8 - Idea

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Como lo prometí ;)

-o-o-o-o-o-o-

Elsa ya no puede mirar disimuladamente a Anna. La pelirroja se ha sentado en el banco que está junto a Elsa y ha anunciado que ese será su lugar hasta el final del ciclo lectivo.

Afortunadamente, hoy es miércoles y es el examen de Lógica. Y no habrá mucho tiempo para dedicar a la contemplación de su compañera.

Desafortunadamente, un momento antes de que suene el timbre que da comienzo a la clase, el último en cruzar la puerta es Hans.

El muchacho comienza a andar por el pasillo entre la primera y la segunda hilera de bancos y Anna al verlo se encoge un poco.

El gesto no pasa desapercibido ni para Elsa ni para Kristoff.

"Ni se te ocurra, Kolbek," gruñe el muchacho. La mirada de Hans está clavada en la chica, pero retrocede un paso ante la amenaza. Al levantar la cabeza en busca de apoyo, se encuentra con que todos sus hermanos lo observan con desaprobación.

"Esto no se termina acá," sisea. Y sin voltearse, se aleja hacia el otro extremo del salón y se sienta justo cuando el profesor Pabbie comienza a repartir las copias rápidamente y un silencio atroz se hace presente en el aula.

Al mirar los ejercicios, Elsa suelta un suspiro de alivio.

Gracias, Olaf. Tus apuntes me salvaron la vida.

"Pueden usar las hojas blancas para hacer anotaciones, pero sólo deben entregar la hoja de respuestas de elección múltiple. Sólo pinten una respuesta por ejercicio y no hagan otras anotaciones en esa hoja. Una vez que terminen, introduzcan la hoja en el sobre con su nombre y entreguen." Cuando el profesor hace silencio, el único sonido que puede escucharse en el aula es el de los lápices rasgando furiosamente el papel.

En menos de quince minutos, la hoja de respuestas de Elsa está completa y se respalda en su silla con una sonrisa de satisfacción.

Hasta que mira hacia el banco de Anna y se le borra la sonrisa.

Anna tiene los ojos cerrados y el ceño fruncido.

Anna está apretando la mandíbula con fuerza.

Anna sostiene el lápiz en la mano derecha, pero ésta descansa sobre su regazo.

Anna aferra con su mano izquierda el borde de su mesa.

Anna no está contestando el examen.

Y Elsa no sabe si se debe a Hans o a alguna dificultad con la materia.

Intenta pensar en formas de ayudarla, pero todas las opciones requieren que Anna la vea disimuladamente, y dadas las circunstancias es muy difícil que ocurra. No, necesita ayudarla de alguna forma.

Y de pronto, una idea le ilumina la cara.

En cualquier otra clase, Elsa tomaría su hoja apenas terminara de responder, la metería en el sobre y caminaría hasta el escritorio del profesor. Sería la primera en entregar, para salir por la puerta lo antes posible y volver a su cuarto a descansar.

No hoy.

Hoy espera. Simula revisar sus respuestas. Mira a Anna, que no se mueve.

A 50 minutos de arrancar, nadie ha entregado y el profesor Pabbie anuncia que quedan 10 minutos para recoger los exámenes.

Y los 10 minutos pasan y suena el timbre. Anna aún no se mueve.

"Por favor, agrupen los sobres de varios compañeros y tráiganlos al escritorio."

Elsa se levanta de un salto, con la hoja y el sobre sujetos firmemente en su mano derecha. Con la izquierda, toma rápidamente los papeles de Anna, que la mira entre furiosa y sorprendida, y camina a paso firme hacia el frente.

"Elsa, deben colocar la hoja en el sobre, ¿recuerdas?" indica suavemente el docente cuando la ve llegar.

"Cierto," ríe nerviosa. Mira los papeles, inspira profundo, y los guarda como fue indicado antes de agregarlos a la pila.

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