Our Dark Side {Kylo Ren}

47. Llorando

Me encontraba arreglando unos asuntos importantes en el pasillo principal cuando escuché a Kylo decirse a una encargada que mandara a analizar algo. Me encontraba hablando con una comandante cuando detuve la conversación para ir a preguntarle al pelinegro que tramaba.

- ¿Qué es eso?-Le pregunté.
- No te importa.- Me respondió
- Creí que ya no habían secretos entre nosotros Ren.

El hizo un pequeño silencio antes de responderme.

- Tuve una visión con la chatarrera, fui a agarrarla pero solo pude agarrar eso, debemos averiguar de donde es e ir enseguida hacia allí.
- Señor hemos analizado esto, es de el sistema midiano Pasana, valle prohibido.-Nos vino a informar la persona a quien Kylo se lo había cedido.
- Preparad mi nave, avisad a las tropas locales enviad una división.-Anunció.
- Si líder supremo.- Respondió el general Leal.
- Te acompaño.- Le dije.
- No tú quédate aquí.- Me reprimió.
- ¿Por? Los chicos van.
- Solo voy a capturar a la chatarrera, puedo hacerlo solo, y alguien tiene que dirigir a los Stormtropper desde aquí.
- No va sola, ¿Qué piensas hacer con los demás?- Le pregunté.
- Matarlos. De eso se encargarán los chicos.
- Se dice fácil ¿No crees? -Le dije alzando una ceja.- Estaré en la sala de operaciones.- Dije para luego salir de allí.

Observaba el planeta desde arriba, y en lo último que estaba pensando era en dirigir a la tropa.

"¿Nunca has querido saber de donde vienes?"-Me preguntó Pálpatin a través de la fuerza.

- No.-Me respondí inmediatamente.

"Si supieras la verdad, entenderías todo mucho más fácil."

- ¿Todo? Creía que lo sabía todo, soy una maestra Sith.

" Tu pasado pocos lo conocen, pero yo super perfectamente escoger a mi sucesora"

- ¿Y Ren? Pensé que lideraría conmigo.

"Solo hay un trono, ¿De verdad piensas que hay hueco para dos?

- Señorita Khay, los Stormtropper han localizado a los rebeldes.
- Matadlos.

En una pantalla se veían las coordenadas en donde se encontraban. Kylo se acercaba a ellos a toda prisa.

- ¿Qué pretende hacer?- Pregunté.

Segundos después me di cuenta de que no iba hacia los rebeldes iba solo hacia la chatarrera.

- ¿Pretende atropellarla?-Preguntó Hux.

Lo ignoré y seguí observando. La nave iba a pasar por encima suyo cuando inesperadamente calló.

Nosotros no veíamos una imagen clara, solo puntos de calor, pero sabía perfectamente que Kylo se había estrellado contra el suelo.

- Bajaré a ayudar a Kylo.
- Espera.-Me dijo Hux agarrándome de la manga de la camisa.

Ren completamente intacto salía de la nave. Ambos se detuvieron un rato hasta que algo explotó en medio de ambos.

- Voy a ir a buscar a Ren, al parecer los chicos salieron en otra nave.- Dije y me fui.

Al llegar a donde se encontraba aterricé, él seguía mirando hacia el horizonte, en el cual el sol se estaba poniendo. Bajé de la nave y lo observe a su lado.

- Nunca he entendido que le ven a los atardeceres.- Admití.- Es solo el sol ocultándose.
- Tiene poder.- Dijo.
- ¿Quien, la chatarrera?- Lo miré.
- Ha destruido una nave y ha sido con unos rayos que le salieron de los dedos, nunca había visto eso antes.
- ¿Y que hacemos?
- Ahora volver, ya se nos ocurrirá algo.

Ambos subimos a la nave y volvimos.

***

-Tenemos la nave de la chatarrera pero ella logró huir.- Hux.
- ¿Como?-Pregunté.
- Al parecer Ren la dejó escapar, y bajo el mando de los caballeros de Ren hemos sufrido bajas. Han destruido un transporte.
- Eso no ha sido culpa nuestra, la chatarrera quería el transporte no sabemos para que, y Kylo y ella se pelearon por el.- explicó Ushar.
- ¿Y que tanto quería la chatarrera de nosotros?- Pregunté de nuevo.
- Hemos traído a un valioso prisionero.
-¿Un prisionero?
- Seguramente compañero de la chatarrera, se pensaría que estaba en esa nave.- explicó ahora Trudgen.
-La bestia solía volar con Han solo.- añadió Hux.
- ¿Donde esta?-Preguntó Ren.
- Interrogatorio 6.
- Tendré una charla con él.- Añadió.
- No le hagas daño.- Le advertí.

Y seguidamente se marchó.

Pasaron un par de horas y Kylo llegó a la habitación un tanto agitado.

- ¿Todo bien?- Le pregunté mientras leía una revista sentada en su cama.

Él no me respondió, solo se acercó a mi, se sentó en la cama y apoyó su cabeza en la palma de sus manos.  Al ver que no se levantaba lo miré extrañada.

- ¿Estás llorando?