Heaven and Hell

6. Suplentes

Narrador's POV:

Era un nuevo día el cual se aprovecharía al máximo para la rehabilitación. Ilay se levantó de su cama y seleccionó uno de sus tantos vestidos de diario; se vistió, arregló y sepilló sus dientes para después salir de su habitación.

Xanto ya esperaba fuera de su recámara con dos tazas de café: una para cada quién. Ilay tomó su taza y bebió de ella lentamente.

- ¿Ya están despiertos Xanto?- preguntó ella recargándose en la pared.

- Ya, pero tú debes cumplir una lista de tareas- dijo Xanto y sacó un pergamino enorme de la nada.

- ¡No es posible, olvidé por completo ésto!- dijo Ilay muy preocupada- Voy a despertar a Calipso.

Ilay extendió sus alas y voló hasta la habitación de Calipso que estaba frente a la habitación de su padre. Llamó a la puerta y abrió Calipso: estaba en bata de baño, apenas maquillándose y con pequeños tubos enredados en el cabello.

- Calipso, necesito tu ayuda- habló Ilay recuperando el aliento.

- ¿A qué hermana?- preguntó Calipso algo desconcertada.

- Olvidé todos los deberes que tengo que hacer el día de hoy y no tengo quien dé mi clase... ¿Crees que puedas darla por mí?- preguntó Ilay casi arrodillándose.

- Como una ¿"suplente"?

- En realidad serían "suplentes"- dijo Ilay tomando la mano de Xanto.

- ¿¡Qué dices!? De ninguna manera voy a ser tu profesor suplente, necesitas a tu consejero- exclamó Xanto.

- Claro que no... Bueno en realidad sí, pero quiero manejar esto sola- respondió Ilay algo contenta.

- Entonces te ayudaré- dijo Calipso quitándose uno de los pequeños tubos.

- Muchas gracias a los dos- dijo Ilay abrazando a los Calipso y Xanto- Xanto tiene todo el itinerario, sólo deben seguir el plan de estudio.

- Muy bien. Apresúrate- dijo Calipso y le dio un beso en la mejilla a su hermana.

Ilay extendió sus alas y voló hasta llegar a la sala principal del castillo donde la esperaba su padre. Mientras tanto Calipso y Xanto se quedaron en el pasillo, ella se giró y regresó a su habitación.

- Despiertalos, saldré en unos minutos- dijo Calipso a Xanto y cerró la puerta de su habitación.

- Claro- respondió el querubín llendo a la habitación de huéspedes.

Llamó a la puerta y Dries abrió la puerta: acababa de despertar, pues tenía el pelo desordenado (más de lo normal) y apenas y podía mantenerse en pie.

- Ilay no dará la clase hoy, será su hermana Calipso. Despierta a los demás por favor y comiencen a alistarse- dijo Xanto y Dries asintió con la cabeza.

- Ya están despiertos- dijo Dries para después bostezar y cerrar la puerta.

Xanto entró a la habitación de Ilay y se sentó en la cama de ella esperando a que todos estuvieran listos. Pasaron unos minutos y escuchó el chirrido de una puerta, rápidamente se levantó y salió de la habitación: ya estaban saliendo Dries y las gemelas, detrás de ellos Hamza y Cassandra, mientras que del otro extremo del pasillo salió Calipso.

- Muy bien. Vamos- dijo Calipso caminando frente a todos y Xanto a un lado de ella- ¿Cuál es la clase de hoy?

- Hoy comenzaremos con los valores de los ángeles: el primero es ser auténtico- explicó Xanto leyendo un pergamino.

- Muy bien, empecemos con la clase entonces- dijo Calipso abriendo sus alas- La clase comenzará con una carrera a partir de aquí- habló parándose en la entrada del vestíbulo.

- ¿Qué tratas de hacer?- preguntó Xanto en el oído de Calipso.

- Les voy a enseñar a ser auténticos- respondió Calipso en posición de carrera.

Calipso extendió sus alas, al igual que Dries, las gemelas se tomaron de las manos y su cuerpo fantasmagorico tomó un aspecto de fuego, Cassandra sólo se puso en posición de carrera y Hamza se envolvió en su capa de plumas y se transformó en un lobo de pelaje negro verdoso.

- En sus marcas... Listos... ¡Fuera!- gritó Calipso y emprendió el vuelo.

Calipso tomó la delantera y detrás de ella iba Dries dando fuertes aleteos, justo detrás de él iban las gemelas y Cassandra y Hamza ya estaba tomando el lugar de las gemelas.

Calipso llegó al invernadero en primero lugar y detrás de ella Dries y Hamza, luego las gemelas y en último lugar Cassandra.

- ¿Eso para que fue?- preguntó Dries recuperando el aliento.

- ¿No se han dado cuenta? Uno de los valores para ser un ángel es ser auténtico y cada uno de los cinco lo es de diferentes formas: Dries aletea más fuerte, las gemelas se unen, Cassandra de arrastra más rápido y Hamza cambia de forma, todos son diferentes y cada uno de ustedes es auténtico uno del otro- explicó Calipso mientras se sentaba en el mismo tronco que se sentó Ilay el día anterior.

- Eres igual a Ilay- dijo Dries simpáticamente- Lo mismo me dijo ayer.

- Me lo dicen muy amenudo- respondió Calipso haciendo énfasis en la palabra "muy"- Entremos al aula.

Se levantó y caminó al invernadero, abrió puerta y todos entraron.

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La clase fue larga pero muy entretenida, todos obtuvieron su punto de autenticidad y Calipso descubrió que es buena para dar clases. La noche cayó, todos estaban en sus habitaciones e Ilay acababa de terminar sus deberes.

Cassandra estaba sentada en el balcón de su habitación observando la gran polis iluminada por miles de faroles y estrellas del cielo nocturno; a veces pensaba en lo que pretendía Ilay, pero le daba miedo aceptar que en cualquier momento se convertiría en ángel... Claro, la hija de Belcebú no podría ser un hermoso ángel después de siglos de ser demonio.

Alguien estaba detrás de ella, giró rápidamente y con una cuchilla atacó a ese invasor: era Calipso que con un poco de magia detuvo la cuchilla centímetros antes de que se enterrar a en su rostro.

- ¿Qué haces aquí?- preguntó Cassandra arrojando la cuchilla a un mueble.

- Me percaté del gran potencial que tienes Cass- dijo Calipso sentándose junto a ella.

- ¿Y eso qué?- preguntó Cassandra algo despectiva.

- Pues que no somos tan diferentes, buscamos lo mismo y lo sabes muy bien- habló Calipso con un tono manipulador.

Cassandra se quedó cayada y asintió con la cabeza. Calipso le sonrió y salió de la habitación.

- ¿Lo vez? Somos casi iguales- habló Calipso y cerró la puerta.