Son ya las 8 de la mañana cuando Anna empieza a calmarse. Elsa se ha quedado despierta vigilándola de cerca, sujetando su mano y susurrándole palabras de ánimo cada vez que la pelirroja la llamó entre sueños.
En las últimas cuatro horas, no ha tenido noticias de Kristoff, y eso la preocupa.
Ahora, con los primeros atisbos de claridad en el horizonte y los primeros signos de lucidez de su compañera, decide dejar su puesto unos momentos para preparar café y estirarse un poco.
"¿Elsa?" la llama, su voz apenas un hilo. La rubia la mira desde la minúscula cocina con curiosidad. "Tengo que reportar a Hans."
Elsa suspira largamente, enciende la cafetera y vuelve a la butaca que dejó junto a la cama.
"Tenemos que llamar al Rector y dar parte a la Junta. Seguramente citarán al líder de SYK, también. Y tendrás que contarles todo, desde el principio. ¿Estás lista para eso?"
Anna parece dudar un momento, pero cierra los ojos con fuerza y aprieta los labios hasta dejarlos en una fina línea. Segundos después, se sienta en la cama y levanta la mirada.
"No dejaré que le haga daño a nadie más."
La rubia asiente ligeramente con la cabeza.
"¿Quieres contarme lo que pasó anoche?"
Otra vez suspira y cierra los ojos.
"Aurora me invitó a una fiesta de la sororidad. TTF suele organizar noches de chick flicks y juegos, no me pareció mala idea. Y generalmente hay alcohol, que no sería un problema porque puedo beber algún trago o cerveza sin problemas... Pero...
"¡Te juro que tomé un solo trago! Me lo dio otra chica, creo que su nombre era Drizella... Un cuba libre. Aurora me ofreció marihuana, pero aún no la he probado y no quería... No me pareció..."
Pusieron algo en su bebida...
"Recuerdo... Estaba bailando y me empecé a marear. Fui hacia el baño, pero no llegué. Algunas de las chicas se preocuparon, dijeron que estaba pálida. Aurora llamó a Kristoff... Y lo siguiente que recuerdo es que Hans me cargaba hacia afuera de la casa. Y yo quería protestar, pero no podía hablar y me costaba moverme y..." De sus ojos comienzan a brotar silenciosamente las lágrimas. Su voz se quiebra. "Y entonces lo escuché a Kris, y Hans maldijo y me soltó a la calle y..."
"Bjorgman me contó el resto," la interrumpe, tomándole la mano. "¿Quieres que le pida al Rector que venga aquí?" Anna la mira, confundida. "No pondrá objeciones si se lo pido."
La pelirroja asiente lentamente y suelta la mano de Elsa para abrazarse a sus propias piernas.
Cuatro golpes suaves en la puerta llaman la atención de ambas. Elsa se levanta y abre velozmente.
"Bjorgman, ¿qué diablos-"
"Hola," sonríe, tímido. Tiene el ojo izquierdo hinchado y morado, un corte en el labio del lado derecho. Y detrás de él, el profesor Maxwell Pabbie.
"Hola, señorita Westergard. Tenemos que hablar."
ESTÁS LEYENDO
Lógica
RomanceEl hecho de que Elsa se sentara en el fondo del aula no tiene que ver con que le disguste la clase ni con que quiera ser remotamente relacionada con los revoltosos de siempre. Pero el último pupitre del lado derecho del aula le da una vista directa...