Capítulo 18

11.6K 945 82
                                    

Agradecí que mi hermano se mantuvo lejos de mi durante el resto de la noche. No quería que leyera mis pensamientos y supiera, antes de irse de luna de miel, y en su gran día, lo que había sucedido. Ahora todo cobraba sentido, y me di cuenta que todos esos comentarios que me dejaban tan confundida eran una forma de ocultar aquello que él ya sabía, que Seth...

Edward y Bella salieron de la casa ya con una nueva vestimenta, y todos comenzamos a aplaudir y lanzarles arroz mientras se dirigían al auto que los llevaría al aeropuerto.

Yo evité lo máximo posible al novio, ayudando a Alice y Jasper con el equipaje de la pareja.

- Todo está empacado y listo- informó mi hermana a la novia.

- Hay algunas... sorpresas- reí yo, recordando las prendas que habíamos colocado en su maleta.

Ella negó la cabeza sonriendo, y se dirigió a su padre para despedirse también de él. Después de todo, quién sabe si lo volvería a ver alguna vez.

Cuando mis hermanos comenzaron a despedirse de Edward, me resultó imposible seguir evitándolo, y poniendo toda mi fuerza de voluntad en bloquear aquellos pensamientos que no quería que descubriese, lo abracé y le deseé suerte en su viaje. Él asintió sonriendo, con la mirada perdida en algún lugar en que probablemente estuviera Bella. Con suerte, su distracción haría que no notara el huracán que se agitaba en mi mente.

---------------------------------------

Esa misma noche, luego de que todos los invitados se fueran y la casa quedara sin rastros de un posible casamiento hacía tan solo unas horas, me encontraba recostada en la inútil cama que tenía mi cuarto, mis pensamientos atormentándome. No podía seguir allí, y menos sin hacer nada.

Como por instinto me paré y salté desde mi ventana hacia un árbol. Y me dejé llevar.

Corrí, salté, escalé árboles y levité con mi poder hacia donde mi cuerpo me llevara.

Y llegué.

Me senté en la misma roca de siempre, un poco decepcionada de mi misma por haberme llevado engañada al límite del tratado, a aquel río que veía cada noche. Pero no me moví de allí.

Y esperé.

Y esperé.

Y esperé.

"De cualquier modo, ¿por qué siempre estás tú aquí? La guerra con los neófitos ya acabó, ninguno de nosotros piensa comenzar a chuparle la sangre a humanos, y no hay ninguna amenaza que hallamos detectado", le había dicho hacía tan solo unos días.

Porque él siempre estaba allí.

"Me gusta venir aquí, me gusta pasar tiempo contigo", había respondido él.

"A mi también."

Las horas pasaron, pero yo no me moví de allí.

Recién cuando el sol salió me paré y comencé a retroceder a paso lento, con la mirada fija al otro lado del río.

"¡No lo entiendes, puedo ser para ti lo que tú quieras...!"

"¡Pues entonces sé un desconocido!"

El sol se abría paso entre las nubes, y su reflejo en el río hacía que mi piel brillara como un diamante.

"¿Eso es lo que quieres?"

"Eso es lo que quiero."

No. No. No.

"Está bien."

No Eres un Monstruo - Seth Clearwater✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora