Capítulo 26

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POV Seth

Después de que Matt y su familia le mostraran a Edward y Bella la casa que habían preparado para ellos, la chica había venido al que se había convertido en mi lugar favorito en todo el mundo, donde yo ya la estaba esperando sentado en la roca en que tantas veces la había visto, justo al otro lado del río. Era increíble pensar en eso: habíamos estado separados por el límite del tratado durante más tiempo del que creí que aguantaría, aquella línea imaginaria apartándome también de su corazón; pero ahora estábamos juntos, a pesar de ser hielo y fuego, a pesar de lo que pensara la manada, a pesar de sus demonios internos.

- Me robaste el lugar- me sonrió sentándose a mi lado, y yo no pude evitar quedarme un rato mirándola embobado.

Porque quién no lo haría, cuando la luz de la luna se reflejaba en sus ojos, cuando dedicaba una sonrisa sólo para mí, cuando en su mirada se veía aquel brillo que hacía que mi corazón latiera tan rápido.

Pero no sólo era hermosa por fuera, no sólo era la definición de perfección por su aspecto.

Era fabulosa, de todas las maneras posibles. Jamás había conocido a alguien tan fuerte, tan sabia, tan honesta, tan noble. Su mayor deseo era el bienestar de quienes la rodeaban, pues nunca dudaba en poner a los que más quería por encima suyo. Y todvía me costaba creer que ahora me encontraba entre esas personas.

Sin embargo, nunca lo admitía. Tampoco escucharías de su boca palabras de odio hacia otros, sólo hacia ella misma; y eso me mataba. Me dolía siquiera pensar en cuánto desprecio sentía hacia ella misma, y lo que más quería en el mundo era que se diera cuenta de lo maravillosa que era. Me ponía orgulloso ver que poco a poco iba aceptándose, pero ambos sabíamos que le faltaba un largo camino por recorrer. Y yo estaba dispuesto a caminarlo a su lado.

- ¿En qué piensas?- preguntó con el cejo fruncido y una pequeña sonrisa al ver que no hablaba, algo que, debía admitir, era raro en mí.

- En lo extraordinaria que eres. Y en lo afortunado que soy de poder estar sentado junto a ti.

Ella bufó con una sonrisa, mirando hacia otro lado para ocultar su vergüenza.

- Seth Clearwater, eres un...- comenzó, pero yo la interrumpí girando su rostro para que me mirase.

- ¿Un...?- le pregunté, acercándome a su rostro.

- Un...- comenzó, pero la volví a interrumpir, esta vez con un beso.

Besarla era probablemente la sensación más magnífica que jamás había experimentado. Me hacía sentir pleno, completo. Era como si hubiera estado en llamas todo este tiempo y me tiraran un balde con agua helada que lograra apagar el fuego; como si hubiese pasado toda mi vida en el infierno, y pudiera finalmente probar un trozo de cielo.

- ¡No me dejas hablar!- me reprochó riéndose.

- ¡Estás hablando!

- ¡Pero...!- empezó, y otra vez la corté con un beso.

Sólo que esta vez fue tan brusco que hice que ambos cayéramos al suelo, yo sobre ella, aún besándonos. Seguimos el beso por un rato más, hasta que sentí como si mi cuerpo se incendiara aún más, y necesitara con mucha más fuerza que antes aquel balde de agua helada que me apagara de una vez por todas. Y de un momento a otro la anatomía me jugó una mala pasada, y no me di realmente cuenta de qué era aquello duro que me molestaba hasta que mi novia habló entre besos.

- Hoy estás un poco atrevido, ¿no?- bromeó.

Yo me separé de inmediato, avergonzado.

- Dios, lo siento, lo siento. De verdad, no sabes cuánto lo siento. Yo... me dejé llevar, no pensé que... diablos, Matt, no quería incomodarte, lo siento de verdad- empecé a balbucear.

No Eres un Monstruo - Seth Clearwater✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora