Capítulo 19: Tempestad

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Kit Herondale atravesó el portal con plena seguridad de que allí encontraría a Jem y Tessa. Cuando estuvo en Devon pudo observar como el mar se extendía a lo lejos, estaba amaneciendo y el sol se asomaba por el horizonte, anaranjado e imponente. Era una imagen hermosa, verla le hizo recordar a Ty. Recordar los momentos que habían pasado juntos admirando la belleza de un amanecer, mientras Kit lo miraba disimuladamente tratando de ocultar lo que sentía ante él.

Pero aquello hizo que se sintiera aún peor, la última vez que lo había visto... Fue algo desgarrador, nunca había visto a Ty llorar, siempre tenía la solución para cualquier problema que se le presentara. Pero en aquel momento él pudo ver la verdadera desesperación en sus plateados ojos, sus manos blancas de dedos largos temblaban, tenía sudor en toda la frente, Kit tenía miedo de que le diera un colapso nervioso.

Trató de despejar su mente y comenzó a atravesar la ciudad para dirigirse al que había sido su hogar por tres años. Recorrió el pueblo en cuestión de minutos, sus pies andaban rápido sin prestar mucha atención a nada ni a nadie. Las personas lo podían ver lleno de sangre y de mugre, había perdido su estela y no podía hacer una runa de Glamour. Pero no le importaba que lo vieran, su único objetivo era llegar a su casa.

Atravesó el bosque de igual manera, pero este le costó más tiempo. Su corazón en cierto punto comenzó a estar cada vez más agitado, y él a su vez más nervioso. Sentía que habían pasado años desde la última vez que había estado allí, en el lugar que consideraba su hogar. Cuanto más se acercaba más le invadían los recuerdos de él jugando con la pequeña Mina, entrenando con Jem o hablando con Tessa... ahora que lo pensaba extrañaba esa vida, esa simple vida que disfrutó por tres años. En todo el camino pensó si realmente valió la pena haber hecho todo esto, Ty nunca le pidió que cortara el vínculo, pero todas esas cosas extrañas que le dijo Livvy y todo lo que pasó en aquel mundo le ayudó a comprender más sus poderes. Aunque aún seguía muy a ciegas con ellos.

Después de un rato corriendo atrávez de aquel bosque llego por fin a su destino. Una pequeña cabañana en medio del bosque, una aura de familiaridad lo seguía invadiendo y se hacía aún más fuerte que antes. Kit por un momento también sintió escalofríos, todo allí se veía muy... calmado. A pesar de que en la cabaña solo vivieran cuatro personas siempre mantenía llena de movimiento, Mina correteando de un lado para otro, Jem y Tessa en el jardín o haciendo cualquier cosa en los alrededores o dentro de la casa cocinando... era algo raro, algo muy raro verla así.

Pero aún así, con el mal presentimiento y todo se acercó a ella con pasos lentos y metódicos, mirando a todos los lados y estando alerta a todo momento. Aquello era algo que le había enseñado Jem, no debía actuar apresurado, tenía que estudiar muy bien sus movimientos y no dejarse llevar por ningún tipo de emoción externa. Cuando llegó a la puerta extendió su mano para abrirla pero algo lo detuvo de hacerlo. Alguien gritó atrás suyo, Kit se sobresaltó y se quedó muy quieto.

—¡No te muevas! — Él no lo hizo. Cerró los ojos y trató de escuchar todo lo que pudo, estudiar a su enemigo sin verlo.

—¿Quién eres? — le Gritó él en respuesta —. ¿Qué haces aquí ?

—Esa voz... ¿Kit? — Kit se dio la vuelta y la miró. Como no se había dado cuenta, ¡era ella! Tanisha. La chica de ojos oscuros y cabello castaño que había sido su única amiga por tres años. No había pensado encontrarla allí. Kit pensó en lo que había pasado entre ellos dos y se sonrojo, Tan lo noto pero hizo como que no se había dado de cuenta.

—¡Tan! — Él se acercó, lentamente, podía ser una ilusión, una hada quizás. No podía estar seguro de nada ahora. Kit miró hacia la pequeña cabaña —. ¿Dónde están ellos?

—¿No lo sabes? — Tan le miró con una expresión confundida —. Todos se fueron a la boda de Clary Fairchild y Jace Herondale. Me di cuenta porque me llego la noticia por medio de mis padres, igualmente no sé porque no han vuelto. Quería venir a saludarte después de lo que pasó... y cuando te vi delante de la puerta no te reconocí. Estás tan destruido, mírate, estás lleno de sangre. ¿Qué te pasó?

