Capítulo 21

12K 1K 162
                                    

Regulé la temperatura hasta que sentí que el agua estaba a una agradable para que Bella se bañase. Asentí en dirección a Rosalie, que ayudó a la humana a pararse de la silla en la que se encontraba sentada, y yo me levanté para darles espacio.

Fue entonces cuando vi a Edward, quien observaba perturbado la figura de su esposa a través del espejo. No lo culpaba. Después de todo, Bella empeoraba a un ritmo alarmante.

Cerré la puerta del baño dedicándole una mirada a mi hermano, pensando "sal a tomar aire, Ed", y el chico asintió con la mirada perdida. Cuando la chica ya se encontraba en la bañera, Rosalie tomó una esponja con jabón y comenzó a frotarla suavemente por su cuerpo mientras yo manipulaba el agua con mi don, haciendo levitar enormes gotas que mojaban todo su cuerpo sin necesidad de forzarla a hacer esfuerzos inútiles.

Bella rió cuando formé una bola de agua especialmente grande que salpicó a Rose e hizo que esta se quejara, y yo sonreí, feliz por haberle levantado un poco el ánimo a mi mejor amiga.

Cuando acabamos de limpiarla, mi hermana ayudó a Bella a levantarse con cuidado mientras yo me concentraba en desprender todas las pequeñas gotas de agua de su cuerpo hasta dejarla completamente seca para que no tuviese frío. Luego de eso, abandoné el baño para dejar que Rose ayudara a la embarazada a cambiarse, y al cerrar la puerta y darme la vuelta mi corazón se encogió al ver a Edward todavía allí.

Caminé lentamente hacia él, intentando quitar la pena y tristeza de mi expresión, y lo abracé por la cintura, guiándolo hacia el living, donde estaban el resto de mis hermanos. Cuando llegamos, Alice entendió lo que sucedía y asintió en mi dirección, parándose de donde estaba sentada en el sillón para llevar al chico al balcón a tomar un poco de aire.

- Esme está en la cocina- me avisó entonces Carlisle, y yo con un asentimiento me dirigí hacia allí.

- ¿Preparando la comida sin mi?- le pregunté haciéndome la ofendida.

Siempre que la situación lo ameritara, intentaba hacer comentarios que pudieran levantar el ánimo de mi familia. Si algo odiaba era ver tristes a las personas a las que quería.

- Eran sandwiches, no creí que te importara- me respondió sonriendo mientras envolvía el tercer tostado.

- ¿Y qué hay del momento de madre-hija?- repliqué yo.

Ella se limitó a sonreír, negando con la cabeza, y luego se formó un largo silencio.

Y mis pensamientos fluyeron.

"Si algo odiaba era ver tristes a las personas que quería", había pensado. Y era cierto.

Seth.

No quería pensar en eso, no quería...

Seth.

Pero ahí estaba aquella voz, mostrándome la pura verdad. Porque estaba lastimando a alguien que quería demasiado, y no podía seguir ignorando eso.

- Yo los llevo- anuncié cuando vi que Esme recogía los sandwiches para llevárselos a los licántropos.

Ella se detuvo y me los entregó con una sonrisa silenciosa. Sabía que era lo correcto.

Porque Edward tenía razón. Debía hablar con él.

----------------------------------------------

En cuanto crucé el umbral me arrepentí de mi decisión. No quería enfrentarlo, no después de tanto tiempo. Pero tenía que hacerlo, por lo que seguí avanzando, paso a paso, un pie en frente del otro, hasta que la pequeña manada de tres dejó de observar algún punto entre los árboles para dirigir su mirada hacia mi.

No Eres un Monstruo - Seth Clearwater✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora