15 - Proximidad

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Elsa se siente cómoda compartiendo habitación con Anna.

Y Anna parece estar cómoda compartiendo habitación con Elsa.

Es como si se conocieran de toda la vida. Pese a tener rutinas diferentes (Elsa prefiere las mañanas, mientras que Anna está más activa de noche), la pequeña convivencia durante las dos semanas antes de las vacaciones de Navidad ha ido sobre ruedas.

Como prometiera, Elsa se ha encargado de las comidas. Además de algunas recetas aptas para dormitorios universitarios, la rubia insistió en salir a comer alguna vez o se consintieron con comida chatarra para llevar.

La realidad es que el tiempo que pasan juntas ha aumentado de golpe desde la primera nevada. Comen juntas, salen a pasear juntas por el campus, se acompañan mutuamente a algunas clases y ahora se sientan una tras otra en la clase de Lógica, con Kristoff aún monopolizando el banco del fondo.

La cercanía física, de todos modos, es nueva para Elsa.

No, no es que estén una encima de la otra. Pero hay pequeños gestos que la están volviendo loca.

Cada vez que Anna le sirve una taza de café y la deja a su lado en el escritorio, posa su mano en el hombro de la rubia y da un pequeño apretón.

Cada vez que se despiden para ir a alguna clase, Anna desliza sus dedos por el brazo de Elsa suavemente, desde el codo hasta casi la palma de la mano, y le desea suerte.

Y cuando miran películas, Anna tiene la costumbre de pegarse junto a Elsa y apoyar la cabeza en su hombro.

La primera vez que sucedió, Elsa quedó desconcertada. Estaban mirando uno de esos dramones que suelen estar nominados al Oscar sentadas una junto a otra en la cama de Anna, la que antes estuviera vacía, con la notebook de Elsa frente a ellas. Luego, volvió a suceder con una de superhéroes, y otra vez con una comedia romántica, y ahí fue cuando Elsa empezó a sentir que podía acostumbrarse a eso.

La última noche en el campus, tras empacar el equipaje necesario, Anna propone pedir comida china y ver una película de acción. Y Elsa es incapaz de negarse.

A hora y media hora de comenzar, ya están acurrucadas y los cartones de comida están casi vacíos, desperdigados por la cama, sumados a un par de envoltorios de Hershey's. Esta vez, Elsa se ha aventurado y tiene un brazo sobre los hombros de Anna.

Y Anna se acerca más a Elsa.

"Siempre pensé que Will Smith debería haberse dedicado más a la actuación que a la música," dice la pelirroja, girando la cabeza de golpe para mirar a su compañera, sin despegar la cabeza de su hombro. "¿Tú qué piensas?"

"Bueno..." La garganta de Elsa está repentinamente seca. "A mí me gusta su música."

"No digo que sea mala," continúa, su tono tan casual que Elsa no puede evitar relajarse un poco. "Pero es mejor actor que cantante."

"Puede ser..."

Elsa no despega su mirada de la pantalla. Y puede sentir la mirada de Anna clavada en ella, como examinándola.

"¿Elsa...?" susurra.

Casi como un reflejo, Elsa gira hacia ella y se encuentra a milímetros de su rostro.

Mierda.

MIERDAMIERDAMIERDA

"Elsa, ¿a ti te gu-"

BOOM

Una explosión en pantalla y el momento está completamente roto.

Anna se sobresalta y voltea la cabeza hacia la computadora, riendo.

"OK, no me esperaba eso," dice entre carcajadas. El brazo de Elsa sigue en su lugar, pero ha quedado petrificada.

"Sí," ríe nerviosa la rubia. "No puedo creer que nunca vieras Hombres de Negro, es un clásico," comenta, tratando de ocultar el temblor en su voz. El problema es que no puede ocultar el temblor de sus manos, así que se mueve casi de un salto alejándose de Anna hacia el borde de la cama.

Y no vuelven a hablar.

La película va terminando con un muro de hielo entre ambas. La mirada de Anna queda fija al frente, pero sus ojos parecen húmedos.

¿Está llorando? ¿O es por mirar tanto tiempo la pantalla?

Apenas los créditos empiezan a pasar, Elsa se levanta y junta todos los cartones y envoltorios y los lleva hasta el tacho de basura. En su nerviosismo no puede evitar limpiar las cosas sucias, ordenar, dejar todo en su lugar...

Para cuando voltea a ver a Anna, la ve acostada, su espalda hacia el espacio entre las camas. Elsa puede ver su cabello desparramado en la almohada y no mucho más, porque está tapada hasta arriba. También puede percibir, por el movimiento de su torso, que su respiración es lenta. Si no se ha dormido, pronto lo hará.

Mierda.

Lo he arruinado todo.

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