Deidara
Sabía que tenía un gran problema delante. Tenía perfectamente claro que aquel que me amenazaba era Kakuzu, mi exnovio psicópata y celópata que siempre cumplía sus promesas, fueran malas o buenas. Sabía que podría aparecer aquí esta noche por más que Itachi llenara la casa de cerraduras y que no le temblaría el pulso para meterme una bala entre ceja y ceja mientras me profesaba amor eterno.
Sabía que podría morir esta noche o la siguiente, pero ahora eso no me importaba.
La causa de mis lágrimas y mi corazón acelerado era aquel que tenía al frente. Me dolía ver en lo que se había convertido la mejor relación que había tenido nunca, una que era preciosa y me hacía tan feliz. Me dolía haber sido tan estúpido y no confiar en Itachi para contarle todo y así solucionar el problema juntos.
Lo traicioné intentando protegerlo, pero las intenciones no limpiaban lo que había hecho ni cambiaba el resultado en el que se había convertido nuestra relación.
Sin embargo, lo que más extrañaba era la sonrisa de Itachi. Nuestra separación no me dolería tanto si lo viera bien, si supiera que dejarme es lo que necesitaba para ser feliz, pero sabía que no era así. Sabía que nos necesitábamos mutuamente y podía notar con solo echarle un vistazo que esta situación era mucho más dolorosa para él que para mí.
Porque Itachi estaba solo y no era una decisión propia, mientras que yo estaba solo porque quería torturarme.
Si yo quisiera, podría tomar mis cosas y volver a casa de mis padres donde me recibirían con los brazos abiertos. Podría tomar un avión y volar a Estados Unidos donde vivía mi hermana y armar una vida nueva por allá. En cambio, Itachi no podía hacer eso, porque toda su familia estaba a dos metros bajo tierra en un cementerio.
Lo miré y me odié.
Si lo presionaba y le insistía, no conseguiría nada más que hacerlo sentir peor y no quería contribuir en eso, así que simplemente me resigné a no obtener su perdón (todavía) y le prometí que haría todo por ayudarle, para así recuperar su confianza y demostrarle que nunca quise hacerle daño:
—Itachi, haré todo lo que necesites para solucionar esto -declaré y él alzó débilmente la cabeza para mirarme—. Te daré toda la información que pueda darte y si necesitas que actúe como señuelo para atraerlo y atraparlo, lo haré. Solo quiero que esto se termine.
Negó con la cabeza enseguida, torciendo las cejas en una mueca de angustia.
—Lo que menos necesito es que te pongas en riesgo -susurró y mi estómago se encogió. A pesar de todo seguía queriendo protegerme con todas sus fuerzas. Lo vi respirar hondo, tratando de calmarse y agregó—: Tenemos que ir hablar con Kisame.
—Está bien —murmuré yo.
—Y me voy a quedar contigo —sonreí inconscientemente, pero a Itachi ni siquiera se le alegró la expresión, seguía viéndose tan torturado como antes y tuve que recordarme que la única razón por la que estaba aquí era porque tenía una amenaza de muerte encima. Tenerlo cerca me distraía y hasta me hacía olvidar que mi vida estaba en riesgo—. No me voy a quedar tranquilo si no estoy cerca. Traeré mis cosas hoy por la tarde.
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El Asesino | ItaDei [Editando]
FanficUna noche cualquiera, Deidara encuentra el cadáver de su novio en el tapete del recibidor de su apartamento. Durante su vida se ha envuelto con toda clase de personas y sabe que debe vengarse, que lo que le han hecho no puede quedar así. Con ayuda d...