4. Excursión.

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Ilay's POV:

Ya era de día, y todo estaba listo para irnos en busca de los otros dos reinos; me levanté muy temprano por la mañana, me bañé, vestí y arreglé. Escuché ruidos en la habitación de enfrente así que supuse que ya estaban despiertos todos.

Llamaron a la puerta, la abrí y ahí estaba Vesta con mi traje que le pedí por favor que hiciera. Ella tenía un vestido similar al de su "regeneración" solo que lo acompañaba con una chamarra de peluche negro.

- Muchas gracias Vesta - dije y le di un pequeño abrazo.

- No es nada Ilay... ¿Te molesta si me quedo? Quiero ver tu cara cuando te lo pongas - dijo Vesta entre risas.

- Por supuesto que no, quédate - le dije e inmediatamente entró y se sentó en la cama.

Me puse el traje, en realidad era hermoso, era muy simple: un traje de cuerpo completo blanco, encima un vestido corto ydelgado con hombros descubiertos y una gabardina, acompañado de unas botas.

- Me tomé la libertad de tomar esas botas de invierno: solo le puse los brillos y la suela la cambie a una totalmente flexible, por si necesitas correr, saltar o algo por el estilo - explicó Vesta y me dio la bota.

- En serio se lucieron. Muchas gracias Vesta - dije mirándome en el espejo.

- No fue nada Ilay, para eso estamos las amigas - dijo Vesta y me sonrió.

- Tienes razón - respondí y tomé mi maleta.

Apagué todas las luces de mi habitación, verifiqué que las llaves del agua estuvieran cerradas y salí junto a Vesta. De la habitación de enfrente, salió Agni con el mismo vestido que su hermana y me miró sorprendida; en su mano derecha llevaba una maleta (supongo que de ambas).

- Te dije que esa gabardina haría buen juego - dijo Agni con una sonrisa.

- Gracias Agni - dije nuevamente... Perdón por decir tantas veces gracias pero no saben cuantos vestidos han hecho.

- No es nada Ilay, nos gusta hacer eso - habló Agni y se acomodó la chamarra.

Del otro lado del pasillo, salieron Hamza y Dries: Hamza con su traje de siempre, solo que esta vez, su abrigo tenía unos ligeros detalles brillosos en la parte inferior; en cuanto a Dries, su traje era muy similar al mío: un pantalón gris, botas, una gabardina (la de él azul y debajo una playera que parecía de brillos.

- Miren, ambos muy bien arreglados - dije mientras caminaba hacia Dries y ambos se sonrojaron.

- Bueno, no podemos salvar el mundo sin vernos bien - dijo Hamza entre risas.

- Buen punto Hamza, ante todo el estilo - dije y los cinco comenzamos a reír.

- Vámonos entonces - dije caminando hacia el pasillo para llegar a la puerta principal.

Ya en la entrada estaba mi padre, Xanto, Giles y Zeth y con él un Querubín que se me hizo conocido. Dejé mi maleta en el carroaje y un guardia Serafín las comenzó a guardar.

- ¿Elián?- dije acercándome al Querubín.

- Ilay, hace años que no nos vemos - dijo Elián con una enorme sonrisa.

- Es mi consejero, veo que también tienes al tuyo Ilay - interfirió Zeth señalando a Xanto.

- O claro, Xanto, ¿porqué no vienes?- dije tomando su mano.

- No pienso ir y menos si está él - respondió Xanto quitando su mano.

- Ay hermano, han pasado años, ¿No me has perdonado? - dijo Elián acercándose a Xanto.

- Y no lo pienso hacer - respondido Xanto quitándose de ese lugar.

Mientras que Elián y Xanto discutían me dirigí a Zeth, el cual llevaba una maleta más pequeña que la nuestra.

- ¿A dónde vas?- pregunté desconcertada mientras lo miraba con una sonrisa.

- ¿A dónde más? Contigo; necesitan la mayor cantidad de ayuda suficiente - dijo Zeth dejando su maleta en el carroaje.

- Pero...

- No voy a escuchar un no por respuesta Ilay, te voy a acompañar - habló Zeth con una sonrisa de lado.

- Me parece perfecto - respondí con una sonrisa nerviosa.

Me dirigí a mi padre y lo abracé tiernamente, me besó en la frente y me abrazó más fuerte.

- Ten mucho cuidado hija, no quiero perder a mi otra niña... Y por favor, intenta no pelear con ella, debes ser más inteligente que tu hermana - dijo mi padre con una sonrisa cansada.

- No te preocupes por eso papá, voy a arreglar todo, te lo prometo - dije y lo besé en la mejilla - No tardaremos.

Me dirigí a Xanto y lo abracé, me miró desconcertado y se soltó del abrazo.

- ¿Eso que significa?- preguntó confundido y molesto.

- Qué te quedas, el reino necesita quien lo cuide y mi padre también, él no puede estar solo, necesito que lo atiendas - expliqué brevemente.

- Está bien Ilay, lo haré.

- Gracias Xanto, no sabes lo culpable que me sentiría si te pasara algo, es mejor que te quedes aquí - dije y lo abracé nuevamente.

- Ten cuidado o no me quedaré sin mejor amiga - dijo él con lágrimas en sus ojos.

- Eso no pasará Xanto: tú y yo, por siempre - dije y unas lágrimas salieron de mis ojos.

- Te quiero, con cuidado - dijo Xanto y me dio un beso en la mejilla.

Caminé hasta el carroaje y subí en él, luego las gemelas, seguido de ellas Hamza y Dries y finalmente Zeth.

- ¡Espera!- gritó Xanto y me asomé por la ventanilla.

- ¿Qué pasa?- pregunté casi gritando.

- Nunca dijiste que "Él" se quedaría con nosotros - reprochó Xanto señalando a Elián.

- Ambos estarán más seguros si se mantienen juntos - habló Zeth igualmente, con el volumen de voz alto.

Los Serafines engancharon a Giles de una pechera de hierro, y, cabe recalcar, que dos años bastaron para que Giles se convirtiera en un dragón adolescente de casi 1.70 de altura, casi tres metros de largo y con doce metros de envergadura. Giles comenzó a correr hacia el borde del reino, mientras que pasábamos por la calle todos los ciudadanos nos despedían; y justo cuando llegó, saltó y se dejó caer en picada, y abrió sus alas en cuanto estuvimos por llegar al océano.

Dries presionó un botón y el carroaje comenzó a abrirse tomando la forma de un pequeño barco en el que cómodamente cambiamos todos: con una habitación personal y aprueba de agua para Giles, una habitación hecha con las puertas y el techo un una cama hecha por los asientos, y con las ruedas traseras haciendo unas hélices que acompañaban al propulsor solar y los llantas delanteras formando un timón.

- Ya estamos listos - dijo Dries tomando el timón.

Soul Town, allá vamos...

Heaven and Hell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora