Kit Herondale recorrió las largas praderas de aquel extraño lugar siete pasos atrás de Ty Blackthorn. Desde que habían hablado lo que parecieran ser horas – Podrían haber sido días e incluso semanas desde aquello, no podía estar seguro del todo, donde estaban era sumamente extraño, más extraño aún que Feéra, la tierra de las hadas –, pero no era por que Kit no quisiera hablarle, todo lo contrario, sentía una inmensa necesidad de hacerlo, de sumergirse por horas en las intrincadas conversaciones que habían mantenido constantemente hace tres largos años. Pero Ty no se veía de humor para hacerlo.
Ty no le dirigía la mirada en ningún momento, sus finos labios se mantenían cerrados en una suave línea. Kit no se había podido quitar de la cabeza su beso con él, la forma en que sus labios recorrieron los de Ty en una dulce sinfonía, el sabor y el regocijo de su interior que crecía sin parar. Se sentía feliz por haberlo hecho pero también se sentía incómodo, siempre que había imaginado que besaba a Ty era algo romántico, frente al mar de Los Ángeles con sus ojos grises mirándolo y no mirándolo, puesto que Ty nunca miraba a los ojos. La realidad fue que todo estuvo muy apresurado y después de hacerlo Kit sentía ganas de salir corriendo y ocultarse bajo tierra, que nadie lo viera.
— ¿Cómo llegaste a Feéra? — preguntó Kit rompiendo el hielo en el aire, era algo que había estado preguntándose desde que había hablado con Ty, ¿Cómo terminó en aquel lugar? Tiberius se paró en seco, Kit observó como todo su cuerpo se tensaba, sus largos y finos dedos se movían en el costado de su pierna. Después de un momento Ty continuo con su camino sin rumbo, a lo lejos el sol comenzó a ocultarse para dejar paso a la oscura noche. El prado pareciera ser infinito.
— Ash Morgenstern y el Jace de la otra dimensión me llevaron hasta Feéra y me encerraron allí largo tiempo. Pienso que mi cuerpo físico sigue allí — Ty lo dijo de un modo tan... Insignificante que hasta Kit podría descartarlo de la conversación, aunque le había quedado claro que Tiberius tampoco sabía el por qué de las acciones de estos dos. << El Jace de Thule... Ash Morgenstern... ¿Qué hacen ellos aquí? >>. Kit tragó saliva, nada de lo que les deparaba cuando llegaran a su dimensión iría a ser fácil, pero antes de eso debían encargarse de Livvy.
Antes de que Kit pudiera decir una sola palabra Ty comenzó a correr. Las sombras se aglomenaron a su alrededor tan rápidas que fueron imposibles saber que habían llegado, y una densa niebla comenzó a recorrer todo el terreno.
— ¡Ty! ¿¡A dónde vas!? — le Gritó Kit mientras esté lo seguía sin dudarlo un segundo.
La niebla empezó a nublar más y más su visión, esto era malo, muy malo, en todo el tiempo que habian recorrido este campo y los días habían transcurrido nada como esto había ocurrido. Kit corría desesperado sin perder de vista un momento el cuerpo de Ty corriendo a su vez a lo lejos, sentía un vacío en el estómago, sentía que iría a perder de nuevo a Ty. No sabía que podía pasar, la niebla se volvía cada vez más y más densa y el cuerpo de Ty se volvía más y más invisible para Kit.
— ¡TY! ¡Ty no me dejes! ¡No lo hagas! ¡No me dejes sólo en estos momentos, estupido! ¡Ty! — Kit tropezó, y luego Ty se fue de su campo de visión.
Kit se arrodilló y miró al frente, su mirada comenzó a nublarse con el rumor de las lágrimas. Dio un puñetazo al suelo de tierra, y luego otro y otro. Era demasiado real para ser mentira, la tierra comenzó a pegarse entre los dedos y pequeños raspones se formaron en sus nudillos. Gritó y muy alto.
— ¡Maldito mundo de mierda! — no sabía si se lo decía a su mundo a está dimensión. ¿Que había visto Ty? ¿Por qué se había ido corriendo?
— Christopher Herondale — una voz etílica le hablo desde las densas nieblas —. Déjalo ir. Todo esto no es asunto tuyo.
— ¿Quién eres? — preguntó Kit. Era algo estupido todo esto, realmente no creía que estuviera ocurriendo.
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The Wicked Powers I ( Poderes Mayores )
FanfictionTres años después de los acontecimientos de TDA, Kit, Ty y Drusilla Blackthorn han sido separados los unos a los otros. Kit está ahora viviendo con Tessa y Jem y la pequeña niña de estos, todo parece ir bien hasta que llega una carta desde el Instit...