Capítulo 14: El clamor de los Ángeles

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- Matrimonio de Jace y Clary, hace algunas horas.

Clary se quedó inmóvil. Sus manos estaban frías y temblaban, esto no podía estar pasando de nuevo. ¿Qué tenían todos con ella? ¿Por qué no la podían dejar en paz? Jace, a su lado, se puso en una pose defensiva y sacó un cuchillo serafín de su bota. Clary no había llevado ninguna arma, no estaba planeado que esto fuera a ocurrir.

Camael — susurró Jace y el cuchillo se encendió. Clary tragó saliva. Luke, que había ascendido a toda prisa hacia el estrado, mostró sus garras y los dos formaron un círculo para protegerla.

— ¡Detente allí donde estás! — le gritó Luke -. ¿Quién eres tú? ¿Quiénes son todos vosotros?

— ¿Yo? — aquel Jace río por lo bajo, no era la risa de su Jace, la cual era dulce y divertida, si no que la de este hombre estaba llena de cinismo y perversión —. ¿Es que estás ciego? Yo soy Jace.

Luke miró a su Jace al lado. Por un momento Clary recordó todo lo que había pasado tres años atrás, la guerra contra la cohorte y sobre todo el viaje de Emma y Julian hacia aquella extraña dimensión llamada Thule.

— Tú eres el Jace de Thule — El Jace de Thule le miró con una dulce sonrisa en los labios, a pesar de todo se parecía demasiado a su Jace, sus ojos estaban llenos de cariño hacia ella pero Clary sólo sentía repulsión, este Jace estaba corrompido por el vínculo de Sebastian que había perdurado en Thule. Este Jace estaba endulzado con los pensamientos de Sebastian Morgenstern, su hermano, y aquello era terrible.

— Bingo, mi querida Clary — no le despegó la vista de encima, pareciera que la estuviera analizando, viendo atrávez de la ropa de Clary, llegando hasta lo más profundo de su ser. Era la misma mirada que le dedicaba Sebastian. << No quiero esto de nuevo. Por favor... >> —. Aunque prefiero que me llamen Janus, para diferenciar.

— Janus — susurró Jace a su lado, pensando en voz alta —. El Dios de las dos caras... Interesante.

— Clary — Janus sacó algo de entre su ropa, estaba vestido formal, como si hubiera planeado venir a la ceremonia como invitado, como si fuera el novio. Estaba vestido de dorado como su Jace, pero de uno más apagado y opaco. Era triste verlo, parecía una pintura de un Ángel amargado y tétrico, una versión de Jace que sólo se había imaginado en sus pesadillas —. Te ofrezco que acabes con todo esto, nadie saldrá herido si tú vienes conmigo.

— No puede ser — susurró Clary para sí misma sin poder contener la sorpresa que sentía, en su barriga se comenzó a formar un nudo y se le dificultó respirar. << Es lo mismo que me decía Sebastian >>. Los recuerdos de la guerra Oscura la invadieron, recuerdos oscuros y sombríos de días llenos de sufrimiento y angustia, a pesar de todo lo que habían luchado, a pesar de todo lo que habían hecho para detener a Sebastian al día de hoy les traía repercusiones. Y no sólo él, muchas más cosas hacían que Clary y sus familiares y amigos no pudieran vivir en paz —. ¡No aceptaré! ¡Nunca más volveré a caer en las garras de un psicópata maníaco! ¡NUNCA! ¡Ya no soy la niña indefensa y estupida que era antes — Clary le arrebató a Jace el cuchillo mientras este miraba perplejo, todos los invitados también veían en tensión como Clary iba bajando lentamente hacia este Jace —. Prefiero morir luchando que entregarme a ti.

Janus la miró con los ojos muy abiertos y la boca tensa, no se esperaba esta reacción por parte de ella. Clary se detuvo en la base de las escaleras y observó a su alrededor, hacia los enemigos que los rodeaban, en su mayoría se conformaban por caballeros hadas de la corte Seelie, lo cual la tomó profundamente por sorpresa, creía que el conflicto con las hadas se había resuelto desde que Kieran se había vuelto rey de la corte Unseelie. Pero no era así y allí estaba la prueba de ello. Pero no solo eran hadas también habían varios miembros de la Cohorte, para decir de Clary habían demasiados, muchos de los Cazadores de Sombras que habían partido con Alec y ellos hacía Nueva York, para reformar la Clave por completo y no volver a Idris, se arrepintieron y volvieron arrastrándose hacia la Cohorte. Estaban asustados, asustados como todos de que realmente no pudieran volver a su país natal nunca más. Sin Idris ningún lugar sería casa para ningún Cazador de Sombras. Y eso era una gran desventaja para la Clave del Cónsul Alec, ya no quedaban casi Cazadores de Sombras que pudieran combatir contra amenazas como esta.

The Wicked Powers I ( Poderes Mayores )Where stories live. Discover now