C i n c u e n t a y c i n c o

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Capítulo dedicado a  glaamangel por ser quien acertó en el spoiler <3

Capítulo dedicado a  glaamangel por ser quien acertó en el spoiler <3

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Antes de volver a mi casa tuve que sacarme fotos. Shanelle dijo que con lo que había pasado en la noche iba a tener problemas, que me llamarían para emitir declaraciones y saber qué ocurrió. Nada podía ocultar que estuve en Polarize, tampoco que había asesinado a Claus, yo era la culpable y sobre mí tenía que caer una lluvia de preguntas en las que no deseaba participar. La evidencia de que había actuado en defensa propia estaba en mis manos, en mi cuerpo, en las heridas que me causaron las esposas al tratar de escapar; pero para qué engañarnos, Claus estaba de espaldas cuando lo ataqué.

Pensaba en ello mientras iba en auto a casa. Rust me llevaba. Todo iba en completo silencio, pues no había mucho que dos personas pensativas y destruidas por los asesinatos de sus mejores amigos pudieran hablar.

Además de estar inquieta por lo que pasó en la noche, me perturbaba lo que le diría a mamá.

Rust aparcó a unas casas de la mía. Pude apreciar desde mi sitio el resto del camino a casa: los árboles encorvados por la lluvia, las hojas secas caídas en al costado de la calle, las casas de los vecinos a quienes a veces solía saludar por la mañana... Todo me pareció extraño, demasiado colorido, como si hubiese pasado meses encerrada en el refugio de los legionarios.

Rust se quitó el cinturón de seguridad, luego hizo lo mismo con el mío.

—¿Quieres que te acompañe?

Rechacé su sugerencia con un sutil movimiento.

—No es necesario.

—¿De verdad? Prometo no actuar más de lo debido.

Esa era una promesa que tenía bastante difícil de cumplir, conociendo su historial.

—Hablo en serio, Rust —repuse con firmeza—. Este tiempo lo necesito a solas con mamá.

Supo comprenderlo y se marchó.

Llegar a casa fue un desafío poco agradable y sin ninguna recompensa a cambio, solo el consuelo que me daría estar por fin en un sitio seguro. Ni siquiera tuve que llamar a la puerta, mamá abrió el preciso instante en que yo me situaba frente a la reja. Bastó ver su expresión conflictuada para entender que ella sospechaba de que algo malo había ocurrido.

—Onne... —murmuró en tono compasivo.

Cual acto-reflejo, escucharla condujo a que explotara en llanto. Avancé hacia ella con paso torpe y me fundí en un abrazo lleno de consuelo. Percibí su olor maternal, su cabello rojo cubrió mi cara y me sentí tan segura... No sabía cuánto necesitaba a mamá hasta ese momento.

—¿Qué pasó? —preguntaba ella, también llorando—. Dime qué sucedió.

Sonaba desesperada, angustiada porque yo estaba sufriendo. Si le contaba las atrocidades por las que había pasado y visto, su angustia se volvería una bola gigante de preocupaciones, y suficiente tenía ya con mis desmayos. Me dije que lo mejor sería ocultárselo —aunque no me gustaba mucho la idea de tener que guardar todo eso para mí—, porque además de contaminarme, también la ensuciaba a ella.

Díselo a la Luna ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora