The Wicked Powers I ( Poderes Mayores )

Capítulo 5: Cuchillas de sueños

Dru abrió la puerta del Instituto y se encontró con Kit Herondale allí, los demás habían salido a hacer una patrulla por Los Ángeles y sólo quedaba ella y Tavvy. Se había negado a acompañarlos por que sabía que Kit en algún momento vendría. Sabía, a pesar de lo que le había dicho en el pasillo, de que él no abandonaría a Ty en ninguna circunstancia. Su amor era demasiado grande, o al menos el de Kit. Kit estaba vestido como un ciudadano cualquiera, aunque era mucho más apuesto que cualquiera que pudieras ver por ahí, unos brillantes ojos azules cómo el mar en verano, un cabello dorado, un tinte pálido y sin ninguna imperfección. Dru se preguntaba como todos podían ser tan perfectos y ella no. Kit vestía con una camisa de manga larga por debajo de una polera y usaba unos pantalones negros muy ajustados.

— He llegado — dijo él sin preámbulos, se le veía ansioso, pues claro ¿Cómo no lo estaría? La propia Dru también lo estaba. Su pobre hermano estaba en Feéra, Dru trató de imaginarse lo encerrado en una casa de la que no pudiera salir, desesperado y ansioso en un nivel extremo —. ¿Que ha pasado con Ty?

Dru abrió la boca pero las palabras que salieron no eran las esperadas. Lo único que le dijo fue que Ty estaba desaparecido, pero no le dijo lo que sabía, algo en lo más profundo de su interior le impedía hacerlo. Era frustrante. Muy frustrante, ¿Así cómo ayudaría a su hermano? ¿Así cómo podría salvarlo? Lo único que tenía era la esperanza de que Ash no dejara que le hiciera nada, pero ¿Podía enserio confiar en su palabra? Apenas lo conocía y todo en él era demasiado... ¿Intenso? No sabía como describirlo. Era hijo de uno de los mayores villanos que la clave jamás a conocido, que a su vez lo tuvo con otra loca desquiciada que es la Reina Seelie y fue criado por Annabel Blackthorn – La reina del aire y la oscuridad, como se le conocía en Thule según Emma y Julian – y el Rey Unseelie. Realmente era sumamente intenso, aparte de que tenía aquel extraño hechizo que provenía del Libro de lo negro.

Cuando termino su relato juró ver que algo en Kit se rompió, pareciera como si se fuera a poner a llorar aunque Dru nunca lo había visto demostrar sus sentimientos tan abiertamente, ni siquiera esa vez que los vio a ambos en el tejado, cuando Dru se enteró de la verdad del porque Kit se había ido, lo había visto tan mal como en aquel momento. Sus ojos se abrieron mucho y tuvo que apoyarse contra la pared cercana a la puerta de entrada del Instituto. El aire soplaba y hacia que los cabellos dorados de Kit de movieran con una extraña tranquilidad que era desacorde con su expresión preocupada.

— ¿N-No sabéis nada? ¿Nada, nada? — preguntó él sin mirarla y Dru asintió lentamente al principio con cierta duda. Sentía que estaba mintiendo sobre algo muy importante y realmente lo estaba haciendo.

Entonces pasó algo que dejó desconcertada a Dru, Kit volteó al instante y ella podría jurar que estaba viendo algo, su cuerpo se tensó aún más y murmuró una pequeña disculpa a Dru para irse a caminar con la excusa de que << Necesitaba pensar bien todo aquello >>. Drusilla asintió brevemente. En cuanto Kit rodeó el Instituto con dirección al patio trasero donde las estatuas de los dioses griegos se encontraban Dru lo siguió sin dudarlo. Era la experta en seguir a la gente y ocultarse. Podría observarlo sin que se diera cuenta, como había hecho en muchas ocasiones a lo largo de su vida.

-------***-------

Ash entró con cautela a la pequeña cabaña que se había convertido en su hogar desde que llegó de Thule junto con Janus. La casa parecía sombría, más sombría de lo que era normalmente. Ash escuchó a alguien tocando el piano, una pieza de suma concentración y rápida, una pieza rápida que hacía que todo fuera más tétrico de lo que era. Ash no era de los que se asustaba con facilidad pero estas cosas harían asustar a cualquiera aunque no a un grado que llegara a la paranoia, simplemente daba... miedo.