¿Realmente sentía algo por mi? Lo dudo.Me obligó a subir al coche antes que siguiera pudiera pensar en escapar.
-Te traería de vuelta antes de contar hasta a tres. Vivo o muerto no me importa.
Fue hasta que ya llevamos un rato en marcha que volvió a hablar.
-Creí que todo lo que había hecho había conseguido que me miraras de forma diferente, Joaquín.
Me quede callado observando la carretera.
-¿No dices nada?- seguí sin responder, entonces me tomo del pelo por sorpresa- Niño estupido- dijo juntando demasiado nuestros cuerpos- Podría tenerte ahora mismo con el auto en marcha si se me diera la haga. ¿Pero sabes lo que pasaría entonces? - me giro la cabeza, obligándome a verlo- Que valdrías una mierda. Para tu suerte, me importa más el dinero que un simple polvo. Por mucho que me calientes como nadie lo había hecho... los negocios van primero. Y yo para los negocios soy el puto amo- me dio un empujón y se volvió a separar de mi- Aunque primero tengo que asegurarme que no te vuelen la cabeza.
No hable hasta que tuve el valor para hacerlo.
-¿Cuanto tiempo llevas haciéndolo?- No le dirigí la mirada, pero él si a mi.
-¿Hacer que?
-Traficar personas...
-¿Qué? ¿Tu querido Emilio no te lo dijo? Aahhh, es cierto, el té mintió. - sonrió con descaro- Pues básicamente desde que descubrí que era un negocio bastante lucrativo.
Hijo de ...
-¿Desde que tú lo descubriste?- ahora si lo mire- Se que fue tu padre quien trajo a mi madre de Rusia con engaños. Prometiéndole que la ayudaría a cumplir su sueño de ser bailaría y con lo que se encontró fue con su peor pesadilla ¿Me equivoco?
Derek pareció sorprendido.
-Eres bastante astuto- dijo señalándome con índice.
Le mantuve la mirada hasta que fue él quien la bajó.
-Tú madre ya no era virgen cuando llegó a los Estados Unidos, ni te imaginas la decepción de mi madre cuando descubrió que no podría cobrar los 3 millones que un jeque le ofrecía por ella. Le tocó trabajar de criada en mi casa.
Dios mío.
-Tú padre la compró. Aunque ella nunca se enteró porque realmente se enamoró de él... le dio todo lo que quería. Lo mismo que hubiera pasado contigo si hubiera cooperado.
-Me das asco- dije con repugnancia.
-Te tendré respeto el día que dejes de tratarme como un objeto sexual.
Derek sonrió y sus ojos se transformaron.
-Te voy a mostrar lo que es un objeto sexual...- Mi miedo creció- Royer, bájate. Solo Castro nos acompañará- dijo refiriéndose al otro guardaespaldas.
-¿A donde me llevas?
-Te voy a dar una pequeña lección.
Me quede maridado durando todo el trayecto. No fuimos a casa, sino hasta un lugar en el centro de la ciudad. El lugar parecía un antro, uno de los finos.