Lógica

1 - Ni idea

El hecho de que Elsa se sentara en el fondo del aula no tiene que ver con que le disguste la clase ni con que quiera ser remotamente relacionada con los revoltosos de siempre. Muy al contrario, la clase es de su absoluto interés y los muchachos de la fraternidad le parecen bastante poco agradables, pero el último pupitre del lado derecho del aula le da una vista directa, sin interrupciones, discreta, al tercer banco de la siguiente hilera.

Bueno, no al banco particularmente. Sí al cuello lleno de pecas que puede entrever tras una coleta alta y rojiza. También a la espalda recta, los antebrazos apenas apoyados en el borde de la tabla, las piernas juntas y los tobillos cruzados hacia atrás por el lado izquierdo de la silla.

La voz del profesor Pabbie se cuela en sus oídos en el mismo instante en que la pelirroja alza su mano derecha al aire, un único dedo levantado del resto del puño que sujeta la lapicera, la cabeza aún inclinada hacia su cuaderno.

"¿Señorita Sandberg? ¿Alguna duda?"

La pelirroja murmura algo para sí y levanta la cabeza atenta antes de contestar.

"Sí. ¿Cómo es posible que el razonamiento sea válido si las premisas son falsas?"

Elsa no es muy dada a las distracciones en clase, pero la ocupante del pupitre en cuestión no ha dejado que se concentre adecuadamente en el mes que va del curso de Lógica. De hecho, no tiene ni idea de lo que su compañera está hablando.

El profesor Pabbie le contesta con voz calma. Al menos eso es todo lo que Elsa es capaz de dilucidar, pues las palabras concretas no se están abriendo paso hacia su consciencia.

La chica deja caer sus hombros en señal de derrota y suspira largamente mientras devuelve su mirada al cuaderno. Elsa intuye que está mordiendo la lapicera porque el codo derecho se apoya en la mesa y el puño desaparece de su vista.

Suena el timbre y el profesor grita algunas indicaciones de ejercicios, pero el ruido de sillas arrastrándose las ahoga.

Elsa mira su cuaderno lleno de garabatos.

Este curso no va a ser fácil...