Capítulo 21. 🖤

7.1K 670 160
                                    

Devan

Sabía perfectamente que Declan seguía molesto conmigo por lo sucedido con Alease, y sí, tal vez me equivoqué al fijarme en ella, pero no lo pude evitar, es hermosa e inteligente, como no fijarse en una mujer así. Me volvía loco.

A veces veía a mi hermano llegar a la casa y otras más salir sin decir a donde iba, si le preguntaba me mandaba al carajo o solo me ignoraba como era su costumbre desde que nos peleamos. Y aunque su madre no me agradaba en lo más mínimo le alegraba que no se desentendiera de ella y la visitara en la clínica.

—¿Cómo está Bea? —Declan iba entrando y se detuvo frente a la sala. Estaba fumando un porro y el lugar olía a hierba quemada. Se quedó en su lugar, procesando si decirme algo o solo ignorarme como lo solía hacer desde aquel día.

—Bien, en lo que cabe está bien, gracias por preguntar —masculló. Ni siquiera me miró a los ojos y me dolía, juro que me dolía que me hablara en ese tono, que se portara de esta manera conmigo cuando lo único que hice todos estos años fue cuidar de él. Sí, me equivoqué, me enamoré de la mujer que él también amaba, pero no quise que las cosas se dieran de esta manera y por más que me alejé de ella simplemente no pude estar lejos, la necesitaba, maldita sea la necesitaba tanto.

Me puse de pie y me acerqué a Declan con el temor de que me fuera a rechazar. Le ofrecí el cigarrillo, pero este no lo aceptó, no le gustaba fumar, mucho menos esto.

—No, gracias —Declan se encogió de hombros.

—¿Cuándo va a salir de ese lugar? —inquirí llevando el porro a mis labios.

—Dicen que, en unos tres meses, quizá un poco más.

—Bueno, al menos esos meses le van a ayudar, ¿no?, se va a curar y va a regresar a esta casa —sonreí, un poco falso. La idea de tener a Bea en esta casa no me agradaba mucho, nunca nos llevamos bien, nunca fue de mi agrado y quizá nunca lo sería.

—No tienes que fingir que te alegra saber que ella va a regresar —espetó, ya un poco molesto. Después de días de no hablar lo estábamos haciendo ahora, pero él me seguía odiando como el primer día.

—No estoy fingiendo, me alegra saber que tu madre va a estar bien, lo digo de verdad, Declan.

—¿En serio? —levantó una ceja.

—Lo digo de verdad —una sonrisa sincera surcó mis labios. Le di un apretón en el hombro, pero me apartó brusco.

—Devan —Jim apareció frente a nosotros —. He traído lo que me pediste —en sus manos sostenía una pequeña maleta.

—Gracias, dile que venga —apagué el cigarrillo. No quería que Danielle me viera fumar, sabía que ya no era una niña, pero para mí lo sería siempre.

—¿Qué venga quién? —inquirió Declan.

—Ahora lo vas a ver —caminamos hacia la puerta y juntos esperamos que Danielle apareciera.

Jim apareció en nuestro campo de visión, a mi hermano le sorprendió que a su lado viniera una niña, ella se veía asustada, miraba todo a su alrededor con miedo.

—¿Quién es esa niña? —cuestionó.

—La encontré en el club de John , era su esclava y la saqué de ahí.

—Que puto asco —masculló Declan —. ¿Y qué hace aquí?

—Estuve buscando a sus padres en estos días y por fin los encontré. Ahora la voy a llevar con ellos.

—¿Tú hiciste algo por alguien que no seas tú?, eso habla bien de ti —dijo con sorna, pero lo dejé pasar.

—Cierra la boca.

No te acerques a Devan Hawke (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora