20 - Reporte

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Pabbie y Kristoff se han acomodado sentados en la cama de Elsa, de cara hacia la de Anna. Y mientras la pelirroja se queda respaldada contra la cabecera, aún abrazada a sus piernas, la rubia opta por recuperar su butaca.

El muchacho tiene una extraña expresión entre arrepentido y orgulloso, un poco deformada por los golpes que parece haber recibido.

"Mi sobrino me dice que la señorita Sandberg está teniendo algunos problemas con Hans Kolbek. ¿Es verdad?" La profunda voz de Pabbie suena calma pero autoritaria. Anna asiente con la cabeza y el profesor continúa. "¿Quieres contarme tú misma qué ha sucedido?" La joven mira a Elsa, que aprieta su mano para instarla a responder.

Durante los siguientes minutos, Anna recapitula cada uno de los eventos con Hans, desde el choque en el pasillo hasta lo sucedido la noche anterior. Llegados al punto en que su memoria empieza a cortarse, Kristoff toma la palabra para llenar los huecos.

"¿Y se puede saber cómo es que tu ojo quedó así?" le pregunta Elsa. Kristoff se encoge en su lugar y cierra los ojos fuerte. Pabbie intenta disimular una sonrisa y frunce el ceño.

"Cuando salí de aquí fui directo a la casa de los Sigma Iota Kappa."

Las chicas pasan la mirada sorprendidas de Kristoff al profesor.

"Elabora," ordena la rubia. El muchacho toma aire y sonríe nervioso.

"Fui a buscar a Kolbek. Quería golpearlo y... La verdad es que nunca llegué a entrar a la casa." Ante el silencio perplejo de sus compañeras, agrega: "Sus hermanos me detuvieron en la entrada. Quise forcejear, pidiendo ver a Kolbek y ahí me golpearon."

"Esos hijos de..." murmura Elsa. Kristoff pone ambas palmas abiertas al frente y niega con la cabeza.

"¡No, no, no! ¡Espera! Ellos tienen razón, no tenían motivos para dejarme entrar. Pero quisieron saber por qué mi desesperación por encontrarlo... Y les conté..." Anna deja caer su mentón hacia el pecho y se abraza más fuerte a sus rodillas. El rubio opta por hablar más suave hacia ella. "No les conté todo. Les dije que se había comportado como un verdadero imbécil contigo. Que quiso aprovecharse de ti varias veces y que tiene que responder por eso."

"Los hermanos de SYK han venido a buscarme hace una hora," comienza Pabbie. "Traían a Hans Kolbek maniatado, en ropa interior, anunciando que lo han expulsado de la fraternidad y que lo entregan a los procesos burocráticos correspondientes. Claro que usaron otro lenguaje, pero... No sería apropiado..."

Elsa sonríe ligeramente. Anna ha levantado la cabeza y mira confundida al viejo profesor.

"¿Eso significa que...?"

"Si elevas una queja formal, es muy probable que el señor Kolbek ya no pertenezca a esta institución." Anna asiente en silencio, como asimilando la información. "El protocolo de la Universidad para estos casos indica que los profesores que tomamos conocimiento de estas situaciones debemos acompañar a nuestros estudiantes. Si preparas el reporte, yo mismo me encargaré de llevarlo de inmediato con Kai. Podemos organizar la reunión de la Junta Directiva para mañana a la mañana."

Durante casi un minuto, lo único que se escucha en la habitación es la respiración de todos los presentes. Elsa y Kristoff están expectantes. Pabbie está tranquilo pero determinado. Anna piensa.

"Haré el reporte a la Universidad. Pero también haré la denuncia policial, si ustedes me acompañan," añade, mirando a sus amigos.

"Estamos contigo," asegura Kristoff. Y mientras Pabbie se acerca a la puerta, los tres jóvenes se estrechan en un fuerte abrazo.

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