Capítulo 38

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Yo dirigí mi poder para detener a Caius, pero los vampiros de la guardia fueron quienes le sacaron los brazos a la chica Denali de un movimiento en seco, y mi poder no detuvo que le quitaran la cabeza

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Yo dirigí mi poder para detener a Caius, pero los vampiros de la guardia fueron quienes le sacaron los brazos a la chica Denali de un movimiento en seco, y mi poder no detuvo que le quitaran la cabeza.

Y aquel fue mi primer error ese día. La primera muerte que no podría evitar. Tan solo la primera.

- ¡Irina!- oí el grito desgarrador de sus hermanas, y dirigí mi mirada hacia ellas antes de volverla al frente, adonde Caius ya estaba quemando el cuerpo de la rubia.

Tanya y Kate comenzaron a correr y nosotros intentamos detenerlas mientras Bella subía a Renesmee al lomo de Jacob. Eleazar intentó agarrar a Kate pero cayó al suelo de inmediato cuando ésta usó su poder contra él. Mientras tanto, Emmett y yo corríamos hacia Tanya y la tomábamos por ambos brazos, impidiendo que siguiera avanzando a lo que sería una muerte segura. Garrett abrazó a Kate por detrás, y una parte de mi se conmovió al ver cómo no la soltaba a pesar de la dolorosa corriente que le estaba enviando a su cuerpo.

- Ciégalas- le indicó Edward a Zafrina, y vi cómo una luz conectaba la mente de la vampiro a las de las hermanas Denali, que se volvían completamente negras.

- Devuélveme la vista- habló Tanya en un tono amenazante.

- Tanya, esto es lo que quieren. Si atacas ahora, moriremos- le habló Edward.

Al ver que las mujeres se calmaban, mi hermano asintió en dirección a Zafrina, quien dejó de ejercer su don sobre ellas. Al notar que se relajaba, Emmett y yo liberamos el agarre de Tanya, y Garrett hizo lo mismo con Kate.

Edward comenzó a caminar hacia su esposa e hija a paso lento, y Aro le dedicó una mirada rápida a Jane antes de que ésta dirigiera su mirada hacia mi hermano.

- Dolor.

Y lo vi. Como un humo rojo, su poder avanzaba rápidamente sobre el nivel del suelo como una nube densa, y de inmediato me concentré para intentar contenerlo, creando una especie de pared entre Edward y ella. Sin embargo, de alguna manera ella entendió lo que pasaba, y el humo rojo cambió su dirección bruscamente, y llegó hasta mi.

Caí al suelo con un grito ensordecedor mientras sentía como si mil espadas se clavaran al mismo tiempo en mi cuerpo, atravesándome una y otra vez, sin darme un mínimo descanso. Sentí cómo Seth lloriqueaba con dolor a mi lado, pero yo no podía escucharlo, no realmente. Pues lo único que invadía mi ser era el deseo de que aquel sufrimiento se acabara, incluso si aquello significaba morir.

Sin embargo, aquello acabó unos segundos después. Una sensación de calidez inundó mi cuerpo, que se relajó de inmediato al verme rodeada del escudo de Bella, una visión que se había vuelto mucho más familiar en el último tiempo.

Le dediqué una sonrisa mientras me levantaba, y al sentir que había recuperado mis fuerzas la ayudé a cubrir a todo nuestro grupo con aquella protección. Una pequeña risa triunfante escapó de mis labios al ver el rostro de Jane. Ya no podía hacerle daño a ninguno.

- Funciona- susurró Edward, intentando contener una sonrisa.

Al ver la sonrisa un tanto burlona en nuestros rostros, Jane intentó avanzar, enfurecida, pero su hermano la detuvo.

No Eres un Monstruo - Seth Clearwater✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora