The Wicked Powers I ( Poderes Mayores )

Capítulo 23: Amargo

— ¡Jace espera! —Clary le cogió de la manga a Jace y este se volvió rápidamente, se había vestido con un traje de combate al igual que ella. Se dirigían hacia el patio del Instituto donde un grupo grande de hadas y de miembros de la Cohorte se plantaron a esperar que los cazadores de sombras del Instituto de Londres salieran —. Necesito hablar contigo antes de que salgamos.

Jace se volvió hacia la asustada vieja Evelyn murmuró una rápida disculpa y se fue con Clary a un lugar más privado. 

—¿Qué pasa...? — Clary se abalanzó hacia él sin pensarlo un segundo. Quería sentirlo, sentir a su Jace, al verdadero. Las lágrimas comenzaron a bajar por las mejillas de Clary y Jace le miró extrañado, luz dorada que provenía del exterior se reflejaba en su cara haciendo que su cabello brillara intensamente al igual que sus ojos dorados —. Clary — El chico le puso un mechón de cabello rojizo detrás de la oreja y después poso su mano en la mejilla de Clary —. ¿Por qué lloras?

— Jace. Tengo algo que decirte y que me quería guardar hasta que estuviéramos casados — ella alzó su mirada y le miró directamente —. Estoy... Estoy embarazada.

Jace abrió mucho los ojos y una gran sonrisa se posó en su rostro.

—Eso es genial Clary... —

— En estos momentos no lo es — Clary no podía controlar sus lágrimas, ella siguió aferrada al cuerpo de Jace tratando de no perder el control —. Prométeme una cosa. Prométeme que pase lo que pase no te veré morir.

Jace abrió mucho los ojos y apartó un poco a Clary.

— No puedo prometer eso Clary. Además no dejare que nadie te haga nada, te protegeré con mi vida — le dijo él.

— Pero eso es lo que no quiero. No quiero que mueras ante mis ojos, me destruiría por completo — Clary se pasó la mano por la cara tratando de limpiar sus lágrimas.

— ¿Y crees que verte morir tampoco me destruiría a mi? — Clary se quedó callada, desvío la mirada y tragó saliva. 

— Vamos, no podemos quedarnos aquí mucho tiempo más — Clary se retiró y Jace la siguió. Ninguno de los dos dijo una sola palabra.

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— ¿Para qué estamos yendo al Instituto de Londres? — Preguntó Dru mientras Ash manejaba a toda velocidad por las calles de la ciudad, hace varias horas habían llegado allí y él se había puesto muy intenso con la decisión de ir al Instituto de la zona.

— Están aquí — dijo Ash —. él está aquí. Te dije que nadie te haría daño y él pagará por lo que hizo, no solo te lastimo si no que también me traicionó...

—¿Te traicionó? No me habías contado sobre eso... — Dru le miró extrañada pero él hizo un ademán para no responder.

Se adentraron en una calle vacía de mundanos y aceleraron aún más, Dru tuvo miedo de que chocaran. Pero Ash había demostrado ser un muy buen conductor. El atardecer estaba cayendo en Londres cuando llegaron a su destino, el Instituto se alzaba delante de ellos, este era uno de los Institutos más imponentes de todo el mundo y uno de los que se veían más viejos. Dru recordó los días que pasó allí, el tiempo que pasó con Jaime... Jaime. Ella abrió mucho los ojos y cayó en cuenta de lo que había hecho, había abandonado a Jaime y a su hermano Tavvy a la deriva por irse con Ash.

Pero no fue su culpa, ella no tenía otra opción... O eso era lo que pensaba ella. Si se miraba con otra perspectiva Dru había sido muy mala, y se sentía peor al pensar que en todo este tiempo no estaban en ni una parte de sus preocupaciones.