Capítulo 24: Cuchillo de Plata

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Durante mucho tiempo lo único que había querido Clary era paz, desde que derrotaron a Sebastian en Edom ella había deseado esto. Las cosas no siempre resultan como uno las quería y este era uno de los casos, desde aquel momento la Clave se ganó la enemistad de las hadas por las estrictas medidas a las que las sometieron. La paz fría la llamaron, hasta con el nombre daban ganas de ponerse triste, cada que pasaba el tiempo las enemistades entre los subterráneos y los Cazadores de Sombras fueron creciendo en especial con las hadas.

Después ocurrió algo que Clary nunca se había esperado que sucediera, a los cazadores de Sombras se les obligó abandonar su ciudad, Idris, la ciudad que todo Cazador recordaba por ser el lugar donde todos se sentían conformes, felices... El sentimiento que muchos nombran como estar en casa. Ella misma había experimentado esta sensación... Este problema fue causado por miembros fascistas de un grupo que se denominó como la Cohorte.

La Cohorte a punta de amenazas obligó a los Cazadores de Sombras que seguían a Alexander Lightwood a abandonar Idris. Muchos se fueron con ellos y otros tantos se quedaron con la Cohorte, aquel día fue el que hizo que todo cambiara. La Clave nunca fue lo que era antes, los subterráneos comenzaron a perderles respeto y cada día aumentaban el número de demonios en el mundo a falta de Cazadores de sombras que lucharan contra ellos. Todos se sumergieron dentro de guerra sin fin entre ellos mismos, Cazadores contra Cazadores. 

Clary a pesar de todo esto nunca se imaginó que el que tenía planeado como el mejor día de su vida fuese el peor. Todas las veces que intentaba dormir después de aquello su cabeza se llenaba de recuerdos de aquel fatídico día, sobre todo, a Luke desangrándose en el suelo y a su madre desesperada buscando a alguien que la ayudara. Ella se sentía horrible al haberlos dejado allí a manos de sus enemigos, pero como le decía Jace no había nada que pudieran hacer. Ni ellos dos con sus habilidades especiales podían luchar contra semejante ejército.

Por eso cuando Clary vio lo que estaba sucediendo en el patio del Instituto de Londres todo su mundo se puso patas arriba. Al verlo rememoró la mítica escena en la sala del consejo, la última vez que había estado en Idris, pero está vez no eran los miembros de la Cohorte los que estaban arrodillados y con un cuchillo en el cuello, esta vez eran sus seres queridos los que estaban allí. Su madre, Luke - Con una venda en el pecho de donde ella presumía se había herido -, Jem Carstairs, Tessa, Simon, Isabelle, Magnus, Alec. Las personas que más amaba estaban allí, con un cuchillo en el cuello y esperando su sentencia, Clary agradeció que los niños no estuvieran involucrados en esto. Max y Rafe estaban lejos de esto junto a Aline Penhallow y Helen Blackthorn, los cuatro miraban a los que estaban arrodillados con expresiones que hacían que el corazón de Clary doliera.

Jace le echó un vistazo con un claro brillo de preocupación en los ojos, él extendió su mano y le cogió la mano a Clary, ella sabía que trataba de consolarla... Pero eso no serviría de mucho para calmarla. De entre el revoltijo de hadas y miembros de la Cohorte que estaban allí esperando salieron dos caras conocidas. Janus y Zara Dearborn se posicionaron enfrente de sus seres queridos y miraron hacia la entrada del Instituto. Janus fue el que habló primero.

—¿Creías que podías esconderte de mí para siempre Clary? — Preguntó Janus acercándose lentamente hacia Jace y Clary. Al lado de ellos dos la vieja Evelyn y su cocinera se volvieron y entraron despavoridas dentro del Instituto y cuando estuvieron dentro cerraron la puerta de un golpe.

—¿Cómo sabías que estábamos aquí? — Preguntó Jace a su vez. Janus se volvió hacia Zara y lanzó una carcajada.

—Evelyn Highsmith nos contó hasta el último detalle — Al oír estas palabras a Clary se le subió la cólera a la cabeza. Creía que podía desmayar si no se controlaba y Jace notó esto puesto que apretó su mano para que supiera que debía calmarse. << Maldita vieja >> Pensó Clary. Ella volvió sus verdes ojos hacia Jace con una mirada que decía más que mil palabras, él la miró impresionado y negó rotundamente con la cabeza. Pero ella no lo escucharía, porque era más lo que se había apoderado sus sentimientos de ella que la razón. 

—Sé lo que quieres Janus — le dijo Clary —. Dejalos ir a todos y lo haré. Te lo prometo, lo haré.

