Capítulo 16: Aquellos que huyeron

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—¡Ty! — Kit corrió hacia él en medio de la tenue luz del atardecer, era una escena familiar y extraña a la vez, la había vivido mil veces pero ninguna. La había sentido mil veces pero ninguna. Había sentido mil veces pero ninguna —. ¡Ty!

El chico de los cabellos negros se volvió y le miro con sus penetrantes ojos plateados, estos brillaban con el rumor de las lágrimas.

¡Tú! — Ty se veía enfurecido, de un momento a otro paso de ser el chico tímido que siempre había conocido a uno totalmente distinto. Un Ty lleno de odio y rencor —. ¡Tú me hiciste esto!

—¿Hacerte qué? — preguntó Kit sorprendido, sus pies quemaban cada vez que trataba de acercarse al chico. Estaba completamente descalzo y podía acariciar la arena con los dedos, pero no era la cálida arena que siempre había conocido si no que era una que te quemaba hasta los huesos —. ¿¡Ty!? — de un momento a otro Ty comenzó a sangrar, a Kit el corazón se le detuvo por un momento por presenciar esa imagen. Ty sangraba por todas partes, pero lo peor era su cara, una parte de ella estaba comenzado a deformarse, adoptando la forma de alguien que él conocía muy bien también.

La había visto muchas veces en sus sueños y había estado presente en sus pensamientos demasiado tiempo para contar las veces.

—¡Tú me hiciste esto! — la voz de Ty se mezcló con la de Livvy haciendo que estas dos se escucharan como el chillar de un demonio. Kit se asustó, levantó la mano tratando de alcanzarlo, de alcanzar lo último que quedaba de Ty.

—Ty... — Kit puso los ojos en blanco mientras la criatura se alejaba más y más. La desesperación lo invadió y comenzó a ir detrás de la forma irreconocible, la arena le quemaba los pies. Quemaba y quemaba — ¡Ty! ¡Maldita sea, no te lleves a mi Ty! ¡No lo alejes de mi una vez más...!

Perdió el equilibrio y cayó, su cara chocó directamente contra la arena haciendo que esta se deformara. Quemaba, ahora todo su cuerpo quemaba. Lo único que pudo hacer fue llorar mientras la risa de algo siniestro lo invadía por todas partes.

—Ahora tú pagarás la deuda. Herondale — esta vez fue una voz masculina la que hablo, nunca en su vida la había escuchado pero era siniestra y fría —. Pagaras las deudas del pasado y la deuda que acabas de crear con la ley de lo intocable. Tu valía se pondrá en juego al igual que tu vida, probaras al cielo y al infierno que eres merecedor de vestir el bronce manto sagrado. Chico Herondale, tu prueba ha comenzado... Herondale... Herondale... Herondale... Kit... Kit...

—¡Kit! — Kit se levantó. Tardo un momento en abrir los ojos pues sentía que hubieran pasado años desde la última vez que estuviera en el mundo real, cuando los abrió lo primero que se encontró fue con la verde cara de Ragnor Fell.

—¡Ragnor! — Kit se levantó de la mesa en la que se encontraba pero cuando lo hizo sintió algo pegajoso bajo la planta de las botas. Era sangre, tan roja, era como la recordaba cuando la había visto por primera vez, asquerosa y terrorífica, no por que fuera terrorífico el líquido rojo si no por lo que conllevaba aquello —. ¿Q–Qué...? ¿Qué ha pasado? — Kit se percató igualmente de que Ragnor tenía una herida en el pecho y de esta manaba sangre, sangre de brujo.

The Wicked Powers I ( Poderes Mayores )Where stories live. Discover now