Our Dark Side {Kylo Ren}

41. La princesita

A la mañana siguiente Luke no me pudo conseguir una nave, pero me habló de un viajero del oeste, que el no tendría problema en ayudarme. Llevaba una semana fuera, quizás un poco más, y no sabía nada de la primera orden, y para colmo el péndulo no funcionaba.

Narrador externo:

En el supremacy todo estaba diferente, nadie sabía nada de ella, y todos estaban destrozados de una forma o de otra. Kylo Ren por fuera se mostraba más frío y más enfadado de lo normal. Estaba preocupado, aunque solo llevara poco más de una semana fuera. Las cosas en la primera orden no iban mejor, había empeorado todo.

Kylo ya no tenía ese sarcasmo que le cambiaba el humor por las mañanas, esa impotencia que le ayudaba a controlar su maldad interior. Le hacía falta ese carácter, esa fuerza y esa seguridad que le hacían la vida más fácil y con menos problemas, y cada día que pasaba se notaba aun más.

Ahora era cuando la necesitaba al mando, ya no mandaba Snoke por las espaldas, ahora mandaba solamente él.

En cuanto a Hux, cada día lo odiaba más, por su culpa no sabían nada de ella. Ninguno sabía su paradero, ni como estaba, ni si quiera si aun seguía estando.

Narra Khay:

Tras todo ese tiempo caminando, por fin divisé una nave. Era un caza y había un hombre un tanto perdido. Caminé un poco más rápido, lo que fue llamando su atención mientras me iba acercando. Dameron.

Una vez llegué a su lado me arrepentí. Levantó su arma y yo le tamente mis brazos en señal de que no tenía armas.

- Estoy indefensa, no te puedo matar.- Dije.
- No confío en ti.
- No confías en Kylo, yo te doy igual.

- ¿Qué te ha pasado?- Preguntó cambiando de tema y trayéndome algo de beber.
- Peleé con Ren y acabé aquí sin nave, ni armas, ni nada.- Dije sentándome. - Gracias.
- ¿Piensas volver?- Me preguntó.
- Aunque no lo parezca, ahí arriba se está montando un caos sin mi. -Ambos miramos a la nada.- ¿Me llevarías al supremacy?
- Sería un suicidio.
- Solo hasta la puerta, ordenaré que no te hagan daño.- Insistí.

Él se lo pensó. Iba a responder cuando noté algo en mi cara y después todo se volvió negro.

***

Me desperté en una camilla, mi mano estaba atada a esta y el lugar parecía como una habitación de enfermería.

- Buenos días.- Dijeron desde la puerta.

- Me has traicionado.- Le dije.
- Finn pensó que me estabas atacando.
- ¿Finn?- Pregunté. - Da igual, necesito que me soltéis, tengo que irme.
- Lo siento pero no podemos.
- ¿Qué no podéis? ¿Para que me queréis aquí?
- Leia quiere hablar contigo.
- ¿La princesita necesita mi ayuda? .-Arqueé una ceja.
- Volveré en un rato. No hagas nada.

Dameron salió por puerta, a lo que yo con la fuerza me solté. Me levanté de la cama y corrí. Todo estaba lleno de carpas a si que intenté divisar una nave.
Había una pequeña, volví a correr lo más rápido que pude hasta la puerta, en la cual llegué en segundos. Antes de entrar giré mi cabeza encontrándome con la queridísima princesa Leia. Ambas nos mirábamos.

"Cuídalo" -Me dijo usando la fuerza.

No le respondí, solo subí a la nave y la arranqué saliendo de allí con la mirada de todo el campamento posada en mi.

La nave respondía bien, por lo que no me fue difícil escapar sin ser perseguida, aunque tampoco es que se esforzasen en alcanzarme, olía su miedo.

El péndulo comenzó a soltar una energía un tanto extraña y oscura a si que lo cogí y observe por un momento. La nave comenzó a moverse por si misma, dirigiéndome hacia quien sabe donde. Pronto lo vi, estaba delante mío, Mustafar. Se podía observar el color rojo de lava desde el espacio, y con solo pensar en ello me entraba calor.

- ¿A donde me has traído pequeño?

La nave entró en el planeta y se estacionó en el patio del famoso castillo de Darth Vader.

Por primera vez en mi vida tenía miedo, no sabía lo que me podía esperar. Abrí la gran puerta negra y lo primero que vi fue una fuente de lava en medio de un gran salón.

- ¡¿Hola?!- Grité.

Estaba casi desierto, pero se mantenía en buen estado, todo estaba impecable. Notaba una fuerte conexión con la fuerza, la cual lógicamente era la que mantenía el lugar así.

Salí a un pequeño balcón a la derecha del salón y observé el cielo.

Algo estaba pasando.

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Holaaa, ¿Os gusta el cambi de narradores o preferís que narre siempre Khay? Un abrazoo.