Kit suspiró y comenzó a relatar todo lo sucedido, Tanisha se quedó mirándole con cara intrigada y cada cierto tiempo hacía una mueca o abría mucho los ojos. Él le contó casi todo, aunque se saltó algunos aspectos importantes ( todo su viaje a aquel mundo ) solo le contó lo que era necesario para entender lo que estaba pasando. Cuando terminó, ella se quedó mirando al suelo sin saber que decir.

—Entonces... ¿qué podemos hacer? — le dijo ella —. Es obvio que ni Tessa ni Jem están aquí, no nos pueden ayudar. Tenemos que encontrar un modo de entrar al mundo de las hadas y ayudar a tu amigo.

Kit le miró y lanzó una carcajada, ella se enojó y le dio un golpe en el brazo.

— No seas un idiota. Hablo enserio — dijo ella.

—Tan. Es casi imposible que nos infiltremos  allí sin que nos detecten, puede que no logremos ni llegar a la corte Seelie. Es una misión muy arriesgada solo para nosotros dos — Kit paró y miró al suelo, se habían sentado en un pequeño tronco caído que estaba cerca de la cabaña. Él recordaba haberse sentado allí muchas veces con Jem o con Tessa y ellos haberle contado cosas sobre el mundo de los Cazadores de Sombras o sobre el famoso Will Herondale.  Kit frunció el ceño —. Realmente quiero ayudar a Ty. Es en lo único que pienso desde que me llegó esa carta cuando nosotros... bueno...

—No tienes que mencionarlo — Tan miró a un lado incomoda —. Es mejor que lo olvidemos, fue un momento en que no estaba pensando lo que hacía — Kit asintió, él tampoco estaba pensado mucho las cosas.

Los dos se quedaron en silencio un largo rato sin saber que decir. Kit cogió una pequeña rama y comenzó a revolver la tierra que tenía delante de él, y pensó en la idea de ir a darse un baño a la cabaña, se sentía muy sucioso y debía pensar en que hacer a continuación. Había tenido tanta acción su vida en estos pocos días ( aunque para él habían sido meses ) que realmente necesitaba un respiro.

—¿Kit? — dijo ella con cuidado —. ¿Puedo preguntarte algo?

—¿De qué se trata? — Kit alzó una rubia ceja hacia ella.

—¿Qué es Ty para ti? — << Difícil pregunta >>. Él volvió a centrar su atención en la ramita y la tierra.

—Ty... — Kit suspiró —. Ty es lo único que me ha importado realmente. Es la única persona que realmente he amado... Ahora me doy cuenta de ello pero hasta hace poco era todo demasiado borroso para mí. Muchas cosas pasaron y tuve que abandonarlo — Obviamente no le iba a contar lo de Livvy, eso sería traicionar a Ty —. Pero a la final nuestros caminos volvieron a encontrarse. Ty es como la luz que ilumina mis pesadillas, es la luz que quiero proteger a toda costa y que quiero más que a mi propia vida... — Kit se calló. Había hablado de más y había dicho cosas muy cursis. Tanisha solo le dedicó una sonrisa y nada más. Kit tenía el corazón a mil por hora, hablar de Ty lo alteraba mucho... pero en el buen sentido. De repente Tanisha se levantó de su asiento con los ojos en blanco.

— ¡KIT! — Él se puso en pie de un salto. También los había visto, estaban viniendo desde el otro lado del bosque y se acercaban peligrosamente a la cabaña. Era un grupo muy numeroso de hadas, todas armadas hasta los dientes. << Mierda. Mierda. MIERDA >>. Se lamentaba mentalmente de no tener un cuchillo serafín o algún arma. Lo único que le quedaba hacer era correr.

—Corre — le dijo él.

— ¿A dónde? — ella se veía desesperada, Kit sabía que nunca se había enfrentado a ningún enemigo de verdad. Había sido una niña muy afortunada, criada por padres que dentro de la clave tenían mucho poder pero aún así casi no se hacían notar. Era lo que los mundanos llamaban una típica niña de papi. No estaba preparada para luchar.

—¿Tienes un cuchillo serafín? — ella asintió y le pasó uno —. Ahora sí, sígueme y no pierdas el ritmo.

Kit le agarró de la muñeca y juntos comenzaron a correr por el camino que él había tomado para llegar allí. Se devolvían hacía el pueblo. Kit trato de correr lo más rápido que pudo y aún así no podía exigirse demasiado por Tanisha.

—¡AHÍ ESTÁN! — Gritó un hada atrás de ellos —. ¡Rápido! ¡Están huyendo!

—¡Mierda! — Gritó Kit —. ¡Malditas hadas!

—¡Cállate Kit! — le dijo Tanisha atrás suyo.

The Wicked Powers I ( Poderes Mayores )Where stories live. Discover now