Capítulo 35

8.4K 702 30
                                    

Nos encontrábamos una vez más en el claro del bosque, entrenando. Desde hacía unas semanas las sesiones habían pasado a ser diarias, y, mientras Bella ya era capaz de controlar la expansión de su escudo sin mi ayuda, yo me encontraba asombrada ante mi propio don. Cuanto más lo utilizaba, más confianza en mi misma tenía, y los límites de mi poder parecían correrse un poco más cada día que pasaba.

Luego de practicar por unas cuantas horas, justo cuando estábamos por volver a entrar a la casa, Edward, Jacob y Renesmee aparecieron por entre los árboles. Seth, quien había llegado hacía unos minutos, abrió los brazos hacia la niña. Ella corrió hacia él, quien la alzó. Yo sonreí ante aquel gesto, justo cuando Nessie alzaba su mano para depositarla en la mejilla de Seth. Y entonces lo vi.

Quedé paralizada viendo cómo los recuerdos de Renesmee se dirigían hasta los ojos de mi novio, donde se reproducían las imágenes claramente. El bosque... Renesmee, Seth y yo caminando juntos... los tres riendo a carcajadas.

De repente una punzada de dolor atravesó mi cabeza como una flecha, y yo caí al suelo con los ojos fuertemente cerrados y las manos intentando tapar mis oídos para dejar de oír aquel pitido. Era un dolor que jamás había experimentado, uno peor incluso que el que podía infligir Jane, pero que se fue tan rápido como vino.

Escuché la voz de mi familia gritando mi nombre, y cuando abrí los ojos sentí que todo cambiaba. Una luz blanca me cegó de repente, y a medida que fui recuperando la visión me di cuenta de lo que pasaba. Porque lo sentía. Sentía que un compartimento de mi mente, uno que había negado y ocultado hasta ese momento, se abría y cambiaba mi existencia para siempre.

Cuando pude enfocar mi visión en las personas a mi alrededor, de inmediato noté que ya no veía la realidad como antes. Allí estaban Jacob y Seth, justo como antes, pero Bella, Edward y Renesmee eran diferentes. Porque no sólo podía verlos a ellos, también podía ver su poder.

El de mi cuñada ya no era desconocido para mi. Como no lo estaba proyectando hacia nadie más, se encontraba pegado a su cuerpo como un halo de luz tenue.

El de mi sobrina, blanco y puro, brillaba en sus ojos. Sin embargo, como no lo estaba utilizando en aquel momento, no podía ver ninguno de sus recuerdos.

Por último, el de mi hermano se veía como un resplandor de poder que emanaba de la mente de las personas a nuestro alrededor hasta llegar a la suya. Intenté concentrarme, atraer aquella especie de nube hacia mi, pero sólo conseguí oír un eco de mis propios pensamientos, suficiente para darme otra punzada de dolor.

- ¡Matt! ¿Qué ocurre?- preguntó preocupado Seth, que se encontraba arrodillado frente a mí.

Vi como Edward fruncía el ceño al ver lo que sucedía.

- No lo... no lo...- comenzó a murmurar.

- ¿Pueden decir que rayos sucede?- inquirió Jacob.

- Es... extraño. Antes podía controlar los objetos y el aire, luego comencé a poder ver y controlar el escudo de Bella. Pero ahora... ahora puedo ver sus poderes- respondí en un susurro.

- ¿Verlos? ¿Cómo?- preguntó Bella.

- No lo sé. Es como... si se hubiera destrabado algo dentro de mi mente. Antes sólo era capaz de controlar materia, pero ahora... creo que puedo controlar las energías.

- ¿Puedes mover personas?- cuestionó Edward, aún con el ceño fruncido.

Yo lo miré fijamente, intentarlo moverlo. Sin embargo, sólo pude hacerlo levitar controlando el aire a su alrededor.

- No, sólo manipulé el aire.

- Creo que es momento de un descanso- comentó Jacob.

- Sí, creo que tienes razón- hablé yo, levantándome del suelo.

Solté un suspiro. Sólo esperaba que aquello fuera de ayuda en la batalla.

-------------------------------------------------

- Seth, discúlpate con ella- le dije al chico mientras caminaba por el bosque a su lado.

- No, Matt. Estoy cansado de que me trate como un niño, y estoy definitivamente harto de que haga comentarios estúpidos sobre tú y tu familia como si no estuviera imprimado de ti.

Yo suspiré, negando con la cabeza, y me detuve. Él paró de inmediato, como si una fuerza lo hubiera obligado a detenerse también.

- Seth, tu hermana sólo se preocupa por ti. Te guste o no, eres su hermano pequeño, y no es necesario leer mentes para saber que eres lo más preciado que tiene. Sólo quiere protegerte- insistí.

- Lo sé, lo sé. Pero eso no le da derecho a tratarte mal- replicó él.

- No me trató mal. No digo que sea su persona favorita en el mundo, pero...

- Estés en la habitación o no, no tiene derecho de hablar mal de ti. Es decir, ¡ni siquiera te conoce! ¡Ni siquiera intenta conocerte!- bufó él.

- Lo sé, Seth. Y tienes razón en enfadarte por eso. Pero entiéndela un poco. Leah se debe sentir culpable por la muerte de tu padre; dolida e insuficiente porque la persona que ama se imprimó de otra persona; y su hermano pequeño, la persona que más quiere en el mundo, prefiere estar con un vampiro, a quien se supone que deberían estar matando.

Él se quedó callado, escuchándome con atención.

- Seth, sé que te duele que diga esas cosas, pero debes hablar con ella. Por más de que tú sepas que nuestras intenciones no son malas, los vampiros somos seres perfectamente diseñados para matar. Es decir, incluso yo me he sentido un monstruo toda mi existencia. ¡Ni siquiera puedo decir vida, porque no sé si puedo considerarme viva! ¿Lo entiendes?

- Pero no eres un monstruo.

- Ese no es el punto. Leah sabe que te he lastimado una vez, y no tiene la seguridad de que no lo haré de nuevo, aunque tú y yo confiemos en que no pasará otra vez. Seth, la manada entera se ha encargado de hacerle saber que es una molestia para ellos, y estoy segura de que debe dolerle profundamente que su hermano también le haya dicho eso. Vamos, discúlpate con ella. Háblale. Tienes una hermosa familia, Seth, y una hermana maravillosa. No vale la pena estar peleado con gente así- yo le dediqué una sonrisa para animarlo.

- Eres lo más maravilloso que me ha pasado en la vida- susurró, y por un momento creí que mi corazón volvería a latir ante sus palabras.

- Perfecto, pero ahora ve a decírselo a Leah- bromeé, haciendo que ambos riéramos.

Porque si algo había aprendido en mi larga existencia, era que no había nada más importante que la familia.

Y es por eso que estaba dispuesta a morir por ella.

-------------------------------------------------

¡Hola! ¿Cómo estuvieron esta semana? Espero que súper bien❣

¿Ustedes también lo sienten? Porque se viene...
De verdad, ya quiero que vean todo lo que pasa en los capítulos que siguen🙈. Respecto a esta parte, siento que es muy importante para lo que se va a ir desarrollando en esta última etapa; porque sí, esta historia se va acercando a su final😢. Pero tranquil@s porque aún queda un poco más de Seth y Matilda para sus corazones❣

Pero bueno... espero que les haya encantado este capítulo porque lo escribí con mucho amor❤. Como no me canso de decir, muchísimas gracias por todo el apoyo. Espero que tengan una hermosa semana, l@s quiero❣

¡Cuídense mucho!

- Ayria💫

No Eres un Monstruo - Seth Clearwater✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora