Hoy hubo doble actualización. Por las dudas, miren de haber leído el capítulo 21, que es importante.
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La rutina en la habitación de Elsa ha vuelto a la normalidad. Al menos, a toda la normalidad que tenía las semanas previas a Navidad. Han vuelto a estudiar juntas, mantienen las reuniones con Kristoff y Olaf (aunque el niño aún parece preocupado) y retomaron las películas nocturnas cuando no tienen clases por la mañana.
Y Anna habla mucho con Kristoff.
No, no es que Elsa esté celosa.
Quizá un poco.
Es que puede ver que Anna se distrae cuando están estudiando con mensajes al rubio. Y también mientras miran películas. Y nota que, en las reuniones de los viernes, hacen lo posible por sentarse juntos y, cada tanto, se echan miraditas.
Definitivamente está celosa.
Por eso, este miércoles de mediados de febrero, al salir del baño apurada para llegar a la clase de Lógica, Elsa los ve abrazados en el pasillo y no puede evitar esconderse detrás de la misma columna que meses atrás.
Cierra los ojos, se abraza a su morral con fuerza, apoya la espalda en la columna y respira varias veces, muy profundo, intentando calmarse.
No pasa nada. Son novios. Se abrazan. ¿Qué hay con eso?
"¿Estás bien?" La voz de Anna suena frente a ella con preocupación. Preocupantemente cerca. "¿Elsa?" Siente una mano en el hombro y abre los ojos de golpe para encontrarse a la pelirroja a apenas centímetros de su rostro.
"¡Sí!" contesta, forzando una sonrisa. Suena el timbre y su respiración se acelera. "Tuve que correr para no llegar tarde y no quería entrar agitada a la clase," miente. Anna frunce el ceño.
"No es cierto, te vi saliendo del baño hace al menos un minuto, pero te escondiste aquí. ¿Estás segura que estás bien?"
Mierda.
"Sí, claro. Vamos, no entremos tarde a-"
"No." El tono de Anna es firme, rayando en lo autoritario. "Tú no te vas de aquí sin explicarme qué te pasa. Estás hecha una bola de nervios."
"Van a vernos aquí afuera y-"
Anna la toma de la muñeca y la arrastra al baño, cerrando la puerta tras ella.
"Ahora no nos verá nadie. Suelta."
Elsa calla y mira al suelo.
Mierda.
"¿Tienes algún problema con Lógica o con Pabbie?" Elsa niega con la cabeza. "¿Otra materia de tu carrera?" Otra vez, niega. "¿Algún estudiante?" No, otra vez. "¿Algún problema de salud?" No. "¿Tu padre está bien?" Asiente. "Quieres que vaya a buscar a Kristoff? Él te conoce antes que yo y..."
Elsa sabe que ante la mención del muchacho ha hecho un gesto de disgusto. Lo sabe, no ha podido ocultarlo, así que intenta evadir, dándole la espalda y caminando hasta la pared opuesta.
"No hace falta, es que-"
"Oh."
Mierda.
"No hay problema, en serio, ve con Bjorgman, seguro te espera y-"
"Kristoff sabe que estoy contigo. Le dije que te estabas comportando extraño y que tenía que asegurarme que estés bien."
"Estoy bien," asegura, su voz una octava arriba de lo habitual. "Ve con tu novio, estaré bien."
"¿Qué?"
"¿Qué?"
Silencio. Hasta que, segundos después, Anna suelta una risita débil que le ilumina el rostro.
"Elsa, Kristoff no es mi novio."
Elsa se congela en el lugar. De cara a la pelirroja, lo único que atina a hacer es abrir y cerrar la boca un par de veces hasta que Anna ríe de vuelta y empieza a acercarse.
Dos metros.
Un metro.
Cinco centímetros.
"Corrígeme si me equivoco," susurra Anna mientras coloca una mano en su cintura y la otra en su mejilla.
Y los ojos de Elsa se cierran involuntariamente cuando los labios de Anna chocan contra los suyos.

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Lógica
RomanceEl hecho de que Elsa se sentara en el fondo del aula no tiene que ver con que le disguste la clase ni con que quiera ser remotamente relacionada con los revoltosos de siempre. Pero el último pupitre del lado derecho del aula le da una vista directa...