2. Amenazas.

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Era un día gris y frío, las corrientes de aire estaban más frías y comenzaba a nevar muy poco, pues el invierno estaba comenzando. En una la nube de los Tronos, se encontraba un nuevo palacio: uno más grande y elegante.

En este palacio, se encontraba Dries, Argenis e Ilay sentados frente a una enorme mesa de mármol, y en todos los demás asientos se encontraban otros Tronos, Principados, Dominaciones, Querubines y Serafines tanto en la mesa como por todo el palacio, resguardando a todos las criaturas celestiales.

- Tienen que arreglar esto Argenis, estamos perdiendo población y están desapareciendo ángeles inocentes. Debes ponerle un alto a esto... Yo propongo atacar directamente a Hell Town - dijo una Dominación con su volumen de voz alto y algo molesto.

- Ni siquiera sabemos si son los habitantes de Hell Town los que están haciendo ésto - respondió Argenis ya molesto.

Solo imaginen: tres horas en una reunión con todos los ángeles de alta jerarquía, viendo sus caras furiosas y escuchar sus quejas y reproches... No por algo todos estaban molestos.

- Son ellos, ¿Quién más pensaría en matar ángeles?- preguntó un Principado.

- Pueden ser otras criaturas o incluso de aquí mismo, tenemos que mandar a las fuerzas especiales para que investiguen - dijo Argenis golpeando la mesa.

- ¿¡Y qué estás esperando!? Ya debiste haberlos mandado - respondió de mala gana el mismo Principado.

- No debemos precipitarnos tan rápido, hay que investigar un poco - dijo una Trono.

- ¿Investigar?, ¡No hay nada que investigar: los demonios siempre han sido los causantes de muertes! - dijo una Dominación golpeando la mesa y se levantó de su lugar.

Ilay estaba arta y aburrida, Dries la tomó la mano derecha (la cuál estaba en su pierna) y le dio un tierno beso en la mejilla.

- Relájate, casi acaba esto - susurró Dries con voz cansada.

- Amor... ¿Como quieres que me relaje con un montón de ángeles viejos gritando y golpeando como animales?- dijo Ilay con las manos ne la cabeza.

Dries río bajito y luego Ilay; Argenis le dio un codazo a Ilay y ambos se calmaron. Era tanto ruido que Ilay decidió lanzar al techo una esfera de energía que explotó como un cohete y todos se cayaron al instante.

- Estoy harta de todos ustedes, ¿porqué no mejor proponen como quieren atrapar a esos criminales en lugar de solo abrir la boca? Eso les serviría - dijo Ilay y Dries comenzó a reír pero se tapó la boca.

- Cuando seas reina, te tomaremos en cuanta - habló el Trono líder.

- Pero... Ya soy reina, hace dos meses nos coronaron - dijo Ilay algo confundida y molesta.

- No has entendido, ¿cierto? Una reina es reina hasta que se case: ustedes ya son reyes de Heaven Town solo por la corona más no por autoridad - explicó el Trono con una mirada fija hacia Ilay.

- Lo que no entiendo, es porque me hicieron venir a esta reunión si ni siquiera voy a poder hablar. Con permiso - dijo Ilay y se levantó de su silla.

- Espera amor - dijo Dries tomándola de la mano pero ella se soltó.

- Ahora no amor, voy al castillo, los veo allá - dijo Ilay y caminó hacia la puerta principal.

Antes de salir, pensó en algo, dio media vuelta y se posicionó en la cabeza contraria de la mesa, donde no había nadie; miró al Trono y comenzó a hablar.

- Yo propongo que todos ustedes se vayan y me dejen hacer el trabajo de reina, yo puedo encargarme del problema, siendo reina o no. Y una cosa más, mantengan su boca cerrada que también sirve para otras cosas - dijo Ilay y dio media vuelta para salir del palacio.

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