- Y se me apareció a mi hace unas horas. Escúchame, esa no es Trilla Suduri. - Boterías, un fantasma no puede adoptar otras formas. - Lo se, exactamente no se que clase de criatura es.-Me respondió. - De todas maneras, esperemos a que se nos vuelva a aparecer y ya veremos que hacemos, porque ahora no es que podamos hacer mucho.
Ambos nos miramos.
- Bonito vestido. - Gracias.- Dije con una mirada profunda hacia sus ojos.
Se escucharon golpes en la puerta.
- Khay, ¿estáis ahí?
Iba a responder pero Kylo me tapó la boca.
- Si saben que estamos aquí con la puerta cerrada se pensarán cosas que no son, mejor que piensen que no hay nadie.- Me susurró.
Kylo estaba a pocos centímetros de mi, y era casi imposible no notar la tensión sexual que provocaba la situación.
- ¡Chicos déjense de hacer que no están, se os ve la sombra de los pies por debajo de la puerta.-Continuó. - Si ves a Trilla, no hagas nada. -Dije para luego abrir la puerta. - ¿Por que cerrasteis con llave?- Preguntó Trudgen. - Deja de ser tan cotilla y sube a la fiesta.- Respondí empujándolo. Antes de continuar me di la vuelta. - ¿No vienes?- le pregunté a Kylo.
Él negó con la cabeza.
Era madrugada, bailábamos en la pista de baile. Todos estábamos un poco más felices de lo normal. Vi a Ushar alejarse de nosotros.
- ¿Ya te vas?- Le pregunté agarrándole la mano antes de que se fuera.
Él miró hacia un lado, se encontraba su ex-fuck-friend ligando con Trudgen.
- Parece mentira. - Respondí vacilándole.
El se molestó.
- Para tí es fácil Khay, lo único que te preocupa son las amenazas a la primera orden, no tienes pareja, no tienes problemas personales, solo trabajo. - No es tan fácil, Kylo y yo tenemos más problemas a parte de eso. - ¿Lilith te supone un problema? - Hm....no la verdad- fruncí el ceño.- para mi es un cero a la izquierda. - Pues imagínate si te supusiera uno, o peor, que uno de tus mejores amigos te supusiera un problema. - Ushar Ren, las tienes a todas a tus pies, te recuerdo que medio Naboo quiere acostarse contigo, ¿y tú fijándote en una persona que por cierto se tiñe fatal el pelo?. - le di en la nuca. - Espabila estúpido, recuerda que los sentimientos solo estorban, nunca te enamores de nadie. -Añadí molesta. - No es tan fácil.-Recalcó. - Como me dijo Snoke una vez, las personas a las que de verdad les importas nunca te van a defraudar. Son por las únicas que no debes temer su ida, la gente que ha estado contigo siempre.
Hubo un pequeño silencio de reflexión.
- Gracias Khay, por todo, pero creo que me voy a descansar. - Te acompaño, parecen zombies de todo lo que se han metido en el cuerpo.- dije refiriéndome a los demás.
Caminábamos hacia su habitación.
- ¿Y con quien te ves ahora?
Sonreí.
- Esas cosas nunca se dicen. - ¿Cual es tu secreto? -Me miró. - Hazlo cuando la gente menos se lo espere, al medio día, tarde noche, eso sí, nunca te quedes en su misma habitación hasta por la mañana. - Esos trucos los aprendiste de mi.- ambos reímos.
Llegamos a la puerta de su habitación.
- Ha sido un placer su compañía señorita maestra Sith. ¿Me permite invitarla a pasar?- dijo haciéndose el galán.
Algo que me encantaba de Ushar es que a pesar de ser un caballero, siempre me hacía reír.
- Señor Ushar Ren, será un placer, pero quedan 3 horas para que amanezca, y una de las cosas que aprendí de ti, como nombramos anteriormente, es no quedarse hasta por la mañana.
Hubo un silencio.
- ¿Pero sabes que?- añadí.- hace tiempo que no pasamos una noche juntos. - lo miré a los ojos con cara de niña buena.
Ambos nos miramos, él sonrió y me dejó pasar.
Me desperté a las 9:30 am y me dirigí a la ducha.
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- Buenos días señorita. -Dijo Ushar apareciendo detrás mio.
Me dió un beso en el hombro y me empujó un poco para que el agua cayera también en él. Me giré para quedar enfrente.
A pesar de mirarle a los ojos podía notas su torso. Se notaba que iba todos los días al gym.
- ¿Como has dormido? - Pues bien, tu cama es más comoda que la mia, ¿Sabías? - Pues podrías venir más amenudo, podríamos hacer pijamadas, criticar... - Si, hasta que se entere toda la primera orden y ocurran consecuencias peores.-reí.
Terminamos de hacer el bobo en la ducha y salimos.
- Mierda solo hay una toalla.-Dije. - Quédatela, total, aquí la que no tienes ropa limpia eres tú.- me miro humildemente. - Gracias, pero tengo que volver ya a mi habitación antes de que alguien
