❀ 21 - Detalles ❀

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Itachi

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Itachi

Mi corazón se detuvo, un espasmo nervioso me recorrió los músculos y mi pierna derecha comenzó a sacudirse. La imagen del loco apareció frente a mis ojos, el dolor del disparo, el miedo de sentirme observado y la falsa tranquilidad que Kakuzu me expresó cuando nos encontramos en la sala de interrogatorios.

¿Qué tan real fue esa declaración?

¿Acaso mi inestabilidad emocional impidió que detectara las mentiras?

¿O su fuga y la muerte de Hidan son una simple coincidencia?

—¿Ita? —habló Kisame y yo sacudí la cabeza para espabilarme, necesitaba sacar las telarañas de tristeza de mi cerebro y empezar a funcionar, no tenía otra opción—. ¿Me escuchas?

—Sí... —susurré—. Voy para allá, nos vemos en la estación.

—Vale, siento molestarte.

—Está bien —dije—. Adiós.

Corté la llamada y solté un suspiro, el corazón me latía agitado contra las costillas, no quería hacerme cargo de mis deberes, pero tenía que hacerlo. Me puse una mano en el pecho, tratando de tranquilizar mi nerviosismo y alcé la mirada hacia el rubio, quien seguía viéndose pálido y me observaba con una expresión extraña que no sabía cómo definir.

—¿Qué pasa? —pregunté.

—Kakuzu se fugó...

—Lo sé, Kisame me acaba de avisar —contesté sin razonar lo que acababa de decirme—. Además, Hidan está muerto.

—¿Cómo? ¿No se supone que estaba en la cárcel?

—Al parecer lo asesinaron dentro del recinto —expliqué—. Tengo que ir a la estación de policía, Dei.

Me forcé a olvidar la pena que me tuvo hundido durante dos semanas, intenté apagar mis emociones y centrarme en el caso, tenía que hacerlo. Me puse de pie y me encaminé hasta nuestra habitación para cambiarme de ropa, pero la voz de Deidara llamándome me detuvo.

—Itachi... —murmuró, y el tonito lleno de culpabilidad que emitió me puso alerta.

—¿Qué?

—Kakuzu fue quién me llamó —confesó, y mi reciente intento de insensibilizarme se hizo añicos—. Él... él me pidió ayuda, Ita.

—¿Ayuda para qué? —inquirí.

—Para esconderse —Fruncí el ceño.

—Pues le dices que sí, le tendemos una trampa y lo encarcelamos de nuevo —solté.

Definitivamente esta era una buena oportunidad para devolverlo a prisión lo más rápido posible, así yo podría volver a hundirme en mi miseria sin forzarme a pensar en algo más allá de mi culpa y mi pena. Realmente no quería volver a trabajar, mi mente no estaba en condiciones para investigar y razonar.

El Asesino | ItaDei [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora