— Reina Seelie — las palabras salieron de su boca como si fueran una maldición, no le caía bien la reina Seelie pero por cuestiones de negocios tenía que tratar con ella. Zara hizo una forzosa perfecta reverencia, la reina la miró atrávez de sus verdes ojos y levantó una ceja. Sus labios eran una fina línea, estaban pintados de un fuerte rojo que se hacían ver sobre su pálida piel —. Tengo malas noticias...— Ya lo veo. No has sido capaz de cumplir tú trabajo, Zara. No me sorprende, debo admitirlo — Zara se tensó, estaba segura de que eso fue una pulla muy enserio puesto que las hadas no podían mentir. Se acomodó.
— ... Pero también tengo buenas — Zara se volteó hacia Billy Highsmith, un chico alto y fornido, un pariente lejano de la vieja directora del Instituto de Londres. Este asintió entendiendo sus señas, se alejó por uno de los largos pasillos que conformaban la corte Seelie.
— Dime las malas primero — le ordenó la Reina, Zara se tensó, no le gustaba que nadie le diera ordenes y menos un subterráneo, no tenían derecho de hacerlo pero tenía que aguantarse por el bien de su causa. << Muy pronto me vengare de todos los estupidos Cazadores de Sombras que mataron a mi padre y destruyeron mi vida. A todos los haré pagar, los mataré uno por uno. La Clave no es tan fuerte como lo era antes, decayó por el mandato de un amante de los subterráneos y sus amigos >>.
— Encontramos la fuente de los poderes malignos. Provenía de un chico — Zara alzó la vista y le sostuvo la mirada a la Reina esperando su reacción —. Kit Herondale.
— ¿El hijo de ese bandido de Rook? ¿Tiene esos poderes? Eso sólo puede significar... — la Reina siempre era de las personas que escondían sus pensamientos y se los guardaba para sí, pero en este caso ella no se pudo resistir y su cara fue de consternación pura. Zara notó como apretaba los puños sobre el reposabrazos de su trono.
— El chico está en una especie de coma, tratamos de cargarlo para traerlo a la corte pero fue imposible hacerlo. Un campo de protección lo rodea y empuja a cualquiera que se acerque al chico —
— ¿¡Y lo dejaste sólo!? — la Reina cambió su semblante a enojada, era sorprendente saber lo mucho que esto la afectaba. Zara aún recordaba el día en que contacto con ellos por medio de uno de sus cortesanos más cercanos, Adaon Kingson, hijo del antiguo Rey Unseelie, Arawn. En este momento él se encontraba a la sombra del trono escuchando atentamente lo que pasaba en la sala del trono al igual que muchos que también se encontraban allí. Cuando él la fue a buscar le comentó todo lo que había pasado, habían encontrado un modo de que ambas obtuvieran su venganza y a la Reina le urgía que Zara se presentara a una reunión con ella. Claramente aceptó y la Reina le comentó todo su plan, era magnífico.
— No. Lo deje vigilado por dos de mis mejores hombres, aunque no parece que quiera despertar y no será un peligro inmediato esa posibilidad — la Reina alzó una ceja y después la bajo —. ¡Billy! — el muchacho empezó a entrar junto a cuatro Cazadores de Sombras detrás de él, Zara sonrió —. Aquí tiene su buena noticia, majestad — la palabra le sabia como tierra en la boca, pero tuvo que soportarlo.
Atrás de Billy estaban cuatro Cazadores de Sombras de los que más odiaba: Emma Carstairs, Julian Blackthorn, Cristina Rosales y Mark Blackthorn. Todos ellos estaban encadenados para el placer visual de Zara y estaban consternados por lo que estaba pasando, aunque Julian se veía enfurecido, todos creían que la reina estaba de su lado pero obviamente no es así. La Reina tenía una sonrisa en los labios.
— Oh vaya, nos volvemos a ver. Niño de las espinas — pareciera ser que se estaba refiriendo a Julian.
— No puedo creer que aceptaras trabajar con esta zorra — Julian tenía un semblante enojado, Zara no se pudo resistir, se acercó y le pegó una cachetada tan fuerte que le rompió un labio. Le cogió fuertemente la cara.
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The Wicked Powers I ( Poderes Mayores )
FanfictionTres años después de los acontecimientos de TDA, Kit, Ty y Drusilla Blackthorn han sido separados los unos a los otros. Kit está ahora viviendo con Tessa y Jem y la pequeña niña de estos, todo parece ir bien hasta que llega una carta desde el Instit...