Era una idea extraña, pero un rato después de la hora de salida, ya estábamos los tres llevando cosas desde casa de Teo hasta la mía para que todo pareciera creíble. Unos cuadros de sus paredes, la suficiente ropa para llenar un pequeño espacio de mi armario.
¿Cómo se veía la casa de una pareja?
Habíamos practicado un poco sobre cómo debíamos comportarnos. 1. Sentarnos juntos. 2. Sonreír. 3. Lucir enamorados. Qué difícil. Teo se había convertido en mi amor platónico, así que si ese día me habían pasado 99 cosas malas, poder tomar su mano en algún momento era se sentiría como 100 cosas buenas. Bueno, internamente porque no quería demostrar que estaba emocionada. Había entablado una amistad tan bonita con él y con Jared, antes de ellos no sabía el significado de esa palabra.
Ahora sólo estábamos matando el tiempo esperando a que llegara quien tenía que llegar. Los tres sentados en el sillón, callados y nerviosos.
-Y bien, ¿cuánto falta?-preguntó Jared después de unos minutos de silencio. Tenía a Leria jugando con un peluche en su regazo.
-No lo sé, hace "unas horas" ella dijo que llegaba en "unas horas".
La puerta sonó y nos miramos.
-Creo que ya es "unas horas" - dijo Teo.
Se me revolvió el estómago y me temblaron las piernas. Me costó tomar fuerzas para ponerme de pie e ir a abrir. Creo que había logrado contener el nerviosismo y de pronto se había dejado venir.
-Nora-dijo una vez abrí la puerta.
Me miró de arriba abajo, tenia las manos frente a ella sosteniendo un pequeño bolso blanco. Llevaba un conjunto de saco y falda gris hasta la rodilla, lentes oscuros y el cabello recogido.
-Mamá... -murmuré sin apartar la mirada de ella. Dimos paso a unos segundos de incomodidad.
Me sentí mal por mi misma, que mentalmente suplicaba un poco de cariño. Un abrazo, tal vez.
Seguía siendo mi madre después de todo.
-¿Me dejarás pasar?-Se abrió camino a un lado de mí y entró.
-Adelante-dije para mi misma en una voz casi inaudible.
-No cierres la puerta-detuvo mi acción. -Tu hermana viene detrás.
Me asomé un poco hacia afuera y la vi bajando del auto. Genial, no sería una agradable visita en absoluto.
-Hola, Norita-dijo sin detenerse y entró en MI casa.
-Hola, Adela.
-Richard dijo que tenías un secreto-soltó mi madre que ya se había hecho un espacio en el sofá individual. -¿Cuál es? ¿Has dejado la escuela?
-No... Lo qué pasa es que...
-Linda niña-le dilo a Jared-, ¿es tu hermanita?
Todos nos quedamos en silencio.
-Emm, pues... -comenzó a hablar Jared.
-El secreto es que es mi hija-dije con voz torpe.
-Nuestra hija-añadió Teo a mi confesión. Eso me hizo sentir que no estaba sola.
Yo que estaba de pie a un lado de él me sentí desfallecer mentalmente. Pero lo había dicho, al fin lo sabían.
Mi madre se puso de pie con toda la tranquilidad del mundo y se acercó a mí. De un segundo a otro mi mejilla ardía a causa de su mano. Me había abofeteado. Me quedé atónita y ni siquiera podía llorar.
-Dime que no hablas en serio, yo no crié una cualquiera-esas palabras se habían clavado como diez puñales en mi corazón.
-Al parecer lo hiciste, mira tremenda sorpresa te tenía preparada esta malagradecida- oí a Adele decir en medio de mis pensamientos.
————
Buenas noches a todas, no se enojen conmigo :'( las tkm
Autsilio
He estado meses perdida, explíquenme que significan las moneditas con el signo de + en el perfil...
ESTÁS LEYENDO
Madre por elección. {2014}
Chick-LitNora se muda de país para comenzar una nueva vida, sin saber que la sorpresa de encontrar una bebé frente en su puerta la cambiará por completo.