The Demonic King Chases His Wife [Traducción al español]

Capítulo 47 - Un tigre no muestra su poder si me tratas como un gato enfermo (3)

Capítulo 47 - Un tigre no muestra su poder si me tratas como un gato enfermo (3)

"Tú...", Su Wan se mordió los labios temblorosos, después de recuperar algo de su espíritu; sus ojos hirvieron de rabia, llenos de incredulidad, "¡Te atreves a pegarme!"

Su Luo se encogió de hombros muy inocentemente con las manos extendidas. "¿Cómo puede este mundo tener una persona tan estúpida? Obviamente has sido golpeada, pero aun así sigues preguntando "¿realmente me golpeaste?"

Tal insulto descarado hizo que los pulmones de Su Wan casi explotaran de ira. Su rostro temblaba y, haciendo hincapié en cada palabra con los dientes apretados, dijo: "¡Estás cortejando la muerte!"

"¡La única cortejando a la muerte eres tú!" Su Luo sacó el látigo y azotó sin piedad su cuerpo, latigazo a latigazo. Sus ojos brillaban con una una luz que podía dejar a una persona en un estado de terror. "¡Este latigazo es por el anterior Su Luo! ¡Este latigazo es por Lu Luo! ¡Este latigazo es por las hormigas que fueron aplastadas por ti... "

Las justificaciones de Su Luo estaban llenas de rarezas fantásticas en cada descripción, pero ella siempre podía encontrar una razón para azotar a Su Wan. Era como en una mesa de vino, las personas siempre encontrarán una justificación para obligar al otro a beber hasta que se emborrache.

En poco tiempo, el cuerpo de Su Wan estaba cubierto de marcas de azotes; su ropa se había vuelto irregular, peor que la de un mendigo.

"¡Su Luo! ¡Nunca te dejaré ir! ¡Absolutamente nunca!" Su Wan se arrastró. Mientras, abrazaba su cuerpo expuesto, comenzó a tomar medidas apresuradas para salir corriendo.

Mientras se abría camino, se tambaleó. Se cayó y luego se arrastró, se arrastró y luego se cayó. Era una figura muy triste.

Al ver la figura de Su Wan desde atrás mientras ella huía, las pupilas de Su Luo manifestaron una sonrisa astuta y disimulada.

"Señorita, esto, esto no es bueno ¿verdad?" Antes, Su Luo siempre actuaba en el papel de intimidada. Hoy, sin embargo, se invirtieron los papeles y ella azotó a otra. Lu Luo no estaba acostumbrado a este tipo de cambio, por lo que también fue un poco aterrador.

"¿Qué tiene de malo? Acosar a otros siempre es mejor que ser acosado". Su Luo se sentó a la mesa de piedra puesta en el patio. Y con calma, desenfrenada en medio del caos, se sirvió una taza de té.

"Pero, pero esto..." Lu Luo tartamudeó mientras decía: "La tercera señorita dejó de caer que iría al Señor de la Casa. ¿Qué podemos hacer?"

¿La señorita no había tenido miedo al Señor de la Casa antes? Delante de él, ella siempre sería un sí, señor, casi incapaz de pronunciar una oración completa; Ahora, sin embargo, ¿parece que ni siquiera tiene un poco de miedo?

"Mi mezquino padre, en estos momentos, no estará en un estado de ánimo lo suficientemente relajado como para ocuparse de los negocios de otras personas. Tiene algo que lo mantiene ocupado". Este asunto también fue algo que Su Luo encontró para él.

Su padre podía ser mezquino y viejo, pero no era estúpido. En este mundo donde los fuertes eran respetados, Su Wan era un artista marcial de primer rango que ni siquiera podía vencer a una persona común. En estas circunstancias, ¿de qué servía apoyar a esta hija? ¿No sería solo un desperdicio?

Su viejo y mezquino padre viejo podría calcular muy bien con respecto a este asunto. Era realmente innecesario que ella se preocupara por nada.

Efectivamente, Su Wan, mientras cubría su rostro lleno de heridas del látigo y lloraba sin cesar, corrió a buscar al gran general Su Zian. Sin embargo, se encontró con el hombro frío que nunca antes había experimentado.

Su Zian reprimió con impaciencia su temperamento y escuchó la historia de Su Wan quién decía haber recibido un trato injusto. Se frotó exhaustivamente el entrecejo para aliviar el estrés, pero, al final, no pudo tolerar más; lo resolvió directamente con una frase: "¿Eres una artista marcial de primer rango y no puedes derrotar a una buena para nada, y aún tienes la cara para venir a llorar?"

Su Wan se sobresaltó de repente. Levantó su pequeña cara llorosa como la lluvia con flores de pera. Con el rostro lleno de incredulidad, tartamudeó: "Padre... pero esto... pero... me golpeó...".

Su Zian estaba ocupado tratando de atrapar al ladrón que robó el mapa del tesoro escondido, de modo que, ¿cómo podría tener el estado de ánimo para manejar una lucha entre las hijas de la familia? "De acuerdo, está bien, Su Luo hizo mal, pero tú también estás equivocada. Si no había ningún asunto que atender, ¿qué estabas haciendo en su patio?"

"¡Zi Wu!" Su Zian con una expresión fría, lanzó una orden.

Desde fuera de la puerta entró un guardia. Era el guardaespaldas personal de Su Zian.

La fría voz de Su Zian ordenó. "Ve y dile a Su Luo que dentro de los próximos tres meses, ella se quedará en su patio y no dará un solo paso fuera de la puerta. Si ella da un paso fuera de su patio, entonces solo rómpale su pierna. ¡Deja que reflexione cuidadosamente en su patio!"