Salí de mi habitación minutos después de que los droides vinieran a llevarse mis maletas. Caminaba por el largo pasillo de las habitaciones cuando....
-¿Todo listo?-escuché a mis espaldas..
Me giré encontrándome a Hux apoyado en la puerta de su habitación.
- Eso creo.-Respondí. - Cuidate.-Dijo dándome un beso en la frente. - No tengo 5 años, e incluso a esa edad ya sabía dominar un sable láser mejor que Kylo.- Reí.-Estaremos bien, Naboo es un lugar precioso. -Eso me han dicho.- Respondió. -Maestra Sith, la nave la espera.-Dijo un Stomtropper.
Después de echarle un último vistazo al pelirrojo, me despedí de el y me dirigí al hangar de naves. Subí a la nave encontrándome con Kylo.
- El viaje es largo, y deberías de descansar antes de llegar. - ¿Desde cuando tanta preocupación?- alcé una ceja. - Vamos a tomarnos este viaje como una vacaciones de relax, nada de problemas.- respondió inútilmente a mi pregunta. - Con que Hux tenía razón. - Kylo se tensó.- Vas a falsear un viaje de trabajo para cogerte una vacaciones. - Pues no, lo principal será la misión de Snoke, pero en este viaje deben de vernos como un frente unido, nada de tus peleitas de adolescente. - Soy más madura que tu a pesar de ser 5 años menor.
Después de una hora, en la que me dormí apoyada en el hombro del azabache, llegamos. Era temprano, el sol recién acababa de salir en las preciosas tierras de Naboo.
- ¿No íbamos a palacio?- le pregunté a kylo observando el paisaje. - Si, pero nos hospedaremos en los lago.
Me puse mi capa para taparme del sol y me bajé de la nave.
- Bienvenidos.- Un hombre vestido muy elegantemente nos recibió.
Me retiré la capa.
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- Espero que os agrade vuestra estancia aquí, sus maletas se cargarán a la suite presidencial de el hotel. Si necesitáis cualquier cosa no dudéis en pedírnoslo.
Seguimos al hombre hasta the luxury Lagos Hotel, un castillo hotel de 4 estrellas a 20 minutos del palacio de Naboo.
- Vuestra habitación se encuentra en la torre más alta.- Añadió mientras subíamos por el iluminado ascensor.
Todo el castillo era maravilloso, y creo que el ascensor tenía las mejores vistas que había podido admirar.
- Bien, os dejaré dos llaves para que podáis entrar y salir cuando os apetezca.- dijo el hombre mientras caminábamos por el iluminado pasillo, dirigiéndonos hacia una puerta doble. - Adelante, toda vuestra. - Debe de haber un error, somos dos, habitaciones por separado.-Dije. - Así se solicitó desde un primer momento.- me dijo de vuelta.
Maldije a Ushar por lo bajo, ya que él fue el que encargó las habitaciones. El hombre se fue y nos dejo a Kylo y a mi solos. Ignorando todo lo que acababa de pasar, entré a la habitación.
- Wuau, esto es... - Impresionante.-Me terminó Kylo.
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Continué caminando hasta que pude observar el dormitorio.
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- Creo que podría quedarme a vivir aquí.- Recalqué. Miré a Kylo- ¿Hoy tienes alguna reunión? - Hem...si, algo así. - Usa protección. -Dije con el ceño fruncido. - Eso no es de tu incumbencia.-Me respondió. - Lo será cuando me toque cuidar a un niño que no es mio, ¿o no te acuerdas lo que le pasó a tu abuelo con la señorita Padme? - ¿Y que hay de ti? ¿Quieres hijos?- Me preguntó.
Fruncí el ceño de nuevo extrañada por su pregunta.
- Por ahora no, y si los quisiera tener sería con alguien de la alta elite, para que herede mi puesto.- Me senté en la cama.- Quien los vería, tu hijo y mi hija liderando la galaxia. - Lo miré pero no recibí ninguna respuesta por su parte, como si estuviera evitando el tema. - Kylo, cuando te hablo respóndeme.- Dije rodando los ojos. - Debo prepararme, la reunión es a la hora de almorzar.
Horas más tarde, ya sola en mi habitación, aparecieron tres chicas y un chico por la puerta.
- Señorita Khay, el príncipe sabe que ha llegado y solicita verse con usted para la hora de almorzar. Venimos a prepararla.- Dijo sonriente una de las señoras.
Me prepararon un vestido rojo largo, digno de la realeza de Naboo, y me peinaron mi pelo largo con ondas.
- Una señorita tan guapa como usted siempre debe de ir así vestida, no con esas vestimentas tan oscuras.- Me dijo.
La señora era muy agradable.
- Y ahora acuda al ala oeste del castillo. Allí la estarán esperando.
Caminé por todo el castillo, era más grande de lo que pensaba. Llegué a las terrazas del oeste.
