Narrador's POV:
Ya había pasado un día desde el baile: Ilay seguía presa y ahora Calipso era la futura reina por decreto.
Ilay estaba acostado junto al Pilar de su padre, mirando como la vida del rey se iba poco a poco y muy lentamente. De pronto el techo retumbó y la puerta se abrió: de la superficie bajaron unos guardias querubines, el Trono líder, Calipso, Xanto y todos los demonios, siendo Dries el único que estaba encadenado.
- ¡Ilay! - gritó Dries en cuanto la vio.
- Vinieron - dijo Ilay algo emocionada.
El Trono creo un pilar de hielo, y éste empujó a Ilay hasta un rincón y unos picos de hielo la encarcelaron como en una jaula para aves. El mismo Trono, derritió un poco del pilar de Argenis y le quitó un poco de la saliva que tenía y la depositó en un frasco; lo sacudió y la saliva se tornó magenta.
- Obviamente lo envenenaron. Y no es veneno normal: es veneno del Infierno. Uno de ellos tuvo que ser - dijo el Trono señalando a los demonios.
- Diles Cassandra - dijo Dries.
- ¿Qué dices?, ¿decir qué?- respondió Cassandra algo molesta y preocupada.
- Sí: encontré un pedazo de cristal bajo tu cama y tenía restos de veneno manipulador - explicó Dries y el Trono la miró algo molesto.
- ¿Es eso cierto Cassandra?- preguntó el Trono.
- No. Eso ni siquiera es veneno: es un líquido alucinógeno. Calipso me ayudó a probar éste mismo líquido con unos animales del jardín - dijo Cassandra algo preocupada.
- Es cierto. Yo le ayudé - dijo Calipso en voz alta.
- Entonces, sólo pudieron a ver sido ustedes cuatro - dijo el Trono señalando a Hamza, las gemelas y Dries.
- Yo sé quien pudo haber sido - habló Dries algo apenado.
- ¿Quién?- preguntó el Trono.
- Puede que sean mis padres: ellos siempre han querido el dominio del reino y sospecho que ellos pudieron haber sido o pudieron haber enviado a alguien - explicó Dries aún apenado- Si me dejan ir, hablaré con mis padres.
- Liberalo - dijo el Trono a uno de los guardias.
- Pero...
- Liberalo - repitió ahora molesto.
El guardia cortó la cadena que tenían las alas de Dries, y con una llave abrió un cinturón de acero bendito. Dries estiró sus alas, las cuales estaban un poco quemadas, al igual que su ropa.
- Vete y regresas a informarnos o ellos pagarán el precio de tu estupidez - habló el Trono con un tono fuerte.
- A ellos no los lastimes - dijo Dries algo preocupado.
Dries extendió sus alas y salió de la habitación dejando a todos. Los guardias encadenaron a los demás demonios y estaban a punto de irse pero Ilay interfirió.
- Ellos no tienen nada que ver, ellos no tienen la culpa - dijo Ilay desde su jaula.
- Por supuesto, la culpa es completa y absolutamente tuya, pero ellos pagarán el precio de tus estupideces. Ya sabes que antes de actuar hay que pensar, y tú, mi niña no pensaste nada: te dejaste llevar por el corazón y no por la mente. Y mira, todo lo que ya hiciste: condenaste a tu padre, tu trono, tus amigos y tu reino - habló el Trono mientras caminaba a Ilay.
- El problema contigo es que no sabes hablar del amor: nunca has amado y nunca amarás a nadie y ese es tu problema. No me conoces Trono, tal vez haya hecho muchas estupideces pero tengo la forma de resolverlas - habló Ilay molesta frente a frente del Trono.
El Trono metió su mano por la jaula y la tomó del cuello y la jaló a él.
- Piensa en lo que haces porque tú no eres nada junto a mí - dijo el Trono aún sosteniendo el cuello de la arcángel.
- Por supuesto que lo pensé mucho. De hecho, ya sé como salir - dijo Ilay sujetando la mano del Trono.
Ilay jaló al Trono hacia ella varias veces hasta que lo dejó inconsciente; se quitó el broche de su cabeza y con los picos de ésta, rompió uno de los barrotes de hielo y así siguió con los otros para que lograra escapar.
Se puso de nuevo el broche en la cabeza, y corrió para salir de la habitación pero un trozo de hielo le sostuvo el pie: era el Trono.
- ¡Antes te mueres a que escapes!- dijo el Trono creando varios picos de hielo.
- Antes te mueres tú - dijo Ilay arrancando uno de los picos de hielo.
El Trono extendió sus enormes alas doradas y se abalanzó contra Ilay; ella lanzó el pico y éste le perforó una de sus alas, comenzó a caer y con los mismos picos que creó, se ensartó. Justo cuando su cuerpo se enterró en los picos, estos se derritieron.
Ilay extendió sus alas y salió de la habitación; los guardias resguardaban la entrada y en cuanto la vieron, la persiguieron. Ilay voló a gran velocidad hasta llegar a su habitación y se encerró en ésta; dentro de la habitación estaba Xanto sentado en la cama, llorando.
- ¿Qué pasa?- preguntó Ilay acariciando el pelo de Xanto.
- Tengo miedo de no verte jamás... Espera, ¡aquí estás!- dijo Xanto y abrazó a Ilay.
- No pudieron conmigo - dijo Ilay algo elocuente.
- ¿Qué hiciste?- preguntó Xanto algo desconcertado.
- Yo no quería Xanto. Él me encarceló en picos de hielo y se cayó en ellos...
- ¿Murió?- dijo Xanto preocupado.
- Sí - dijo Ilay algo melancólica.
- Eso no importa, estamos juntos, todos estamos bien - dijo Xanto y abrazó nuevamente a Ilay.
- Es lo que importa - dijo Ilay aceptando el abrazo de Xanto.
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Al otro lado del castillo estaba Calipso y justo en este momento acababa de llegar Cassandra a la habitación algo agitada.
- ¡Ilay escapó! Tenemos que arreglar esto rápido - dijo Cassandra algo apresurada.
- Esto lo arreglo yo - dijo Calipso algo molesta mientras se maquillaba.
- Espero que sea rápido si quieres que la coronación sea ya - dijo Cassandra ya desesperada.
- No te agites mi amor, esto es fácil - dijo nuevamente Calipso y procedió a besar en loa labios a Cassandra.
Se besaron muy apasionadamente, y después se separaron muy lento.
- Siempre logras tranquilizarme - dijo Cassandra con una sonrisa y mirada coqueta.
- Es mi poder "demoníaco"- habló Calipso saliendo de la habitación.
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Heaven and Hell
Fantasy- Como primer decreto real quiero anunciar que haré un programa de rehabilitación para demonios en la cual los haremos volver a sus raíces. ¿Creen que es una idea loca? Ja, los demás ángeles lo piensan, pero yo no, yo se que es posible hacer que alg...