Janus lanzó una carcajada y alzó la mirada hacia ella, sus ojos dorados eran tan parecidos a los de su Jace que algo dentro de Clary se removió. Tenía ganas de vomitar de solo estar allí presenciando eso. Ella dio un paso adelante con la intención de bajar y entregarse de una vez pero Jace la detuvo con una expresión severa en el rostro.

— Clary... — escuchó ella que decía Luke a lo lejos —. No hay motivos para seguir luchando, todo está acabado — Ella abrió mucho los ojos al oír estas palabras, el Luke que Clary conocía nunca dejaría que eso saliera de su boca pero aún así lo estaba escuchando decirlas. Luke le estaba diciendo que se rindiera...

—Escuchalo Clary — dijo Janus —. Estáis acabados. No estás en posición de negociar nada ¡Ven aquí ahora mismo si no quieres que algo le pase a tus amigos! ¡Si a la cuenta de tres no estás aquí besandome los putos pies entonces algo pasará! Y no quiero que algo malo pase — Janus alzó la mano derecha y comenzó la cuenta regresiva.

<< Tres >> pensó ella. No podía dejar que algo pasará con sus seres queridos, no podía presenciar la muerte de alguien allí... Eso sería la gota que derramará el vaso. Decidida a cumplir las peticiones de Janus ella comenzó a bajar pero una mano conocida la detuvo de nuevo.

— ¡Suéltame Jace! — le gritó ella —. ¡No hay nada que hacer! ¡Prefiero vivir toda mi vida al lado de un psicótico que ver morir a alguno de ellos! — las lágrimas brotaron de sus ojos. << Dos >> vió que en la mano de Janus solo quedaban dos dedos simbolizando el poco tiempo que le quedaba para pensar. 

— ¡Él no lo hará! — afirmó Jace —. ¡Yo no sería capaz de hacer algo así! 

Janus alzó una ceja y sonrió, esa sonrisa de su Jace no debería estar en un ser tan despreciable. << Uno >> el dedo índice era el único que quedaba en la cuenta de Janus y Clary salió corriendo despavorida escaleras abajo. 

Pero como no podía ser de otra Jace la detuvo, esta vez se lanzó encima de ella y la sujetó en el suelo para que no se pudiera mover. Clary se removió inquieta tratando de escapar como si fuera un gusano pero la fuerza de Jace era mayor que la suya.

—¡Jace por favor! — Le rogó ella —. ¡Déjame ir!

—¿Enserio crees que no lo haré Jace? — Janus bajo la mano indicando que la cuenta había acabado, todo el cuerpo de Clary se llenó de escalofríos. No pudo evitar recorrer con la mirada a todos sus amigos. Deseando que nada de esto estuviera ocurriendo —. Yo no soy — le dijo a Jace con desprecio —. Yo no soy Sebastian. Yo lo que quiero lo consigo, así sea a la fuerza — Janus se volvió con dirección a donde estaba el hada que tenía el cuchillo puesto en Luke. << No. Porfavor no >> —. Cortale el cuello al lobo.

— ¡Janus no! ¡Porfavor! ¡PORFAVOR! — Gritó Clary desesperada —. ¡Luke!

Luke la miró con una sonrisa en los labios y susurró unas palabras que solo la propia Clary pudo escuchar.

— Cuida de tu madre Clary — le dijo y sin más espera el hada movió el cuchillo abriendo una gran herida en la garganta de Luke. Clary observó petrificada mientras el hombre que había considerado su padre se ahogaba con su propia sangre en el suelo, todos lo miraron a su vez. Las lágrimas bajaron por las mejillas de Clary sin previo aviso, estas quemaban como si fueran pequeñas gotas de fuego celestial que brotaban de sus ojos. Ella lanzó un desgarrador grito y vio como su madre se desmayaba de la presión del momento. 

Los ojos verdes sin vida de Luke quedaron mirando hacia el cielo, la sangre se secó rápidamente en sus labios. Clary supo de inmediato lo que había usado el hada para asesinarlo, un cuchillo de plata especializado para asesinar lobos. 

—¡NO! — gritó Clary. está palabra la repitió tantas veces que perdió valor en cierto punto, ella pudo escuchar como Janus se reía al verla, él sabía que tenía el control. Que ellos no podían hacer nada para evitar que esto pasará.

Que Clary era débil y no podía hacer nada para salvar a sus amigos. ¿Quién sería el siguiente? ¿Quién más tenía que derramar su sangre solo para protegerla de otro psicópata?  

The Wicked Powers I ( Poderes Mayores )Where stories live. Discover now