Estaba luchando con Ushar en un entrenamiento. Ambos interveníamos con el sable láser pero algunas veces se nos iba de las manos y nos metíamos algún que otro pellizco.
- Céntrate.-Le dije después de unos cuantos. - Te desconciertan. Una maestra Sith no se puede desconcertar con cualquier cosa.-Me afirmó. -Seré una maestra Sith, pero soy humana, y tus pellizcones duelen. -Le respondí sobándome el costado derecho. - Bien, empecemos de nuevo.-Dijo finalmente.
Encendimos los sables y nos pusimos en posición de ataque. El corrió hacia mi y yo lo esquivé haciendo así que casi se chocara contra la pared del gimnasio.
- Cuidado por donde andas.-Le dije levantando una ceja y sonriendo triunfante.
Él se dio la vuelta y volvió a atacarme, está vez con más firmeza. Iba a sangre fría.
- Ushar para. -Dije, lo cual no escuchó.
Lo fui a contraatacar cuando se apartó causando que me diera un fuerte golpe contra la pared.
No caí pero comenzó a sangrarme la nariz. Me di la vuelta quedando cara a cara con él.
- Una toalla por las molestias, gracias.- Le dije.
Él me tiró la suya con la cual me limpié la sangre.
- Creo que voy a ducharme, Snoke quiere que vaya a verlo a su nave después.-Le comenté guardando mis cosas en mi bolso de deporte. - ¿Quieres que te acompañe?- Me preguntó. - No, de echo me dijo que no le dijera nada a nadie, a si que si alguien pregunta, no sabes donde estoy.-Le dije dirigiéndome hacia la puerta. - Tu secreto está a salvo conmigo.-Dijo.
Entré a mi habitación, me duché, me arreglé y salí hacia el garaje.
- ¿A donde vas?- Me preguntó Kylo quien me encontró por el pasillo. - ¿Decírtelo va a cambiar algo en tu vida? -Le pregunté mientras continuaba caminando. - Estoy esperando una respuesta. -Me siguió a paso firme. -Y yo estoy esperando a que te vayas, no eres mi padre.-Dije buscando mi nave. - Tengo el derecho a saber todos los movimientos que ocurren aquí dentro. - Y yo tengo el derecho a tener cierta privacidad como líder suprema que soy, y a demás... - Entré. - Si pudieras saberlo ya te lo hubiera dicho.
Cerré la nave y salí de allí. El viaje duró segundos ya que las naves se encontraban descansando en el mismo eje de la galaxia.
Aparqué mi pequeña nave, me bajé y caminé hacia la sala del trono. Entré en esta y caminé hacia él.
- ¿A que se debe está reunión líder Snoke?-Pregunté deteniéndome a unos 10 metros del trono. - Mi queridísima Khay, hoy te daré algo muy importante. - La última vez que me dijo eso, creo recordar que me dio un tomo de los antiguos libros de los Sith, el cual eran más de 2 mil páginas.-Le recordé. - Lo de hoy es mucho más significativo y más importante.
Con el uso de la fuerza acercó a mi una pequeña cajita negra con un lazo rojo.
- Regalo de cumpleaños atrasado.-Me dijo.
Nunca me esperé a que el señor oscuro me regalara algo el día de mi cumpleaños.
Le retiré el lazo y lo abrí. Delante mío se encontraba un péndulo de lluvia de estrellas.
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- Muchas gracias líder supremo Snoke pero, ¿Qué me quiere decir con esto?- le pregunté. - Esto, disfrazado de péndulo, es un fragmento de galaxia. - ¿Qué significa eso?- Pregunté un tanto preocupada. - Con el podrás visualizar en tu mente y aparecer en cualquier lugar de la galaxia a preferencia. - ¿Cualquier lugar? -Volví a preguntar. - Cualquier lugar, pero tendrás que haberlo visitado antes. Es una reliquia Sith muy antigua. - Muchas gracias Snoke, lo usaré muy bien. - ¡Necia! Usalo cuando quieras, no tiene limites.
***
Me encontraba dándome un baño y observando la galaxia.
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Miré hacia la cama en la cual descansaba el péndulo. Es cierto que era de uso ilimitado, pero tenía que usarlo con cuidado. ¿Qué pasaría si lo usase con algún lugar en el que no he estado antes?
"Te convertirías en uno con la fuerza" -Me respondió Kylo usándola. "No entres en mi mente" -Le recordé. "Es divertido ver como te comes la cabeza por un simple péndulo" "¿Y tú que sabrás" "Yo ya tengo uno, bueno no exactamente" "¿A que te refieres Ren? Como este solo hay 3, son reliquias sagradas de los Sith" -Le respondí. "También existen reliquias Jedi ¿Sabes?"
Me quedé callada.
"Luke Skywalker esconde uno en su isla, uno fue destruido y el otro estaba en el templo jedi, los cuales ninguno los he encontrado todavía" "¿Por qué no vuelves al templo?"-Me atreví a preguntar. "Lo he intentado, pero hay tanta destrucción que es difícil encontrar algo allí"- Me respondió. "¿Y si te ayudara a buscarlo?" "No ganarías nada" "Con este péndulo solo puedo viajar yo, si tuvieras uno y yo otro nuestras misiones serían mucho más fáciles.
