The Wicked Powers I ( Poderes Mayores )

Capítulo 22: Efecto mariposa

Jace Herondale se acercó a Clary cuidadosamente. Su esposa estaba sentada ante la chimenea que decoraba el interior del salón del instituto de Londres, Clary no había hablado con él desde que habían huido de la batalla, se veía sin vida, vacía, Jace había hecho todo lo que podía para animarla pero era imposible. Por las noches la escuchaba gritar en sus sueños nombres conocidos como << Izzy, Simon, Luke, Jocelyn >> pero el que más escuchaba Jace era << Janus >>.

Jace se sentó a su lado y se quedó mirando fijamente la chimenea sin decir o hacer nada solo brindándole a Clary su compañía. 

— Jace... — Dijo ella y él volvió la cara rápidamente hacia Clary. Sus ojos verdes brillaron cuando miraron hacia los dorados de él, pero este brillo era diferente al habitual, este estaba contaminado por la tristeza y la pena.

 —¿Dónde crees que están? ¿Crees que están todos bien? — Jace dudó por un momento pero asintió. Aún podía sentir a Alec y él sabía que Clary también podía sentir a Simon por sus lazos Parabatai.

— No tengo ni idea de donde puedan estar, pero sé que aún viven. Tú lo sabes también, nuestros lazos parabatais no se han roto y eso solo puede significar una cosa, que están vivos. Y si Alec y Simon están bien los demás deben estarlo — Clary asintió levemente.

— Pero aún no puede dejar de pensar sobre que todo esto es mi culpa —dijo ella —. ¿Por qué Jace? ¿Por qué nosotros? después de todo lo que hemos pasado, después de todo lo que hemos luchado esto no se ha acabado. ¿Cuando lo hará? ¿Cuando podremos ser felices de una vez por todas?

— El deber de un Cazador de sombras nunca se acaba — dijo él entre dientes. No era lo más conveniente para decir pero era cierto, su deber nunca iba a acabar. Durante toda su vida seguirían luchando hasta que algún día morirían por ello, así ha sido durante muchas generaciones.

— Ya no estoy seguro cuál es nuestro verdadero enemigo. Llevamos peleando entre nosotros durante tanto tiempo, contra los subterráneos que se nos olvido nuestro verdadero objetivo. Los demonios. ¿No lo has notado Jace? — le preguntó ella.

— Sí. Hay demasiados demonios merodeando por todas partes, todo se está pudriendo lentamente... La Clave no es lo que era antes y como tú dices estamos peleando entre nosotros todo el tiempo — Clary no dijo nada más, ella se recostó en el hombro de Jace y se quedó mirando el fuego.

—¡Jace, Clary! — La vieja Evelyn entró a la habitación con cara consternada junto a su anciana criada, Bridget. Jace se levantó del suelo rápidamente junto a Clary.

—¿Qué pasa? — Clary miró a ambas señoras con ojos preocupados —. ¿Llegaron los hermanos silenciosos, ya recibieron nuestro mensaje?

— No — dijo Evelyn cortante. Estaba pálida como el hueso y Jace temió que se fuera a desmayar o que le fuera a dar un infarto —. Han llegado. 

—¿Quienes? — preguntó esta vez Jace.

— Ellos. La Cohorte y las hadas —

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—¡Guardias hagan algo! — Los guardias se acercaron temerosos hacia Kit y Ty los cuales habían dejado de besarse y ahora estaban agarrados de las manos mirando a todo el mundo con caras consternadas como si se hubieran dado cuenta de lo que habían hecho. Cristina miró hacia Julian el cuál no había podido decir nada por lo impactante de la escena. Ella también estaba impactada por lo que había entre Ty y Kit, pero más sorprendida estaba por los poderes de Kit. Emma también se veía impresionada pero más que eso se veía asustada. 

— ¡No se atrevan! — Kit sacó un cuchillo serafín —. Si lo hacen haré que se arrepientan toda su vida. 

— Tenemos que hacer algo — les dijo Emma a sus amigos —. Tenemos que salir de aquí, sea como sea.