Actualizo a cada rato las páginas de estadísticas porque realmente no puedo creer la cantidad de lectores.
Gracias a todos por alimentar mis ganas de escribir!
Espero con ansias sus comentarios!
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La Universidad de Arendelle es relativamente pequeña. Particularmente, el Departamento de Matemática llevaba varios lustros sin ver un solo estudiante nuevo. De ahí que lo apodaran "el congelador", su época de gloria olvidada en un tiempo lejano. Los profesores, diseminados entre ingenierías y cátedras periféricas en otras carreras, celebraron la incorporación de Elsa Westergard como si fuera el Mesías que viniera a salvarlos del cierre de la sección.
Tres años hace ya del ingreso de Elsa a la casa de estudios, y su presencia en el campus no ha pasado desapercibida tampoco para el resto de los estudiantes.
Elsa es la única que tiene su propio cuarto en la residencia estudiantil. Y Elsa es la única que tiene acceso al comedor de los profesores, que usa a menudo para evitar distracciones a la hora de estudiar. También para evitar las miradas curiosas de sus pares, a los que intuye cuchicheando cada vez que ella se hace presente.
Es allí donde la encuentra la tarde del sábado, con la nariz hundida en libros y la sangre siendo reemplazada lentamente por el café asqueroso de la máquina.
Las notas de Olaf son particularmente completas y didácticas, y Elsa ha encontrado en ellas la fuente perfecta de información para ponerse al día a pesar de su distracción en clase. Afortunadamente, Elsa aprende rápido y no le lleva más de dos noches completar el material del curso y estar casi lista para el examen. Ahora necesita practicar y eso sólo se logra con horas de mantener su trasero en la silla y su cabeza enfocada.
"... tú eres increíble..."
Mierda.
Y es tan bonita cuando se muerde el labio...
A la mierda el enfoque.
Los últimos dos días han sido así, desde el encuentro inesperado en Oaken's. No volvió a verla en la cafetería, por lo que supone que estaba solo de paso por ahí. Y gracias a Kristoff y a Olaf pudo concentrarse lo suficiente para terminar la sesión de estudio sabiendo algo más que cuando había llegado. Pero cada tanto, alguna frase la asalta y la desconcentra.
¿Qué quiso decir con 'increíble'?
"Se la ve distraída, señorita Westergard."
Kai Holmen, Rector general de la Universidad, se está sentando frente a Elsa con un café en cada mano. Coloca uno de los vasos frente a la joven y se respalda en su asiento. Ella suspira profundo y esboza una sonrisa cansada.
"Es domingo. Vaya a disfrutar del campus antes de que llegue la primera nevada."
"El examen de Lógica es el miércoles, no puedo..."
"Usted ha pasado todos sus exámenes con notas sobresalientes. Creo que se merece la distracción," sonríe cómplice.
Es cierto. Las calificaciones de Elsa no han bajado de 87 en los tres años que lleva cursando. La mayor parte de eso se debe a la dedicación que pone en cada materia, pero sabe que también hay una cuota importante de su habilidad natural para el campo de estudio.
"Vaya. Llévese el café. Encuéntrese con sus compañeros. Sea joven, haga amigos. ¡Viva un poco! Sobre sus hombros está la responsabilidad de quitarle el mote de "congelador" a su carrera..."
Tal vez tenga razón. Ya sabe la teoría, ya hizo ejercicios. No tiene mayores dificultades que la distracción misma.
Tímidamente, Elsa guarda sus cosas en el morral y se levanta, llevándose el vaso con ella. Saluda al rector con una leve inclinación de cabeza y se dirige con paso firme hacia la puerta.
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Lógica
RomanceEl hecho de que Elsa se sentara en el fondo del aula no tiene que ver con que le disguste la clase ni con que quiera ser remotamente relacionada con los revoltosos de siempre. Pero el último pupitre del lado derecho del aula le da una vista directa...