The Wicked Powers I ( Poderes Mayores )

Capítulo 3: La simple belleza

Tiberius se encontraba enfrente del gran mar oscuro de la noche, atrás suyo L.A. Brillaba cómo si fuera millones de estrellas agrupadas en un mismo lugar. Brillaba sin parar, de una manera sofocante que casi hace que Ty quisiera vomitar. Ty dió un paso alfrente y miró derecha e Izquierda, no veía el Instituto por ningúna parte lo que sí lograba ver era el gran muelle de Santa Mónica.

— Ty — dijo una voz a su espalda y Tiberius se volteó en un abrir y cerrar de ojos, Christopher Herondale estaba enfrente suyo con una gran sonrisa, se le veía... Feliz. Después de tantas peleas y acontecimientos no recordaba la última vez que había visto sonreír a Kit de esa forma, pero ahora lo estaba haciendo —. Ty.

Su corazón dio un brinco. Tiberius comenzó a acercarse a Kit y lo abrazó con todas sus fuerzas, se aferró a él cómo si fuera lo único que existiera en la tierra. Las lágrimas caían como cascada por la cara de Tiberius, sus ojos plateados brillaban con una intensidad inimaginable bajo la luz de la luna, Kit era casi de la misma altura que Ty aunque seguía siendo por unos poquitos centímetros más grande que este. Cuando lo abrazó, Ty se sintió protegido.

Christopher se sentía caliente al contacto, suave y todo lo que pensaba Ty era que era la persona más hermosa que había visto en todo el mundo. No le importó si quiera el contacto. No le importaba tocar a Kit en absoluto.

— Perdóname — Susurró contra su pecho, en cierto momento había quedado arrodillado y su cabeza quedaba justamente en el pecho de este. No sabía por qué estaba disculpándose, siempre había creído que tenía la razón en todo y nunca había tenido necesidad de disculparse con nadie. Pero Kit era diferente, Kit siempre era la excepción —. Yo también te amo. Te amo cómo nunca he amado a nadie.

Era raro decir aquellas palabras. Te amo. Nunca se las había dicho a nadie, nunca en su vida había hecho lo que estaba haciendo en aquellos momentos.

— ¿Por qué Ty? — Le dijo una voz, ya no era Kit, esa voz hizo que todo su cuerpo se enfriará en un instante —. ¿Nunca me amaste a mí? ¿Nunca amaste a tú gemela?

Tiberius se retiró en un instante y observó de nuevo al fantasma de Livvy. 

— ¡¡Aléjate!! ¡¡No quiero escucharte!! — le Gritó Ty y comenzó a correr hacia la orilla del mar, las calmadas olas habían cambiado en un instante, un gran remolino de agua avanzaba sin piedad hacia el pobre chico. Ty tensó la boca, sus dedos trabajaban incansables en el costado de su pantalón. Las lágrimas seguían bajando, pero esta vez no era por el arrepentimiento, las lágrimas eran por el completo terror. Luego Ty recordó que nunca había llorado por nada en su vida, pero estas dos emociones, estos dos seres fueron los únicos que le provocaban sentimientos tan fuertes que lo hacían llorar. Kit y Livvy.

— ¡¡Eres un hipócrita Ty!! ¡Hipócrita!— Livvy seguía gritando << Hipócrita >> Mientras el remolino se volvía más catastrófico y crecía para convertirse en un tornado de agua. Tiberius intentó correr pero un simple mortal no podía con la ira de lo místico. El tornado se acercó y tragó a Ty hacia un mundo de humedad y oscuridad.

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Julian se sobresaltó cuando Ty a su lado pegó un grito. El chico había estado en un estado de reposo parecido al que había tenido cuando Livvy murió durante prácticamente la mayoría parte de la tarde, el sol estaba apunto de caer y dejar paso nuevamente a la noche cuando su hermanito se levantó, asustando a Julian en el acto.