23. Lo Siento

5 2 0
                                    

Todos los ejércitos comenzaron a luchar unos contra otros: Hadas , Almas y Ángeles contra los Demonios, criaturas fantásticas contra más criaturas fantásticas. Todos se enfrentan contra las fuerzas del Infierno, incluyendo Ilay; Calipso se abalanzó contra su hermana y ella se la quitó de encima, Calipso huyó al interior del Castillo e Ilay la tomó de la pierna antes de que pudiera dar el primer paso dentro del Palacio.

- Suéltame - dijo Calipso y pateó a Ilay en el hombro haciendo que la soltara.

Calipso le lanzó un rayo a Ilay y ella lo desvío con su florete, el rayo rebotó y Calipso no pudo esquivarlo: el rayo la golpeó en el cuello y una gran cicatriz morada se creó en su cuello.

- ¿¡Porqué no quieres escuchar!? - dijo Ilay bloqueando los ataques que seguía lanzando su hermana.

- ¡Porque no quiero! - gritó Calipso y directamente lanzó su arma pero Ilay la tomó en el último momento y la enterró en el suelo.

- Pero, ¿porqué? Yo sólo quiero arreglar esto - dijo Ilay bajando su arma.

- Pues entonces arreglemos las cosas - respondió Calipso extendiendo su mano y su arma regresó a ella.

- No me dejas otra opción hermana, pero, no quieres entender - habló Ilay levantando el florete.

Calipso lanzó un rayo púrpura a Ilay, ella lo bloqueó con un escudo de hielo. La ahora demonio, soltó un golpe con su lanza de doble filo, Ilay creó otro florete de hielo y con esta bloqueó el golpe; lanzó el florete y alcanzó a rosar el hombro de Calipso, tirando su hombreras, ella lanzó nuevamente un rayo e Ilay lo desvío, haciendo una fractura en el suelo del Castillo. Calipso creó un pentagrama en el aire y lo lanzó a Ilay, Ilay creó una pared de hielo y el pentagrama lo comenzó a derretir.

- No vas a frustrar más mis planes, y si te tengo que matar las veces que lo tenga que hacer, ¡lo haré! - habló Calipso son dejar de lanzar el rayo del pentagrama.

Ilay reemplazó el escudo de hielo por una cruz de luz que creó con sus propias manos y se la lanzó a su hermana, ella la bloqueó con un escudo de sombras y la lanzó un espiral de fuego púrpura, Ilay creó otro escudo de hielo y lo bloqueó. Calipso destruyó el escudo, levantó los pedazos, los afilió y los lanzó directamente a Ilay; ella lanzó un rayo con su florete y los pedazos de hielo se hicieron un montón de nieve; Ilay levantó la nieve con sus manos y envolvió a Calipso, cerró sus manos y la nieve se volvió hielo. Calipso derritió el hielo y se lanzó a su hermana, Ilay se quitó, Calipso giró rápidamente y al abrir sus alas empujó a Ilay a la puerta de la Habitación de Hielo y logró sostenerse del borde; Calipso caminó hasta su hermana y pisó sus manos.

- ¿Te gustaría ver a papá antes de irte?- preguntó Calipso y por el dolor Ilay comenzó a soltarse.

Calipso lanzó una cadena de humo a las alas de Ilay; como podía se sostenía pero el dolor por las pisadas de Calipso, la hizo caer de espaldas, chocando con el hielo. Calipso cayó junto a ella y la levantó a la fuerza y la arrojó a un pilar: en ese pilar estaba Argenis, con el hielo cubriendolo hasta la boca y en otros dos Xanto y Elián.

Ilay intentó levantarse sola pero su ala estaba rota por la caída y le causaba gran dolor; Calipso quitó el hielo de la boca de Argenis y el comenzó a hablar.

- Hija... Por favor...

- ¿Por favor qué? Ya tomé mi decisión- dijo Calipso frente a su padre.

- Razona, todo esto, está mal. Solo escuchanos - rogó Argenis e Ilay ya estaba de pie, con un inmenso dolor.

- ¡No! Ustedes deberían escucharme - gritó Calipso muy molesta y encerró a Ilay en otro pilar - Ustedes no saben el daño que me han hecho, el dolor que he sufrido, no saben nada sobre mí y se supone que son mi familia.

- ¿¡Cómo te atreves a decir que no sabemos el dolor y el daño por el que has pasado!? Tú madre murió y a partir de ahí...

- ¡Eso! - interrumpió Calipso a Argenis - Yo solo quería estar con ustedes dos, pero no, ambos me dejaron sola, decidieron afrontar solos esta pérdida y me abandonaron... ¿¡Cuantas veces les dije que habláramos de todo esto!?, ¿¡Qué recordaramos a mamá!?, ¿¡Y cuántas de esas veces me rechazaron!?

- Hermana entiende... No es que no quisieramos estar contigo, no es que te dejáramos sola, solo qué... No sabíamos como afrontar esto, queríamos pensar en todo, queríamos vivir nuestro duelo solos y... Te dejamos cuando nos querías unir - habló Ilay y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

Calipso bajó su arma al escuchar las palabras de su hermana.

- Lo siento hija, lo siento mucho, sólo querías estar con tu familia, y te dejamos afrontar todo esto sola. Sólo nos querías unidos y eso, sumado con la tristeza, te lastimó gravemente... Perdóname, te necesitamos hija: nuestra familia no está completa sin ti- dijo Argenis con los ojos llorosos.

Calipso inmediatamente derritió los pilares, liberando a su padre, hermana, Xanto y Elián.

- Los perdono... Pensé qué, al tener todos los reinos bajo mi control, curaría la cicatriz y pensé que ganaría el amor que no me pudieron dar - dijo Calipso con la voz quebrada y sus ojos cristalinos por las lágrimas, parecían amatistas - Se que todo lo que hice estuvo mal pero... Lo hice porque no quería estar sola.

- Tú nunca estarás sola amor: - dijo Argenis junto a ella - nosotros estaremos contigo hasta el final.

- Pero mira hermana... Lograste unir a todos: no sólo a nuestra familia, sino a todo el mundo, uniste a los reinos, uniste a cuatro especies y a partir de ahora todo va a cambiar hermana, te lo prometo - dijo Ilay tomando las mejillas de su hermana para darle un beso en la frente y abrazarla con inmenso cariño.

Xanto se acercó a Ilay y a Calipso y ambas lo abrazaron, junto con Argenis. Los pilares se iluminaron intensamente y el fantasma de Zoé se hizo presente nuevamente; se acercó a ellos y se unió al abrazo.

- Lo lograron mis niñas, han unido a todos y no saben que feliz me hace verlas juntas, con su padre - dijo Zoé mirando a sus hijas.

- Te prometo que no las dejaré solas amor mío - respondió Argenis y Zoé le dio un beso en la frente.

- Lo sé... Sé que ahora estarán bien - habló Zoé y desapareció en un estallido de luz azul.

La batalla se detuvo gracias a que Dries y Cassandra vieron toda la plática entre las hermanas y ordenaron detener la guerra.

- Arreglemos todo esto hermana - dijo Ilay tomando la mano de Calipso.

- Hagámoslo - respondió Calipso.

Se tomaron de las manos y con sus armas crearon un círculo: las puntas de cada uno de ellos brillaron y el círculo comenzó a llenarse de luz.

- με αγάπη και εμπιστοσύνη, τον κόσμο που πρόκειται να αποκαταστήσουμε, τα έθνη και εσείς θα ενωθείτε και οι αδελφές μαζί θα είναι - hablaron las dos al mismo tiempo.

El círculo se expandió y todo el daño ocasionado por las fuerzas de Calipso, comenzaron a restaurarse. La onda de luz comenzó a restaurar Heaven Town: el Palacio de los Tronos, partes del Castillo y la ciudad en su totalidad.

Toda la onda se expandió hasta llegar a Soul Town; el agua comenzó a hacer un remolino que empezó a reparar el reino completamente: las islas y el castillo de coral se restauraron como si nada hubiera pasado. Del viejo Árbol de Fairy Town surgió uno nuevo, uno más grande, más bello y mucho más fuerte; he incluso la onda llegó hasta Hell Town qué, a pesar de que no había daño, todo el reino se purificó.

Ahora todo estaba como nuevo, todos estaban juntos ahora.

Heaven and Hell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora