Our Dark Side {Kylo Ren}

53. Lo harán, y lo harán solo porque eres hijo de Leia.

- Procedamos.- Dijo Palpatin.

Seguidamente comenzó a absorber su alma, su fuerza y su vida. Yo simplemente observaba, y no podría definir con una sola palabra lo que sentía, por lo que aparté la mirada de ellos.

Una vez el emperador terminó escuché ambos cuerpos caer al suelo.

- Esto es lo que habéis provocado.- Anunció.

Volví mi mirada hacia el emperador, la cual se desvió a Kylo cuando se volvió a levantar con ganas de enfrentar a Palpatin.

"No lo hagas" -Le dije a través de la fuerza.

Pero ya era tarde, Palpatin lo había visto y lo elevó.

- Al igual que yo una vez caí, así caerá el último Skywalker.-Anunció para luego empujar bruscamente a Kylo lejos de su vista.

Obervé su cuerpo asustada y preocupada, pero no llamé la atención, simplemente deje que Palpatin siguiera pensando que realmente no me importaba.

- ¡Nada evitará el retorno de los Sith!- gritó el emperador.- Nuestra reina nos llevará a la gloria eterna.- Dijo levantando mi mano frente a todos.

Notaba una nueva tensión en la fuerza, como si de una sobrecarga se tratase. Entonces lo entendí, la chatarrera comenzó a levantarse y encendió su sable láser lista para atacar.

Palpatin se dio cuenta y tensó la mirada hacia ella.

- Qué tu muerte sea lo último que se sepa de la historia de la rebelión.

Entonces lo hizo, la atacó con un poder que no había visto nunca antes. Unos rayos salían de sus dedo perpetrando en el sable láser.

- Una chatarrera no podrá contra mi, yo soy todos los Sith.- Dijo al ver que aun la chica se resistía.
- Y yo todos los Jedi..- Dijo finalmente.

Sacó otro sable, el que suponía que era de Kylo, y lo unió al otro en forma de cruz. Poco a poco fue derrotando a Palpatin según se acercaba, llegó al punto en el que él se fue desintegrando, y la chatarrera fue acabando con todo lo que había ahí dentro.

El gran trono se destruyó haciéndonos caer al suelo bruscamente, pero gracias a la fuerza conseguí mantenerme a salvo del golpe.

La sala se sentía vacía, a pesar de que ambas, las únicas sobrevivientes, tuviéramos encima a miles de naves peleando.

- ¿Por qué no me has detenido?- me preguntó refiriéndose a la muerte de Palpatin.
- Porque deseaba con todas mis fuerzas que alguien acabara con él.- Le respondí.

- ¿Y ahora que hacemos?- preguntó.
- Kylo...sigue vivo.- Le respondí.- Iré a buscarlo.
- Yo ire a buscar a mis amigos. Nos vemos después.

Corrí por el escarbado lugar buscando a Ren, hasta que lo encontré tirado en el suelo.
Me agaché a su lado.

- Kylo- Lo llamé sacuendiendolo levemente.- Kylo porfavor no te vayas.

Una lágrima salió de mis ojos al ver que no reaccionaba. Lo sacudí un poco más pero no había manera.

Seguidamente, ya dada por vencida, me levanté con la intención de volver a buscar a Rey, pero cuando menos me lo esperaba, antes de dar un paso una mano tomó mi tobillo. Inmediatamente baje mi mirada, era la de Kylo.

- Ren.- Dije agachándome.

Estaba un poco débil pero al menos estaba despierto.

- Khay..-Dijo en un susurro.

Lo ayudé a acomodarse.

- Escúchame hay que salir se aquí, Rey ha matado a Palpatin, iremos con ella.
- No nos aceptarán.- me interrumpió.
- Lo harán, lo harán solo porque eres el hijo de Leia.
- El hijo traidor.
- Pero el hijo.

Se sentó como pudo y me miró a los ojos.

- ¿En que momento estás de parte de la rebelión?

En ese momento me di cuenta de que mis pensamientos habían cambiado de una manera bastante inesperada. Yo era una Sith, pero Rey había acabado con todos menos conmigo. Al fin y al cabo ya no tenía reino al que gobernar, y ellos habían ganado la batalla.

- Eso no importa.- le respondí al fin.- Podemos volver a empezar de cero.

Entonces me beso, pero este beso no se parecía a cualquier beso que nos hubiéramos dado antes, este era de verdad, y era lo más honesto que le había visto hacer nunca.
Al separarnos lo miré a los ojos.

- Te amo.- Le dije. -  Y en mi vida he amado a nadie.
- Ya no tienes la piel gris, ni los labios negros, pero los ojos aun siguen rojos.
- ¿Te acabo de decir te amo y me dices eso imbécil?- Le dije pegándole en el hombro.
- Y aun así me parece que estás buenísima.
- Idiota.- negué con la cabeza para luego besarle.

- Tenemos que salir de aquí.- Le recordé mirando a mi alrededor.
- Usemos tu péndulo, ya la cosa está más tranquila ahí fuera.
- El péndulo solo lo puede usar una persona. Sal tú, estás herido, yo puedo salir a pie.- añadí.

- No tan rápido.- Dijo una voz a nuestras espaldas.
- ¿General Leal?- pregunté.
- Te equivocas.- me respondió con una malévola sonrisa.- Nunca he sido el general Leal.

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Moores, queda un capítulo o dos😢